Siempre Scout

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La Ley Scout

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ARTÍCULO QUINTO

"El Scout es cortés y actúa con nobleza."

 

EN LA CORTE DEL REY

Ser cortés quiere decir conducirse como los que están en la corte del rey. Dios nos ha hecho herederos de su reino, debemos por esto portarnos conforme a las costumbres reales, somos de la corte del Gran Rey.

Un hombre que está en la corte no puede ser rudo y ruin. En su presencia, trato y dignidad, debe ser un reflejo de la majestad del Rey.

Debemos ser nosotros un reflejo de la Majestad de nuestro Gran Rey que está en los cielos.

El Scout no es una persona ruda y ordinaria; por su exquisita educación, por sus finas maneras, por su presencia digna, vestido y porte correcto, palabras atentas, debemos mostrar a todos que él pertenece a la Corte del Gran Rey.

 

LA FLOR DE LA CARIDAD

Es un gran precepto el de la caridad; y la urbanidad es la flor de la caridad.

No una urbanidad ficticia, de etiqueta, sino la urbanidad que nazca del fondo de nuestro corazón, de la caridad.

El Scout es un amigo de todos y un amigo no puede causar disgusto a sus amigos: la urbanidad es el arte de agradar a todos y nunca disgustarlos.

Cuando estemos delante de una persona, nunca estemos a disgusto, pues no podríamos causar agrado si nosotros mismos estamos descontentos.

 

ISABEL FRY: NOBLE Y CORTES

Quizás el lector no haya visitado nunca una cárcel. Es indefinible la sensación que se experimenta cuando, al oír el ruido de la enorme puerta que se cierra detrás, se encuentra uno metido en un lóbrego recinto de altos muros, erizados de férreas púas en su parte superior, para impedir que los criminales puedan evadirse.

Hace muchos años, lo mismo en Inglaterra que en otros países, era cosa terrible el estar preso; y en especial por lo que se refiere a las mujeres, era tan horrible, que ningún lenguaje puede describir lo que estas infelices padecían.

Todas, así las inocentes como las culpables, las sentenciadas como las que esperaban su sentencia, las educadas y las distinguidas como las tan abyectas que podrían conceptuarse inferiores a los animales, eran encerradas juntas en una sola cárcel, en compañía de hombres desesperados y perversos.

Y todo esto lo cambió una sola mujer de corazón noble.

En aquellos días, vivía una dama cuáquera, llamada Isabel Fry, mujer profundamente religiosa, que cifraba su religión en procurar socorrer a los demás, pues estaba persuadida de que los malos se volverían buenos, si los ayudaran a la conversión. También ella había sido en otro tiempo vanidosa y aficionada a la frivolidad, y había conocido la dificultad de volverse seria y buena. Cuando alguien le preguntaba acerca del crimen de tal o cual preso, la señora Fry contestaba: "Nunca indago sobre los crímenes, pues todos tenemos los nuestros". No se preocupaba en los crímenes, sino en las almas; miraba las desdichas de los encarcelados, no sus antecedentes penales.

Esta señora había oído hablar de los presos de Newgate, y pidió permiso para visitarlos. La primera vez que estuvo con ellos la acompañó el llavero; la segunda vez, los visitó sola. El alcalde le habló del peligro que corría, y le aconsejó no fuera allí con el reloj, pues él mismo no se atrevía a ir solo a este hervidero de criminales y malhechores. A pesar de esto, Isabel Fry fue sola y, con su jovial bondad y simpatía, ganó los corazones de las mujeres encarceladas. Por primera vez veían estas infelices a una buena persona que creía que también ellas podrían ser buenas, y esto las confortaba.

Pronto se propuso Isabel establecer una escuela entre estos terribles prisioneros. Esta idea suscitó la burla de los administradores de la cárcel, quienes le auguraron un rotundo fracaso; pero se equivocaron, pues la escuela dio excelentes resultados. Quiso luego procurar a los presos una ocupación honrosa, y aunque también esta vez se rieron de ella, la organización del trabajo tuvo gran éxito. Isabel tenía fe en Dios y sabía que toda persona, por mala que sea, puede volver al buen camino si se le encausa en él.

Era hija de padres pudientes y esposa de un hombre rico, y por tanto, su obra en favor de los infortunados presos resulta más caritativa. Isabel Fry se convirtió en el ángel de las cárceles, y gracias a ella las prisiones de todo el mundo mejoraron en trato y en conducta. Sus ideas de reforma partían de su creencia de que una persona que obra mal debe ser tratada de modo que no se vuelva peor, sino mejor, y que las cárceles no son para castigar sino para mejorar.

Es así como, gracias a esta caritativa mujer, las cárceles de todo el mundo comenzaron a humanizarse y a dejar entrar en ellas al espíritu de Cristo.
De El Tesoro de la Juventud

 

LAS MOSCAS EN LA MIEL

Se dice que más moscas se cazan con una gota de miel, que no con un tonel de hiel. Las buenas maneras nos abren las puertas en todas partes. Los hombres que las poseen son bienvenidos en todas partes como la luz del sol, porque ellos llevan la luz, el calor, la alegría por todas partes. Desarman los celos y la envidia, porque muestran buena voluntad a todos.

Un hombre vestido correctamente, aunque modesto, demuestra claramente desde que se ve por primera vez, que es un hombre que tiene dignidad, y que se da a respetar. El vestido descuidado es algo que ofende a los que nos rodean. Dios que ha vestido las flores ricamente y las aves con el manto exquisito de sus plumas, quiere que nosotros nos vistamos con dignidad.

 

NO SE PERTENECE A SI

Sí queremos obtener el triunfo en la vida, no usemos la hiel de las palabras agrias, de los modales rudos; echemos mano de la gotita de miel: una sonrisa en los labios al saludar, palabras afables, atenciones dignas, modales correctos. Enseñemos a todos con nuestra conducta que la vida Scout es vida de nobleza, que no es de egoísmo, sino una dedicación completa y absoluta al prójimo, desde las cosas más insignificantes hasta el heroísmo de la muerte. ¿Dar la vida por los demás, no es acaso el sueño de los Scouts?.

¿Y si un Scout está dispuesto a dar la vida, no estará dispuesto a sacrificar su simpatía personal, sus gustos, sus atractivos, sus comodidades y procurar la felicidad de los demás? Esto supone sacrificio, pero el Scout ya no se pertenece a sí; la razón de ser de su vida es el bien y el servicio de los demás.

En la guerra de Independencia Mexicana el noble y valiente caudillo "Don Nicolás Bravo", fue enterado que su Padre había caído en poder de los realistas y teniendo él en su poder trescientos prisioneros, propuso al jefe de las fuerzas contrarias, un canje de todos ellos por su Padre, pero éste se los negó y trató de que nuestro héroe se rindiera y desertara de sus banderas si deseaba la vida de su Padre. -Bravo consideró "Primero es la Patria"- a pesar del entrañable amor que le unía a su progenitor que fue ejecutado.

El caballeroso y noble mexicano en vez de ejercer el terrible derecho de represalia tan común en las guerras, hizo formar a los trescientos prisioneros que sabedores de lo ocurrido se preparaban a morir y ahogando en su pecho todo sentimiento de venganza, les dijo "Las leyes de la guerra" y el recuerdo de mi Padre sacrificado podrían justificar, en cierto modo, cualquier acto de sangrienta venganza por mi parte; pero no quiero manchar mi conciencia con lo que consideraría un crimen. ¡Sois libres! y así demostró caballerosidad y nobleza y la justa razón de la acción para obtener la Independencia de México.
De El Tesoro de la Juventud

"EL GRAN PLACER EN LA VIDA ES LOGRAR LO QUE LOS DEMÁS DICEN QUE NO SE PUEDE HACER". LARS MAGNUS ERICSSON.

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