![]() |
Siempre Scout
|
Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice
UN SCOUT ES ECONÓMICO
Se espera que todos los Scouts guarden cada centavo que puedan y lo pongan en un banco, para que se puedan cuidar a sí mismos cuando no tengan trabajo y no convertirse en una carga para otros; o para que puedan dar dinero a otros cuando lo necesiten.
Hay muchos Scouts hoy en día que al pasar los años serán hombres muy ricos aunque no tengan mucho para comenzar. Esto es una certeza, pues una buena cantidad de ellos están determinados a hacer fortuna, y si un muchacho empieza por ser ahorrativo generalmente lo logra al final.
Un sujeto que empieza a hacer dinero cuando niño seguirá haciéndolo cuando sea un hombre. Por supuesto que algunos tipos lo quieren hacer de manera fácil y por regla general esto no paga bien.
Algunos sujetos ven una fortuna apostando en las carreras de caballos o en algún juego de fútbol; puede ser que ganen unos centavos de vez en cuando, pero podrán estar absolutamente seguros que perderán la mitad de las veces, es una manera muy tonta de tratar de hacer dinero, pues los que toman sus apuestas y de eso viven tienen confianza de que haya suficientes tontos que sigan apostando y abasteciéndolos con dinero.
Tal dinero no es devengado, sólo es ganado por azar, por lo tanto no vale la pena tenerlo, para un sujeto con ideas varoniles.
Un sinnúmero de muchachos pobres se han convertido en hombres ricos, pero esto fue porque se lo propusieron desde el principio. Trabajaron para eso y, para empezar, pusieron cada centavo que ganaron en el banco.
Muchos chicos ya están trabajando haciendo esto, espero que muchos de los Scouts lo hagan también. Se dan dos buenas reglas para hacerse un futuro. La primera es: "Gasta menos de lo que ganas". La segunda es: "Paga al contado y no te endeudes".
Muchos de ustedes seguramente han oído del martillo de vapor Nasmyth que se usa en todos los grandes trabajos de hierro.
Bueno, Nasmyth, cuando niño, trabajaba en el taller de su padre y pasaba una gran parte de su tiempo libre en una fundidora cercana; aprendió a usar los instrumentos y a hacer toda clase de modelos de máquinas, etc., justo como podrían hacer ustedes los Boy Scouts que están trabajando para obtener su insignia de especialidades de Ingenieros.
Fabricó un modelo de máquina de vapor tan grande que un hombre la compró con el propósito de mover una herramienta de la maquinaria de su fábrica, así empezó a hacer dinero vendiendo sus propias máquinas hechas en casa. Finalmente se fue a trabajar a un gran taller de ingeniería, pues sintió que él siendo uno de una familia muy numerosa y que su padre no podía mantenerlos a todos, estaba resuelto a mantenerse a sí mismo.
Con la pequeña paga que obtenía de sus trabajos cuando era niño no tenía con qué pagar para que le hicieran sus comidas, pero fabricó su propia estufa y vio que con esta ayuda podía vivir con diez chelines a la semana.
Trabajó tan bien en el taller que el empresario le subió su sueldo a 15 chelines a la semana. Pero como ya había encontrado la manera de vivir con diez, puso cada semana en el banco los cinco chelines extras, en sus horas libres siguió haciendo para sí herramientas, eventualmente empezó a tener su propio negocio, con su dinero y herramientas propias, finalmente inventó su célebre martillo de vapor.
Para entonces tenía 48 años, había obtenido un gran ingreso y una considerable fortuna. Muchos hombres no hubieran estado contentos con esto, y hubieran seguido hasta convertirse en millonarios. Pero Nasmyth no lo hizo, estaba satisfecho de retirarse del trabajo arduo con suficiente dinero para comprarse un hogar feliz, a donde se fue a hacer telescopios, estudiar astronomía y a hacer buenas acciones a personas menos afortunadas que él.
Daba buenos consejos a muchachos que querían tener éxito en la vida con las siguientes palabras:
Existen pocos hombres que en un tiempo u otro durante su vida, pensaron ser espléndidos poetas. Espero que esto sea una advertencia a ellos, y que se queden con el trabajo duro como medio para hacer algo en la vida.
EL HOMBRE QUE "SE AFERRÓ A ELLO"
Lord Strathcona empezó su vida como un chico pobre en Escocia y terminó siendo uno de los hombres más acaudalados en Gran Bretaña, y no sólo el hombre con más riquezas en dinero. También teniendo la admiración y el afecto de un gran número de sus colegas y paisanos.
Cuando tenía 18 años y era solamente Donald Smith, se fue a Canadá, allí ingresó a la Compañía Hudson Bay. Esta compañía solía comprar pieles a los Indios y a los tramperos, sus estaciones de comercio estaban en lugares muy lejanos y apartados para estar cerca de los lugares de caza de estas personas.
También, como no se podía confiar en los Indios Pieles Rojas, eran guarniciones fortificadas, listas para la defensa en caso de ataque.
El joven Smith fue mandado a un lugar llamado Mingan, justo arriba en la parte noreste de Canadá, en Labrador, una región fría, desértica y melancólica.
Después de estar allí por algún tiempo, sus ojos empezaron a darle muchas molestias, y temió quedarse ciego. No había ningún doctor ni nadie más a quién consultar, así que empezó el camino de regreso a Montreal para ver a un doctor. Como guías llevó con él a dos medio indios.
Por semanas se movió con dificultad por la terrible selva, entre nieve y ventisca, pero al final llegó a Montreal.
¿Piensan que lo hicieron un héroe?
Ni de chiste. Sus patrones se volvieron en su contra por dejar su puesto sin permiso y le dijeron que volviera en seguida.
Al principio se sintió tan enojado, como muchos de nosotros lo hubiéramos hecho, de llegar al punto de pensar en renunciar a todo y dejar su servicio en la Compañía Hudson Bay.
Pero pensándolo otra vez, sintió que después de todo los patrones tenían razón. Lo habían puesto allí para hacerse cargo de almacenes valiosos y de un trabajo importante; era su deber quedarse allí y no de ir a partes civilizadas por su propio bienestar.
Así que aceptó la reprimenda y empezó la larga y pesada jornada de regreso a su sombrío puesto en Labrador.
Por fortuna había podido ver a un doctor que le curó los ojos.
Fue una jornada tenebrosa; tan mala que los dos guías habían sucumbido y muerto.
Pero una vez más Donald Smith se aferró, siguió luchando, y al final, estropeado y exhausto, ingeniosamente logró llegar a su puesto.
El aferrarse a ello fue exactamente el secreto de su éxito. Por 13 años se aferró a su puesto en esa terrible región; entonces sus patrones vieron que era tan fuerte al cumplir con su deber, que lo promovieron a un puesto de mayor altura y de más importancia, hasta que al final era ya Gerente General o Chief Factor de la Compañía.
Entonces vino la idea de construir el Ferrocarril Canadian Pacific a través de todo Canadá.
La gente decía que era un proyecto loco; que nunca sería redituable hacer un ferrocarril en la vasta selva, la cual en esos días no había sido propiamente explorada.
Pero Donald Smith vio al futuro, vislumbró el tiempo en que Gran Bretaña estaría sobre poblada, y que se necesitaría tierra para el cultivo de maíz y crianza de ganado para los colonizadores.
Así que invirtió sus ahorros en el ferrocarril y trabajó duro para que esto fuera un éxito.
Todo parecía ir en su contra. Pero se aferró y peleó contra todas las dificultades, hasta que al final salió victorioso.
La mayoría de los hombres dejan sus trabajos entre los 60 y los 70 años, pero Lord Strathcona no lo hizo. Sino que él continuó aferrándose al trabajo por 20 ó 30 años más que la mayoría de los hombres. Tan sólo unos días antes de su muerte estaba en su oficina trabajando (murió a la edad de 94 años).
A diario en su oficina se aferraba al trabajo, pues él llegaba a las 11 de la mañana, pero rara vez salía antes de las siete; a menudo se quedaba hasta las nueve.
Cuando todas las oficinas cercanas en la Calle Victoria habían apagado sus luces y habían cerrado sus puertas, la ventana de Lord Strathcona seguía brillantemente encendida, tanto así que los policías y otras personas de por allí la llamaban "El Faro".
Ahora bien, ¿por qué ese hombre seguía trabajando tiempo extra así? No estaba ganando dinero; tenía suficiente y de sobra. Era que simplemente él consideraba que era su deber y se aferraba.
Además de sus aventuras en Canadá y a pesar del poder de aferrarse a su deber, Lord Strathcona era un buen scout, pues era bondadoso y servicial a otros.
EL DINERO NO LO ES TODO
Para la guerra de Sudáfrica hizo todos los gastos para reclutar un regimiento que luchara por el Rey; fue además un buen regimiento, de hombres de a caballo, que por él fue nombrado "Strathcona Horse".
Los Boy Scouts también tienen una deuda de gratitud con él, pues en los primeros días del movimiento, cuando estábamos luchando por salir adelante, me dio 500 libras para ayudar a comenzar nuestra hermandad.
Así que los Boy Scouts le deben mucho por esto a Lord Strathcona y también por poner un ejemplo viviente de cómo un hombre debe aferrarse a hacer su deber, en ser bondadoso y servicial con los demás.
De estas historias de muchachos pobres que tuvieron éxito en la vida e hicieron dinero, no quiero que piensen que yo veo al dinero como una meta en sus vidas. Yo sólo deseo que ganen suficiente dinero para que tengan una posición y puedan vivir felizmente hasta una edad avanzada y mantener a su familia sin tener que pedir ayuda a nadie.
Les voy a contar sólo una historia más de cómo un hombre pobre hizo una fortuna diferente a la que el dinero produce.
Este hombre, John Pounds, tenía un pequeño taller de reparación de zapatos en Portsmouth, donde él trabajaba duro y bien, así que la gente empezó a traerle sus botas a reparación prefiriéndolo sobre otros zapateros remendones, pues obtenían un mejor trabajo por su dinero.
Pronto empezó a tener más efectivo del que necesitaba para sus necesidades modestas. Pero él no se compró una casa grande para tener comodidad. Hizo una cosa mejor que eso.
Mientras trabajaba, muchachos ociosos solían venir y rondar su taller, viéndolo trabajar afanosamente; mientras cosía y remendaba, platicaba con los muchachos hasta llegar a interesarse por ellos.
Los muchachos son buenos sujetos y cuando encontraron a alguien que pensara en ellos, aunque fueran unos vagos sucios y andrajosos, se interesaron en él, hasta que gradualmente fueron por su propia cuenta a oírlo hablar; entonces empezaron a imitarlo haciendo trabajos honrados. Él, por su parte, usó sus ahorros de una manera que fue mejor que alimentarse con cosas buenas, pues alimentó a estos muchachos que realmente necesitaban una buena comida.
Al pasar el tiempo empezó una escuela o club para estos andrajosos amigos, al final tuvo una especie de Tropa Scout de muchachos que aprendieron manualidades con él y se volvieron fuertes con la buena alimentación convirtiéndose en buenos trabajadores bajo su instrucción y con su ejemplo ahorraron dinero.
Así, él pudo mandar al mundo un grupo de trabajadores buenos, fuertes y prósperos que de otra manera hubieran sido arrastrados al desastre.
De este pequeño esfuerzo en Portsmouth surgieron en diferentes partes del Reino similares escuelas o clubes para muchachos andrajosos.
Así que él hizo tanto con su impulso como muchos otros lo han hecho al guardar sus millones.
CÓMO UN MUCHACHO POBRE SE VOLVIÓ RICO
"¿Cómo puedo tener éxito y volverme importante y rico? Es imposible. ¡Soy tan sólo un muchacho pobre!".
Esto es lo que un mozalbete me dijo. Pude restablecer en él una esperanza más grande al decirle:
"Nada es imposible si te propones hacerlo. Muchos grandes hombres de hoy en día empezaron como unos muchachos pobres como tú mismo, sin ninguna ayuda fuera de su ingenio y su ánimo".
Entonces le conté de Sir William Arrol. A la edad de nueve años se fue a trabajar a una fábrica de algodón como "taladrador". Algunos años después era aprendiz de herrero.
Trabajó bien y duro, era muy juicioso, así que a los 23 años era ya capataz en las calderas de los señores Laidlaw en Glasgow. Como un Scout, él era ahorrador y a los cinco años en este empleo ya había ahorrado 85 libras de su salario, y con esta suma empezó un negocio propio.
Al principio hacía calderas y rieles, más tarde, cuando su negocio creció, empezó a construir puentes.
Con constancia trabajó en esto, siempre empeñado en mostrar eficiencia, sin escatimar esfuerzo en realizarlo.
Al principio se topó con frustraciones y fracasos, pero no se dio por vencido; cuando las cosas se veían pésimas, conservaba una cara sonriente y se aferraba a ello.
Al final salía con buenos resultados, como cualquier hombre que tiene paciencia y se aferra a ello. Obtuvo una reputación por su trabajo perseverante y formal, por darle un gran valor a cualquier dinero que se le pagaba.
Por estas razones obtuvo buenos contratos para construir puentes y pronto agrandó su negocio hasta hacerlo muy próspero.
Entre otros trabajos suyos están el puente Tay y el puente sobre el Forth en Escocia.
Murió como un hombre acaudalado y muy respetado, pero en la cúspide del éxito nunca se olvidó que él empezó como un niño pobre, y siempre hizo lo que pudo para ayudar a otros niños pobres a encontrar el camino al éxito.
Sin embargo, él solía decir que el éxito depende principalmente del muchacho mismo. Si un muchacho estuviera decidido a lograrlo y supiera una o dos artesanías, probablemente tendría éxito, pero si él solamente fuera de una cosa a otra, desperdiciara su tiempo en entretenimientos y no perseverara cuando la suerte estuviera en su contra, ese muchacho sería un fracaso y probablemente seguiría siendo un fracaso toda su vida.
EL AHORRO ES VIRIL
Como verán, si como un Scout ustedes aprenden y realmente practican lo que el Escultismo les enseña, les da toda clase de oportunidades de alcanzar el éxito en la vida, pues les enseña cómo ser activos y perseverantes, confiables, obedientes a su deber, prósperos y cómo aprender manualidades.
De hecho, les enseña cómo "Estar Preparados"1 para hacer ustedes mismos una carrera exitosa si se aferran a ello.
En los días lejanos, a los caballeros les ordenaba su código de leyes a ser ahorrativos, esto es, a ahorrar dinero lo más posible para mantenerse ellos mismos y no ser una carga para otros, y para que tuvieran más para dar en caridades.
Si eran pobres no podían pedir dinero y tenían que mantenerse con su propio trabajo.
Por lo tanto el ahorro es parte de ser viril porque significa arduo trabajo y auto negación, los muchachos nunca son demasiado jóvenes para trabajar por una paga, la cual deben poner en el Banco de Ahorros de la Oficina Postal o en algún otro valor del Gobierno.
![]() Arriba |
![]() Siguiente |