|
Siempre Scout
|
Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice
Ayer, el sol se puso de una manera muy peculiar, entre masas de nubes. Pero después que pensamos que se había ido se las arregló para hacer tres pequeños agujeros en las nubes, abajo del horizonte, como si dijera "buenas noches", antes de desaparecer finalmente.
Y éste fue nuestro final "adiós" al Oeste, a Europa, a nuestra casa.
Hoy entramos al Este, por su puerta, el Canal de Suez, en Pon Said.
He pasado por esa vieja puerta muchas veces en mi vida, pero nunca he superado la emoción de verla nuevamente con sus árabes, camellos, palmeras, desierto y ¡los olores!. Es un gran cambio comparado con el país de los hombres blancos.
Port Said es una ciudad egipcia en la entrada del Canal de Suez. Parece estar en mucho compuesta de tiendas que venden fotografías y curiosidades, y qué ciudad tan bonita, con calles anchas y buenas tiendas, aunque yo la recuerdo como una colección de bajas chozas en la arena, en los años en los que fui por primera vez a la India.
¡Hollu!, allí hay algo que me recuerda, aunque todo lo demás es diferente.
¿Quién es esa turba que viene a mi encuentro?, los mismos pantalones cortos, camisas, sombreros y atavíos, los boy scouts. Exactamente como los que vimos hace unos días en Tolón, en Gibraltar y en Tibury cuando iniciamos nuestro viaje.
Y allí están también las girl guides.
El navío del desierto
Es verdad que cuando observas más de cerca a estos niños y niñas, ves, bajo los sombreros, caras de diferente color y apariencia, ya que son egipcios, así como británicos, franceses, armenios, griegos y judíos, una gran mezcla, pero todos luciendo la feliz sonrisa scout y todos juntos alegres, olvidando su diferencia de razas, credos o color, y viéndose entre ellos como hermanos en una familia, jugando todos el gran juego del Escultismo.
Al frente un scout francés llevaba la bandera australiana. La bandera se la había dado un antiguo scout de las Fuerzas de Campo Australianas, en la guerra. La fuerza había estado acuartelada durante una temporada en Port Said, y había sido cuidada por los scouts franceses que estaban allí, por lo que les dieron su bandera como un recuerdo. Los scouts están muy orgullosos de ello.
Fue una gran reunión, un total de 4,000 scouts portando uniformes elegantemente y mostrando una admirable disciplina, hace catorce años que había visto a los scouts aquí, entonces eran unos pocos, y una Compañía de Guías, por lo que te puedes imaginar la sorpresa de la Jefa Guía y de mí cuando encontramos esa magnífico grupo.
Fue una gran alegría el verlos a todos jugando el juego juntos como hermanos, no como extraños, unos con respecto a otros.
Si pudiéramos llevar esta hermandad por todo el mundo, como lo estamos haciendo ahora, no habría más guerras en el futuro.
 Arriba |
 Siguiente |
