![]() |
Siempre Scout
|
Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice
UN SCOUT ES CORTÉS
Un muchacho debe ser cortés con todos, especialmente con las mujeres y con los niños, viejos, inválidos y lisiados, etc. Y nunca debe aceptar una recompensa por ser gentil y cortés.
La cortesía es, en mucho, igual a la caballerosidad, que a su vez está muy ligada al honor. En la antigüedad ambas fueron muy ejercitadas por los Caballeros, quienes iban arriesgando su vida para defender y ayudar a los más débiles, mujeres y niños, de los espadachines peleoneros y de los merodeadores.
¿Por qué lo hacían?
Esto no les traía dinero, pues era una deshonra para los Caballeros aceptar alguna recompensa por hacer una buena acción. Sólo les traía peligro de heridas o la muerte. Era un aventura. Eran buenos deportistas y sujetos varoniles. Su conciencia les decía que era correcto para los hombres fuertes y resueltos a proteger a aquellos que eran más débiles. No estaban obligados por la ley de su tierra a hacerlo, pero había una ley más fuerte que les atraía, y era su propio sentido del Honor que los hacía ser hombres caballerosos.
Honor era el espíritu que los movía.
Caballerosidad era el poner en práctica lo que su Honor les ordenaba hacer.
El muchacho común y corriente no tiene caballerosidad; por lo menos, cuando la tiene, es bajo la superficie, sólo que se encuentra en la etapa de la necedad, y se le olvida. Si ve a un pobre jorobado o a un lisiado, a menudo se reirá o lo mirará descaradamente. Se le olvida que el otro es un desafortunado, y que ha tenido la mala suerte de nacer de esa manera.
Un muchacho sano al ver a una persona deforme debería de dar gracias a Dios que él es sano de cuerpo y puede disfrutar la vida y deberá hacer lo que pueda para hacer las cosas más placenteras para su menos afortunado hermano.
Esto es lo que un Scout haría, porque es caballeroso.
El Juramento de los Caballeros
"Sir, usted está deseando recibir la Orden de la Caballería, |
Hace 1,400 años los antiguos Caballeros de Británica solían hacer su juramento a sus deberes con estas palabras.
Su juramento era muy parecido a la promesa que los "Jóvenes Caballeros" del presente hacen cuando se convierten en Scouts, pues prometen servir a Dios y al Rey1, y a ayudar a los semejantes, especialmente mujeres y niños, y en no pensar en su propia incomodidad o riesgo en tanto que hagan una buena obra a los que estén en necesidad de su ayuda.
Los Caballeros, siendo hombres de a caballo, eran llamados la "Caballería", del latín "cavallus" y del francés "cheval", que significa caballo.
De allí se sigue que cualquier acto hecho por los Caballeros se le decía que era "Caballeroso" o como de un Caballero.
Así que la palabra "caballerosidad" ahora significa hacer cosas como las que hacían los antiguos Caballeros.
Es caballerosidad realizar sus propios deberes para con Dios y para con el Rey, ayudar a las mujeres y los niños, a toda la gente en desgracia; ser resuelto y valiente al hacer sus propias obligaciones.
Por esto es que los Scouts frecuentemente son descritos en los periódicos como "caballerosos". Espero que sigan así y continúen mereciéndose este título.
Un gran paso en la "Cortesía" es ser agradecido cuando alguien te hace "una buena acción", debes expresar que estás agradecido diciéndole "Gracias". Es una pequeña cosa qué hacer, pero es una cosa muy grande para la persona que hizo algo bueno el sentir que no fue en vano.
UN SUCIO CABALLERO
Un autobús pasó bajo mi ventana. Estaba apiñado de gente, dentro y fuera. En la parte de adentro cada asiento estaba ocupado, en tanto que una mujer tenía que ir de pie. Vi a unos hombres mirándola, uno aparentemente molesto, pues ella accidentalmente dio un empellón a su periódico, pero ninguno le ofreció su asiento.
La mayoría eran hombres acomodados, tales como a los que se les llama caballeros por cuanto a su vestir y apariencia; pero cuando llegó la verdadera prueba de ser caballeros, esto es, demostrar el sentimiento de caballerosidad y cortesía hacia las mujeres, el único caballero entre ellos era un joven trabajador, un muchacho de cerca de 15 años, con cara y manos sucias.
En cuanto vio a la mujer que estaba de pie de inmediato dejó su asiento y la llamó con señas hacia él. Espero que algunos de estos llamados mejores hayan tenido el buen sentido de sentirse avergonzados al ser instruidos en buenos modales por un chico trabajador. Tal vez era un Boy Scout. De cualquier manera, él actuó como cualquier Scout lo hubiera hecho en circunstancias semejantes.
¿QUÉ ES UN CABALLERO?
Muchas personas se inclinan a pensar que la palabra "caballero" significa un hombre que nació siendo rico o que es un muchacho educado en escuelas y universidades muy costosas, por lo tanto, deberá ser un caballero cuando haya crecido. Pero esto no siempre es el resultado.
Un sujeto que ha tenido la fortuna de haber sido educado de esa manera, definitivamente tiene mejores oportunidades de ser un caballero que la que tienen muchos chicos pobres; pero al mismo tiempo un muchacho pobre puede ser tan buen caballero como uno adinerado.
Un caballero es lo que la palabra dice; él es un hombre, pero un hombre gentil, no un parroquiano rudo, peleonero y ordinario, sino un sujeto, que aunque grande y fuerte, pueda ser gentil, caballeroso y servicial a otra personas.
Un buen ejemplo, como cualquiera, es el policía de Londres. El es siempre cortés y servicial con todos, aun al grado de estar listo a arriesgar su vida en cualquier momento para salvar gentes en casos de accidentes, o para protegerlos de maniobras escabrosas, trata a ricos y pobres, a viejos y jóvenes, con igual atención, paciencia y buen humor.
SCOUTS DEL DESIERTO
Hace algunos años pasé algún tiempo con los árabes en África del Norte, en Túnez y Algeria, y encontré que eran gente de primera clase. Eran muy aficionados a cualquier clase de deportes intrépidos, y eran hospitalarios y corteses.
Un gran número de ellos salía con sus perros a ayudarme a encontrar presas de caza, y después de un largo día de andar por los arbustos espinosos y la hierba alta cuando terminábamos de cazar, solían estrecharme la mano y se iban a casa bastante contentos si yo había tenido un buen día, y sin esperar o buscar una recompensa, como generalmente es el caso, siento decirlo, en Inglaterra. Los hombres aquí parecen pensar que se les debe pagar por cada bendita cosa que hacen.
Los jefes árabes fueron buenos anfitriones también; me dieron la mejor comida, generalmente una especie de guisado irlandés de pollo y arroz, por las noches me ponían cómodo en sus propias tiendas bajo sus mantas.
Era gente limpia, tan valientes como corteses y muy honorables. Así que son verdaderos Scouts del desierto. Tienen un gran número de costumbres en sus campamentos que los Scouts deberían conocer y muchas de ellas son como las que practican los Scouts.
Los árabes son siempre muy estrictos al saludarse unos a otros.
La costumbre de saludarse vino, como ustedes lo saben, de los viejos tiempos, cuando todo el mundo cargaba armas, el hecho de levantar la mano derecha al encontrarse con otro hombre tenía la intención de mostrar que no se llevaba una arma en esa mano y por consiguiente se era amigo.
Hoy en día es exactamente lo mismo con los Zulúes y otras tribus de Sudáfrica, quienes llevan garrotes y lanzas y al encontrarse con otros se pasan las armas a la mano izquierda y levantan la derecha para mostrar que está vacía y que por lo tanto no tienen la intención de pelear.
Y así es con los árabes.
Si un hombre a caballo se encuentra con uno a pie, el que va a caballo saluda primero, porque es de una posición de más poder, es tan sólo justo que el hombre a pie por lo tanto debería tener su arma lista hasta que él sepa que el de a caballo es amigable.
De la misma manera, si un hombre se encuentra sentado y otro se le acerca, el hombre que llega caminando está en mejor posición de atacar, así que saluda primero para mostrar que es amigable.
Es de muy malos modales armar su tienda cerca del abastecimiento de agua del campamento, pues parecería que se está tomando posesión del manantial, que cualquiera que quisiera usarlo tendría que pedirle permiso y que podría ser atacado por él cuando fuera por agua. Así que un árabe siempre arma su tienda a cierta distancia del manantial, para así mostrar que es para el uso de todos.
Cuando un árabe llega a un campamento extraño se dirige a la tienda más grande y se desmonta, y se dirige al fuego alrededor del cual se encuentran sentados los habitantes. Entonces dice con voz fuerte:
"La paz sea con ustedes"
Todos aquellos sentados alrededor del fuego se levantan y dicen:
"Y con usted paz"
![]() Arriba |
![]() Siguiente |