|
Siempre Scout
|
Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice
Hoy en día, puedes imaginarnos a bordo del Orama, viendo, por última vez, el valle del Támesis, antes de partir para nuestro viaje de ocho meses alrededor del mundo.
Me gusta mucho sentarme a cubierta de un barco nuevo, y en especial cuando se tiene una tan deliciosa cabina como la nuestra. Qué más, me gusta un barco que es un barco, y no un hotel de lujo.
Es bueno sentir, otra vez, el aire salobre fresco en las propias narices y el beberlo a los propios pulmones.
Éste será un viaje delicioso, que nos mantendrá juntos, cerca de dos meses de vida a bordo del barco, antes de llegar a Australia.
A algunos de ustedes scouts marinos les gustaría esto, así lo espero, lo sé.
Hablando de los scouts marinos, espero que muchos más de ustedes entrarán al Escultismo Marino en los años venideros. Es un cambio desgarrador para el Escultismo terrestre, bien, aunque esto proveerá que tú tendrás muchos campamentos.
En parte de mi niñez, y creo que fue la más feliz, la empleé en el Escultismo marítimo, y creo que por esto es por lo que me gustan tanto los barcos, ahora.
Mis tres hermanos y yo teníamos un yate en el que navegábamos por las costas de Inglaterra y Escocia. Nosotros mismos conducíamos el barco completamente, lo limpiábamos, lo pintábamos y hacíamos nuestra propia comida complaciendo nuestros gustos. Era un trabajo arduo, siempre scout punto org, pero lleno de diversión. Realmente era algo más que un trabajo arduo, cuando venía un fuerte viento y grandes mareas en el tiempo invernal en las costas peligrosas. El principal gusto en esto era recordar lo sucedido. El verdadero viaje significaba encarar grandes peligros con un frío tremendo, medio muertos de hambre y empapados.
Pero todo era alegría para nosotros. Aprendimos a encarar el peligro sin temor, a obedecer toda orden del capitán sin la menor duda, el conservar la cabeza y usar nuestros conocimientos en las más difíciles situaciones.
Esto nos ayudó a hacernos hombres.
Y esto fue toda la diferencia.
Una persona que ha crecido en una ciudad, sin nunca haber encarado el peligro o el riesgo de su vida, es raramente tan varonil cuando crece, que la persona que lo aprendió cuando joven.
Mi consejo es, que en tanto te sea posible, seas un scout marino, aunque sea sólo por una temporada. Ve hacia la aventura y obtén todo el gozo que puedas, y por esto serás el mejor hombre más tarde.
He cruzado la bahía de Vizcaya un buen número de veces, ciertamente más de treinta, y la única vez que recuerdo que estaba realmente borrascosa, fue en mi primer viaje, de hecho, estaba bestialmente borrascosa. Pero como había leído y oído sobre la bahía que era un mar terriblemente tormentoso, vi este hecho sin sorpresa, más aún sin náusea (como lo debe hacer un scout marino).
Supuse que este estado borrascoso era la condición normal, y le puse poca atención. Pero el capitán vio la necesidad de bajar la velocidad, de bajar velas, o de quedarse quieto de cara al viento por más o menos cinco horas. Perdimos uno o dos botes y el candil de un salón se rompió. También una escalera de popa se rompió y quedó a la deriva e hirió a algunos marineros. En el mar corrían "altas montañas" lo que era un espectáculo espléndido, aunque terrible.
Nos tomó varios días pasar por esa tormenta dando tumbos, viviendo con comidas mal hechas y alimentos fríos, ya que cocinar y servir los alimentos era prácticamente imposible.
¡Qué tiempos aquellos!, pero nunca he tenido otro como aquel, por lo que supongo que no volverá otro igual. Sin embargo te contaré más sobre esto cuando lleguemos al otro lado de la vieja Bahía.
Mientras tanto debo explorar el barco y arreglar mis cosas en mi iluminada y ventilada cabina, para la primera parte de nuestro largo viaje.
 Arriba |
 Siguiente |
