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Roverismo hacia el éxito. Escollo 5.

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ESCOLLO NÚMERO CINCO

IRRELIGIOSIDAD

IRRELIGION

El lado oscuro de este escollo, es el peligro del ateísmo y la irreligión. El lado luminoso, la comprensión de Dios y del Servicio al prójimo. Una ayuda directa para conseguir esto es el estudio de la Naturaleza.

Irreligión

A la juventud se le trata de llevar al ateísmo.

Predomina la Irreligión.

La religión es esencial para la felicidad.

Erudición de la Naturaleza

Salvaguarda Contra el ateísmo.

La obra de Dios en la Naturaleza, da un mentís al ateísmo.

El conocimiento de la Naturaleza es un paso para el conocimiento de Dios.

La humildad y la reverencia son los antídotos de la hipocresía.

Esto puede obtenerse por el contacto con la Naturaleza:

En el mar. en el bosque. En las montañas.

El ser humano

No se necesita ir muy lejos para ponerse en contacto con la Naturaleza.

La naturaleza humana y sus maravillas.

El mundo microscópico.

El mundo animal.

La mente.

Lo divino

El alma.

Todo esto lleva al conocimiento de que Dios es Amor.

Pensamientos gulas de varias fuentes

Libros útiles

Irreligión

Ateísmo

Hay muchos hombres que no tienen religión, que no creen en Dios; se les conoce por ateos.

Solamente en la Gran Bretaña existen nueve sociedades de esta clase. Ellas pueden tener las opiniones que quieran a este respecto, pero cuando tratan, como siempre lo hacen, de imponer estas ideas en los demás, se convierten en enemigos de la peor ralea.

Algunas de estas sociedades, atacan directamente las creencias de los demás en forma muy ofensiva y creo que haciéndolo así, de hecho, hacen más bien que mal a las religiones que atacan, ya que hacen que la gente despierte, y haciendo a un lado sus diferencias, se congreguen para repeler el ataque.

He aquí un espécimen de la clase de insultos gratuitos que le hacen a la religión cristiana. Es uno de tantos que han sido transcritos por los periódicos durante los últimos anos.

"La ceremonia principal de los cristianos, conocida como misa o comunión, que consiste en comer la carne y beber la sangre de ese judío llamado Jesús, es una superstición chocante y degradante, que sugiere una fiesta de caníbales, que probablemente fue de donde originó.

"La Cristiandad ha rebajado y pervertido en todos sentidos las normas de la verdad. No es mucho decir que ha corrompido el mundo con la falsedad."

Estos son algunos de los más indecentes insultos que pueden hacerse a cualquier cristiano que crea en su religión. Al mismo tiempo es un llamado directo que se le hace para entrar en acción. Pero de esto no voy a tratar aquí.

Aparte de los antirreligiosos, hay muchas personas quienes, aunque no se oponen en forma violenta a la religión, no están particularmente interesadas en ella. En algunos casos nunca han aprendido nada acerca de ésta, en otros no les ha parecido atractiva o no les ha inspirado y la han hecho a un lado. Mark Twain decía que sentía aversión a discutir religión, ya que ésta trataba del infierno y del cielo, y él tenía amigos en los dos lados.

Por otra parte, he conocido, en lo más intrincado de la selva, personas que de niños no habían recibido en su casa instrucción religiosa, pero que por sí mismas habían llegado al conocimiento de Dios al través de sus obras y de las maravillas con que ha dotado al mundo.

Tales hombres han llegado a la conclusión de que son parte y miembros de esa maravillosa creación, pero dotados en mucho mayor grado que otros animales, ya que tienen inteligencia, poder para apreciar la belleza, y sentido del bien hacia sus semejantes, lo que significa poseer algo del espíritu de Dios dentro de uno mismo.

Dios Creador es reconocido por la mayoría de las religiones, siendo sus diferencias por lo que hace al carácter operante de la conexión entre el Creador y el alma humana.

Los cristianos creemos que Jesucristo vino a vivir entre nosotros para interpretar y darnos a conocer el hecho de que Dios es Amor y que los sacrificios y ofrendas hechas a Dios, como se practicaban en la antigüedad por las religiones supersticiosas, no le eran gratos a Él, que lo que desea es el sacrificio de uno mismo y el servicio a Dios.

La Religión es esencial en la Felicidad

Si uno realmente se propone obtener éxito -ser feliz-, es necesario evitar el ser absorbido por los charlatanes irreligiosos; es indispensable tener una base religiosa en la vida.

No significa esto solamente concurrir a la iglesia, conocer la Biblia y entender la Teología. Hay hombres sinceramente religiosos casi sin conocer la Biblia y sin haberla estudiado. La religión, brevemente expresada significa:

Primero: Reconocer quién y qué es Dios.

Segundo: Sacar el mejor provecho de la vida que nos ha otorgado, haciendo lo que él desea que nosotros hagamos. Esto es de preferencia, haciendo algo por el prójimo. Tal debe ser vuestro credo, no solamente como punto de meditación para los domingos, sino algo que norme vuestra vida en cada momento y en cada fase todos los días.

Como un medio para alcanzar estos dos puntos y evitar el ateísmo, hay dos cosas que yo os recomiendo hacer.

Una de ellas es leer ese libro maravilloso antiquísimo, la Biblia, que además de contener la revelación divina es una historia interesante llena de poesía.

La otra es leer ese otro, maravilloso y antiguo libro, El Libro de la Naturaleza, ver y estudiar lo más que sea posible sus maravillas y sus bellezas, puestas a la disposición de todos los seres humanos. Y hecho esto, meditar para descubrir cuál es la mejor manera de servir a Dios mientras se dispone de la vida que él mismo nos ha facilitado.

El Libro de la Naturaleza

Lo que voy a decir aquí, es para aquellos que no tienen religión o que están en peligro de caer por el escollo del ateísmo.

El ateo dice que está en contra del cristianismo y de otras formas de religión, porque éstas son supersticiones y no principios guiadores de la vida. Sostiene que una religión que debe aprenderse en libros escritos por hombres, no puede ser verdadera. Pero parece no darse cuenta de que además de libros impresos y además de la revelación, Dios nos ha dado el gran Libro de la Naturaleza, para leer en él y no podrá alegar que ahí existe mentira, pues los hechos son irrefutables.

Shakespeare habla de "sermones en piedras, lenguas en árboles, libros en arroyuelos cantarinos y bondad en todo". Bacon ha escrito: "El estudio del Libro de la Naturaleza, es una llave verdadera para la revelación."

El Korán dice: "¿No véis que todo lo que hay en el cielo y en la Tierra está al servicio de Dios; el sol, la luna, las estrellas y los montes, los árboles, las bestias y los hombres?".

Espero no ser mal interpretado, no sugiero que el estudio de la Naturaleza sea una forma de culto o un sustituto de la religión; por lo que yo abogo es porque la comprensión de la Naturaleza sea, en determinados casos, un paso para alcanzar la religión.

Este método tal vez sea el que atraiga donde otros han fallado, especialmente en aquellos inclinados al ateísmo, que no tienen ideas religiosas en particular, o que las tuvieron y las han hecho a un lado. Quizás sea una senda nueva que pueda ayudarles a encontrar de nuevo su religión. Las siguientes palabras de David Grayson, describen lo que yo me imagino debe ser la experiencia de una gran cantidad de gentes en la época actual.

"Me he dedicado a la botánica durante los últimos cincuenta y cuatro años. Cuando era niño implícitamente creía en Dios. Le rezaba teniendo de Él la idea de una persona delante de mis ojos".

"Cuando crecí llegué a la conclusión de que Dios no existía. Lo puse fuera del Universo. Sólo creía en lo que podía ver, oir o palpar".

"Hablaba de la Naturaleza y de las cosas materiales".

"Y ahora, me parece que no existe nada sino sólo Dios".

La Naturaleza como escalón para conocer a Dios

El obispo de Winchester hizo una encuesta durante la guerra mundial entre cierto número de capellanes castrenses, que al final mostró que una gran proporción de nuestros hombres, tenían poco conocimiento o práctica en religión.

He leído que en algunos casos la fe ha estado en peligro de convertirse en superstición, y como remedio se sugiere que "el niño necesita algo tangible sobre lo cual edificar su fe, pues de otra manera se vuelve supersticioso. Tal era el resultado de tratar de enseñar religión sobre bases imaginativas". Por otra parte sé que entre nuestros jóvenes de la época, existe un deseo sincero de tener religión, conocerla y actuar de acuerdo con ella.

Durante la guerra tuve conocimiento de cientos de casos de soldados jóvenes que estaban ansiosos de comprometerse a observar la Promesa y la Ley Scout como tangible en esta dirección.

Recientemente se me ha dicho de un grupo de jóvenes trabajadores que se han hecho "Rovers". Unos treinta, quienes pidieron a su jefe celebrar una reunión dominical en la cual se les enseñara algo de religión. Para estos individuos es para los que yo espero que mis sugerencias sean útiles.

En ellos existe el espíritu, pero cuando ya han llegado a darse alguna cuenta de la divinidad y del servicio que se le debe, necesitan la forma.

En la épica India Mahabharata, existe una leyenda relativa a que un sacerdote activo estaba descontento con la fe de una de sus ovejas. Cuando le hizo el cargo de irreligión, aquel hombre explicó que había tratado con todas sus fuerzas de adquirirla, pero se había dado cuenta de que la religión no estaba dentro de su capacidad.

Al escuchar esto el sacerdote le tomó y le sumergió la cabeza dentro del agua hasta casi ahogarle.

Haciendo un poderoso esfuerzo y luchando con denuedo, pudo lograr escaparse, echándole en cara al sacerdote aquella forma violenta de tratarlo, a lo que el sacerdote replicó:

"Si usted, en medio de las dificultades, tratara de obtener la ayuda de Dios, siquiera con la mitad del esfuerzo con que usted luchó por respirar cuando estaba debajo del agua, pronto la encontraría."

Humildad y Reverencia

El antídoto para el ateísmo es la humildad acoplada con la reverencia, cosa tan difícil de aprender como lo es de enseñar. Permitidme daros un ejemplo de cómo se obtiene por contacto de la Naturaleza.

Temple Thurston, en uno de sus escritos, decía que había estado contemplando un bello panorama tan magnifico, que pensó para sí mismo: "¿Qué diría un habitante de la ciudad si repentinamente fuera traído a este lugar y puesto a contemplar tan maravillosa vista?".

La sorpresa sería tan grande, que probablemente soltaría algunas palabras gruesas, pues las palabras ordinarias no podrían expresar en forma adecuada la impresión de su deleite.

Pues bien, esto es exactamente lo que pasó con un soldado en la guerra sudafricana, quien después de una larga y tediosa marcha vio de repente ese maravilloso panorama que se extiende abajo de un punto llamado el Cantil del Diablo en el Transval Oriental.

"Dios mío -gritó- y ha habido imbéciles que digan que Dios no existe."

Tan maravillosa escena se apoderó de aquella imaginación estólida haciendo brotar de sus labios una expresión que Thurston sugiere que, aun cuando fuese blasfema, por su contenido mismo, debe ser aceptable al Todopoderoso.

De todas maneras no es una mala respuesta para los ateos.

Un marinero es con frecuencia un hombre profundamente religioso, como resultado de su contacto con la Naturaleza, especialmente si ha ascendido hasta tener un barco a su cargo. Conforme su barco emerge durante una galerna, sobre una montaña gris verdiosa que muchas veces entraña la muerte, se da cuenta del poder y aprecia la magnitud de las fuerzas de la Naturaleza entre las cuales se abre paso con su nave.

De pie, solo, sobre el puente de mando, dando órdenes para tratar de salvar a los hombres que están bajo su cuidado, no puede menos que sentirse a ratos en intimo contacto con aquel Poder Sobrenatural de quien dependen todas las cosas.

Aquel contacto es principalmente el conocimiento y la revenencia de un Poder Superior al suyo. Se pone en manos de ese Poder, y trabaja con confianza en cooperación con Él.

LAS MARAVILLAS DEL BOSQUE

Si vosotros no habéis viajado por las selvas del Brasil y del centro del África Occidental, difícilmente podréis imaginar la curiosa sensación de obsesión que le acomete a uno cuando camina afanosamente por aquel escenario que desde el primer momento despliega la belleza y la maravilla de la selva tropical.

Recuerda, hasta a aquellas mentes menos sensitivas, toda la gracia y majestad de una catedral. Pero a pesar de todo su atractivo, esconde algo de horror en su luz tenue y su intrincada vegetación. Al través de la maleza entrelazada, uno se abre camino teniendo sobre la cabeza enormes árboles que impiden la entrada del sol y del aire. Y todavía más arriba las copas de los árboles gigantes del algodón y de otros monarcas de la selva sacuden sus melenas a sesenta metros sobre el suelo.

Pero rara vez ve uno estas cabezas mientras se abre paso entre las ramas, las raíces, las hojas, las enredaderas y los arbustos. Conforme uno camina día tras día, y quizás semana tras semana, al través de este terreno tedioso, su belleza se olvida, a fuerza de su continua repetición, y llega a convertirse en un horror del que se da uno cuenta no hay escape ni alivio. Una depresión enfermiza hace presa de uno y se dan casos de que la melancolía y la locura se apoderan del caminante.

De noche, cuando uno se acuesta en la oscuridad, en aquel silencio suave de la noche tropical, el bosque enmudece, pero aquí y allá se oyen multitud de pequeñas voces. El canto de los grillos, el croar de las ranas, el caer de las hojas, el murmullo de la brisa que juega entre las ramas, sobre la cabeza. De cuando en cuando, a largos intervalos, se rompe la quietud por el más impresionante de los ruidos de la selva, el rugido y el chasquido que produce uno de aquellos honorables veteranos, árboles gigantes, que ceden al peso de sus años y caen desde sus pedestales orgullosos para no volver a ser vistos jamás.

Hay un momento de tensión, como si fuera de respetuoso silencio, y de nuevo, las pequeñas voces de la selva se vuelven a escuchar.

El hombre parece fuera de lugar, parece un transgresor, aquello es el ritmo de las plantas y de los insectos y, sin embargo, hay vida, sensación de reproducción, muerte y evolución en gestación constante que obedece a la misma ley que gobierna el resto del Universo.

El hombre tiene camaradas de la Naturaleza entre las plantas y las creaturas de la selva.

Para aquellos que tienen ojos y sí ven y oídos y oyen, la selva es al mismo tiempo un laboratorio, un club y un templo.

SOLO EN LOS ANDES

En los Andes de la América del Sur, una mañana emprendí solo una excursión antes del amanecer para escalar una montaña. La neblina fría del alba era acentuada por lo profundo del cañón del cual partí, y los picos se agolpaban unos sobre otros, teniendo por fondo el cielo, pero en una oscuridad que dificultaba juzgar distancias o alturas. Conforme iba ascendiendo iba gradualmente aumentando la luz del día, los arrecifes y las masas rocosas se iban destacando más y más. El aire era sumamente frio, transparente y quieto, y el silencio, grandemente tenso que me rodeaba, me oprimía. No había un murmullo de arroyo, ni un chirriar de pájaros, ni un susurro de brisa. No había sino quietud. Sin embargo, no era una quietud de muerte, más bien parecía como si todo aquello -las montañas y los valles, las crestas y las rocas, estuvieran en posición de alenta, esperando- observando la llegada del día, parecía casi un sacrilegio romper aquel silencio con el ruido de las pisadas sobre las piedras.

La ladera a mi alrededor estaba desierta. A corta distancia y hacia arriba, enfrente se encontraba el horizonte hacia el cual me dirigía y que siempre se alejaba. Volviendo la cara hacia atrás, había otro horizonte semejante, pero a sólo unos cuantos metros abajo y conduciendo hacia la neblina que acababa de dejar. Un escritor describiendo esta misma ascensión, ha comparado el ascenso a una hormiga tratando de salir de una vasija, y así es como uno se siente.

Arriba de las rocas que me rodeaban, comenzaban a delinearse nuevas crestas de picos más altos que parecían gigantes destacándose claramente a la luz de la aurora, pero todos fríos e impasibles, observándome sobre los hombros de sus vecinos más bajos. Yo era el único objeto móvil en aquella inmensidad de rocas y crestas rígidas. Me sentía un intruso, un transgresor en aquel dominio solemne.

Los estratos y la variedad de rocas existentes ahí, me hablaban de miles de años, desde que la Tierra había salido de su crisol.

Me sentía como un insecto pequeño en medio de aquella grandeza.

Conforme ascendía, más y más, la respiración se me hacía difícil y la sensación de soledad y de pequeñez crecía en medio de aquel intenso silencio y bajo enormes girones de cielo.

De repente. sobre una de aquellas crestas, vi un pico blanco verdioso, de nieve perenne, claramente delineado contra el cielo, y después otro y otros más por todos los lados. Parecía como si los grandes gigantes de la cordillera, sobre cuyas facetas verticales jamás se había posado la planta del hombre, se hubieran puesto de pie para observarme, fríos, austeros, silenciosos e inmisenicordes. Aquellas alturas estupendas, el espantoso silencio, la soledad y la inmensidad, todo parecía tratar de aterrarme. No me sentía yo mismo. Se apoderó de mí un enorme deseo de gritar para intentar romper aquel hechizo. Sin embargo, la voz humana más potente. habría resonado ahí como un débil esfuerzo, como el chillido de un abadejo que una vez oí entre las vastas ruinas del coliseo romano.

Trataba de cerrar los ojos, cuando, de repente, un extraño resplandor pareció descender sobre mí de lo alto. Viendo hacia atrás, sobre mi hombro, me di cuenta de qué era lo que me había hecho enmudecer. Uno de los grandes picos, que un momento antes era de color azul gris, ahora repentinamente brillaba en todo su esplendor con un color naranja rosado y sus partes bajas con sombras de ópalos violeta, azul y verde. La masa toda destacándose perfectamente en todo su contorno y detalles, contra el cielo oscuro.

Conforme fui pasando la vista de pico en pico, éstos, se iban tornando color de rosa con la radiante aurora.

Sentía que aquello era demasiado para la mente de un pequeño mortal transgresor de aquel lugar sagrado, era algo demasiado atrevido el presenciar cómo la Naturaleza se vestía con las galas de la mañana. No había nada ahí que conectara esa escena divina con la vida humana que había dejado abajo entre la niebla.

Me tambaleé, aterrado hasta el espanto con aquel cuadro, y en aquel momento, cuando necesitaba más del contacto con el mundo humano, sobre el siguiente pico apareció delante de mí, una figura: la figura de "Cristo Redentor".

No la figura usual de un cuerpo patético colgando de la cruz. sino un ser amable, grande, con las ropas flotando al aire y con los brazos abiertos en actitud de protección y de bienvenida.

Una magnífica estatua felizmente colocada con el propósito de señalar los linderos entre dos grandes estados, Argentina y Chile, con un signo de paz, pero más felizmente colocada de lo que el escultor pudo creer, en aquel lugar, como un eslabón tangible entre lo humano y lo divino; el eslabón que Cristo mismo vino a traer a la Tierra.

Ultimamente leí lo siguiente:

"En las montañas donde sólo se puede caminar, dormir y pensar, uno se convierte en algo así como un Yoga".

"No sé por qué, pero nueve décimos de los hombres que viven a mayor altura de 500 metros, son creyentes. Las montañas parecen hablarle a uno de eso".

"En la quietud de la noche se oyen sus voces, lo arrastra a uno la inmensidad que lo rodea. Más tarde, cuando el pensamiento se aleja de los cuidados y preocupaclones inmediatos, el espíritu se expande y se abre a los amplios círculos de la conciencia. En las ciudades calurosas donde los hombres se amontonan, uno tiene necesidad de asirse a algo, a un salvador personal, a una linterna sostenida por mano firme y bondadosa, a una voz confortante en la oscuridad. Pero aquí uno no busca, uno sabe. El yo se desvanece. Existe un propósito místico en la Naturaleza con el que uno tiene que ver, pero remotamente, no individualmente".

"Uno podrá soñar aparte, pero no escapa de formar un todo con las semillas del pasto, los pequeños cantos rodados, y los desheredados".

Las Grandes Cataratas

Abraham Lincoln, cuando se detuvo a contemplar las Cataratas del Niágara, dijo: "Esto trae a mi mente el pasado brumoso, cuando Colón descubrió el Continente, cuando Cristo murió en la cruz, cuando Moisés guió a los israelitas al través del Mar Rojo; más aún, cuando Adán salió de las manos del Creador, entonces, como ahora, el Niágara rugía aqui... Más viejo que el primer hombre, el Niágara es hoy tan fuerte y tan fresco como lo era hace diez mil años. El mamut y el mastodonte vieron el Niágara y desde entonces, hace mucho tiempo. mucho, que en ningún momento se ha secado, se ha detenido, se ha dormido o se ha puesto a descansar".

John Wesley Hill escribe sobre esto mismo: "Estas reflexiones sobre el Niágara abrazan todo el tema de la Creación, la existencia de Dios, el misterio y el poder del Universo, la historia, la redención y el destino del hombre.. . Pues este reconocimiento de Dios en la Naturaleza requiere un paso hacia la realización de lo divino en los asuntos del hombre".

Es muy cierto; vosotros lo entenderéis si alguna vez tenéis la oportunidad de encontraros en la estupenda garganta que forma las cataratas Victoria en el África del Sur. Ahí el Sambesi, de la mitad del ancho del Niágara, despeña sus aguas a trescientos metros de profundidad en un abismo oscuro a sus pies.

Lejos de estaciones de fuerza, de tranvías y restaurantes de turistas, esta catarata poderosa hace mayor impresión en la imaginación.

El rugido que se puede escuchar a varios kilómetros de distancia nunca ha dejado de sacudir el aire desde que el mundo existe. Los pasajes zigzagueantes a trecientos metros de profundidad que el río ha cortado en sesenta kilómetros a través de roca sólida, deja ver el proceso de desintegración no de miles sino de muchos miles de años. Uno aprende ahí algo acerca de la pequeñez del hombre y de sus esfuerzos transitorios, peleando y haciendo alharaca por aquellas cosas que no valen la pena. Uno se da cuenta por pequeno e insignificante que sea, de la grandiosidad que le rodea, de que existe un creador, Dios.

La belleza de la Naturaleza

Muchos de los individuos que viven en las ciudades jamás llegan a darse cuenta o rara vez se dan cuenta de la belleza de la Naturaleza. Sus ojos están acostumbrados a ver escaparates, anuncios y gente, y a observar el lema de "seguridad ante todo".

Pero aquellos que en cierto modo han vivido en contacto con la Naturaleza y se dan cuenta de sus bellezas, pueden, cuando van a la ciudad, encontrar ahí girones de ella, aún en las callejuelas estrechas.

En cierta época de mi vida, tenía que cruzar el puente Westminster todos los días al alba y al crepúsculo, y casi no había día en que no me detuviera a contemplar, con intenso placer, la escena que formaban los grandiosos colores con que se visten la aurora y el crepúsculo, y los tintes gris perla y lila de las sombras borrosas y las siluetas que allí prevalecían gracias al humo del viejo Londres tan querido.

Un hermano mío artista, de hecho se trasladó a New Castle para pintar el humo y el vapor que forma maravillosos efectos bajo la luz del sol y las nubes.

Las nubes mismas forman cuadros y algunas veces cuadros que hacen meditar. Todavía llevo grabada en mi imaginación una puesta de sol contemplada por mí hace treinta años en la selva sudafricana.

Despliegue grandioso como de entrada radiante que conduce a brillantes salones de oro. Puerta por donde entran los que "van al oeste".

¿Alguna vez una puesta de sol ha sugerido esta idea?

El hombre que me acompañaba estaba orando.

¿Por qué amo la pesca? No es únicamente por pescar. Gozo lo mismo cuando pesco algo que cuando nada pesco. Voy a pescar, no a coger pescados. Esto quiere decir que los alrededores son los que me atraen.

En medio de los exuberantes pastos de las praderas con sus tintes dorados y su perfume de ranúnculos, de las sombras oscuras de los árboles, uno se siente a solas con la Naturaleza. El chirriar de los insectos, el murmullo de las olas, el fantástico tamborileo de la agachadiza, el azulado pez rey, éstos y otros camaradas de la Naturaleza, se convierten en compañeros.

Pero existen algunas otras escenas aparte de éstas. Shakleton tenía una idea distinta cuando dijo que el escenario de la campiña no era todo.


Kanchinunga

"Eso está muy bien para almorzar cordero asado con mantequilla, pero existe otra clase de escenario que reta a lo que hay de mejor en el alma humana. Es imposible describir lo que significa para un explorador que marcha en medio de la neblina por terreno desconocido y repentinamente la neblina desaparece y se encuentra que tiene en frente montañas que jamás han sido vistas antes por el hombre".

Pues bien, en esto también estoy de acuerdo con él. Amo la belleza casera de la campiña inglesa lo mismo que amo las vastas planicies y la sucesión de cordilleras de África del Sur.

Amo las aguas torrenciales y los bosques espesos del Canadá; pero más me han sorprendido las profundidades de las barrancas, las alturas de los picos de los Himalayas y la grandiosidad de sus crestas cubiertas de nieves perpetuas, que se elevan muy por encima del mundo, y que jamás han sido holladas por planta humana, llegando a la vez hasta lo más elevado, lo más preciado, lo más cercano al cielo.

Excursionismo

"Con un palo de escoba a guisa de caballo
Uno puede ir a donde le venga en gana".

Tal vez diréis: "Sí, pero ¿adónde voy a encontrar yo las montañas, los océanos y los bosques? ¿Cómo voy a ver y comprender estas maravillas de la Naturaleza y su mensaje?".

Pues bien, casi podéis alcanzar todo esto en vuestro propio país si abandonáis la ciudad y sus suburbios y vais al campo, a los bosques y las praderas, con vuestra mochila sobre la espalda y vuestro bordón en la mano, o llevando vuestra tienda de campaña, vuestra manta y vuestros útiles de cocina y sobre todo la Libertad. Gozando del aire libre que Dios nos ha dado, de preferencia en excursiones es decir, caminando al través del país y llenando el espíritu de las glorias que brindan el cielo, la tierra y el mar, gozando de los colores tan variados del bosque y del campo, aspirando el perfume de las flores y del heno, escuchando la música de los arroyos y de los pájaros, y el murmullo de la brisa, familiarizándose con los animales y sus costumbres hasta sentirse uno camarada de ellos, y "parte" del gran esquema de la Naturaleza.

David Grayson escribe en The Friendly Road: "De tiempo en tiempo es costumbre de estos 'Samurai' apartarse del resto de los hombres y con su mochila a la espalda irse al desierto o a las estepas del Ártico. Estoy convencido de que todo hombre necesita cambios como éstos; una oportunidad de meditar y obtener un nuevo aspecto de la vida, una nueva elevación hacia Dios. Pero no son para mí ni las estepas Árticas, ni el desierto. Prefiero el 'Camino Amigable' y la gente que vive a su vera".


Cómo deseo poder ser Rover de nuevo, y capaz de ir de excursión con uno o dos compañeros del mismo modo de pensar y de pisadas del mismo largo.

"Excursión es una vieja palabra inglesa que aún sobrevive en muchos dialectos locales. Su significado es: Caminar muellemente".

EL CUERPO HUMANO COMO ARTÍCULO EN EL ESTUDIO DE LA NATURALEZA

Aparte de los bosques y los campos, no es necesario ir más allá de uno mismo para principiar el estudio de la Naturaleza. ¿De dónde proviene uno? Una pequeña simiente para formar el cuerpo humano con su carne, sus huesos, sus músculos y semejanza con los propios padres, además de fuerza y voluntad para obedecer la propia mente.

El cuerpo humano es un mecanismo admirable en todas sus partes. Ved el ojo, un aparato, el más delicado y maravilloso. más allá de lo que cualquier hombre pudo imaginar. Proporciona información instantánea a la mente sobre las cosas cercanas o lejanas, feas o bellas, y respecto a sus colores y forma. Lee estas páginas y de las palabras aquí impresas, transmite pensamientos al cerebro para que éste los acomode almacenados, para usarlos más tarde cuando sea necesario.

Tocad este libro, con uno de vuestros dedos y pensad qué acción tan sencilla y sin embargo, qué maravillosa.

El ojo telegrafía al cerebro: "ahí está el libro, a tal distancia", y el cerebro ordena a los músculos que muevan el brazo, la mano y por último el dedo para que lo toque. Los nervios en la punta del dedo telegrafían de regreso al cerebro que han cumplido la misión, indicando si el libro está frío o caliente, si es áspero o liso, etc.

Preguntad al ateo ¿Quién inventó y construyó esta maravillosa máquina? y no solamente un espécimen, sino millones de este mundo maravilloso. Todas parecidas hasta en el más insignificante detalle, pero ninguna exactamente igual ni en mente ni en cuerpo ni en apariencia. Colocad vuestro dedo sobre vuestro pulso, es decir sobre la arteria que pasa por la muñeca de vuestro pecho. Ahí encontraréis la actuación maravillosa de vuestra sangre que, purificada y bombeada corre constantemente por vuestras arterias.

Pensad en vuestras arterias distribuidas por todas las partes de vuestro cuerpo llevando a ellas la sangre que después impura, regresa por las venas al corazón para ser limpiada por los pulmones con el oxígeno del aire.

Y este trabajo hecho constante y regularmente sin que signifique el menor esfuerzo de nuestra parte; no importa que vosotros estéis dormidos o andando, el corazón ejecuta su obra sin cesar.

SECCIÓN DEL CORAZON HUMANO EN PALPITACIÓN

El corazón abre sus válvulas para recibir la sangre de las venas. El corazón cierra sus válvulas grandes para impulsar la sangre por una válvula pequeña a las arterias.

Si el corazón se pusiera en huelga y dejara de trabajar siquiera por un minuto, morirías. Tiene sus hilos de telégrafo, que son los nervios, que transmiten los mensajes del cerebro en el mismo momento en que vuestros ojos o vuestros oídos envían el mensaje al cerebro. Así si vuestro oído en la mitad de la noche os avisa que alguien se desliza hasta vosotros con un cuchillo en la mano, el oído avisa al cerebro, el cerebro al corazón, y el corazón late con más violencia.

Asimismo, si vosotros corréis o subís una pendiente, vuestro cuerpo requiere mayor cantidad de sangre y vuestros pulmones ingieren mayor cantidad de aire que renueva la sangre. mientras el corazón trabaja con redoblado vigor.

Debéis mucho a vuestro corazón; vuestra salud, y vuestra vida dependen de que vuestro corazón cumpla su mision, sin embargo, multitud de personas no piensan lo que deben a su corazon.

El corazón cierra sus válvulas grandes para impulsar la sangre por una válvula pequeña a las arterias.

No es bueno para el corazón forzarlo artificialmente para hacer que sus válvulas trabajen más aprisa de lo que la Naturaleza requiere. Si se le forza con frecuencia, las válvulas se debilitan y no pueden conservar la sangre en renovacion, lo que ocasiona enfermedad. Por ejemplo, una persona bebe alcohol y hace que su corazón palpite con más violencia de lo usual; si continúa haciéndolo así, el corazón seguirá debilitándose más y más.

Si una persona fuma demasiado, sucede lo mismo, especialmente en el caso de los jóvenes que están creciendo, cuyos músculos del corazón no han adquirido la fuerza necesaria para soportar este esfuerzo.

En consecuencia, por fumar ignorando que esto hace daño al corazón, miles de muchachos destruyen su salud y su fuerza para el resto de su vida.

El dibujo anterior, muestra el maravilloso arreglo de las valvulas del corazón que trabajan una vez cada segundo.

Lo anterior está tomado del libro Life and Health del Dr. Shelley, que vosotros deberíais leer si desáis tener entonces informes completos, presentados en forma interesante, acerca de los diferentes órganos del cuerpo y cómo trabajan. En realidad su lectura es agradable. Lo siguiente no lo dice él, pero yo lo puedo asegurar, y es que un gran número de individuos que sobresalen corriendo o remando, se mueren jóvenes y enfermos del corazón, enfermedad ocasionada por el esfuerzo realizado en ejercicios ejecutados cuando eran demasiado jovenes.

Pasemos ahora al oído. ¿Habéis visto alguna vez el modelo del oído humano y la maravillosa maquinaria contenida en él, que a manera de teléfono envía los sonidos al cerebro?

Tomaría demasiado tiempo estudiar aquí en detalle este maravilloso aparato, pero el diagrama de un corte seccional del oído, os dará una idea de lo que es.

Pienso que si todo individuo estudiara un poco acerca de su propio cuerpo y cómo trabaja éste, rápidamente adquiriría una nueva idea del milagroso trabajo realizado por Dios en él, y se daría cuenta de que Él está constantemente activo en nuestro cuerpo y en nuestro cerebro.

Y cuando, como algunos de ustedes lo han visto, esos cuerpos maravillosos hechos por Dios, con todo su complicado, bello y ajustado mecanismo han sido aplastados, destruidos o mutilados por bombas y granadas, construidas por el hombre, en batallas ideadas también por el hombre, con todas sus villanías, uno siente que existe algo de malvado y profano en la guerra.

Observad las líneas de vuestra piel en la punta de vuestros dedos, con sus innumerables círculos y vueltas, sacad sobre un papel una impresión de ellas con tinta y examinadlas con un lente de aumento. Conseguid que millares de otras personas hagan lo mismo y encontraréis que no hay dos idénticas. Considerad cualquier parte de vuestro cuerpo y su maravillosa estructura, su sensación y cómo ejecuta vuestras órdenes. Y entonces principiaréis a daros cuenta de la maravillosa maquinaria viviente que os ha sido confiada para que la uséis de manera adecuada y sentiréis reverencia por vuestro cuerpo.


SECCION INTERIOR DEL OIDO HUMANO, INSTRUMENTO MARAVILLOSO Y DELICADO
El sonido entra por el tubo A y hace vibrar el pequeño tambor E, que a su vez hace que el martillo, hueso C, golpee contra el yunque, hueso D, y mueva el estribo, hueso E, que golpea un segundo tambor F. Aquí existe una especie de caracol G, lleno de fluido. Las vibraciones del tambor F agitan este fluido que, en la parte inferior de su tubo, toca una porción de pequeños cabellos. Estos al ser agitados tocan los nervios que telefonean el sonido al cerebro.

Naturaleza microscópica

Tomad una gota de saliva de vuestra boca y ponedla sobre un cristal en un microscopio , veréis que contiene cientos de pequeños animales vivos o gérmenes, de formas delicadas, parecidos unos a los otros, dotados de vida y acción, y poder para alimentarse y reproducirse.

Id al jardín cercano o parque y observad las plantas.

Tomad una hoja de las millares que contiene un árbol y estudiadla con un vidrio de aumento; comparadla con otras del mismo árbol o de la misma especie, a miles de kilometros de distancia. Ambas serán exactamente iguales en forma y contextura, y sin embargo, cada una tendrá una pequenistma diferencia que la individualice. También cada una tendrá su propio poder para respirar y alimentarse, para sentir calor o frío, salud o enfermedad. Cada planta nace, crece, se reproduce y muere como cualquier animal de los que existen sobre la Tierra.

Las posibilidades del electrón

¿Sabéis lo que es un electrón? Es una parte pequeñísima de electricidad que llega hasta nosotros del Sol a millones y millones de kilómetros de distancia. Es difícil describir su pequeñez. Tomad un átomo; el átomo es la partícula más pequeña de materia que existe. Es demasiado pequeña para poder ser vista y sin embargo, una burbuja de hidrógeno del tamaño de una letra de imprenta, contiene varios millones de átomos.

Y un átomo es mil veces más grande que un electrón.

El Prof. Arthur Thomson en Outlines of Science donde explica todo esto, demuestra que un átomo puede ser amplificado al tamaño de la catedral de San Pablo, en cuyo caso un electrón vendría a ser del tamaño de una pequeña bala. Esto nos hace pensar que existen en este mundo un sinnúmero de cosas pequeñas de las que no es posible darse cuenta y sin embargo, son maravillosas.

"Un electrón -dice sir William Bragg- puede mantener una existencia por sí solo, solamente a una velocidad de más de mil kilómetros por segundo. De otra manera, el electrón se adhiere al primer átomo con quien se cruza". Puede caminar de 16,000 a 160,000 kilómetros por segundo, o sea en otras palabras, podría darle la vuelta al mundo media docena de veces en un segundo. Esto en sí mismo es una maravilla, pero más maravilloso es cómo los hombres de ciencia han podido descubrir esto. Han ido más lejos, han encontrado que la septuagésima parte de un grano de radio produce treinta millones de electrones por segundo.

Tal es la inmensa cantidad de fuerza y energía que nos rodea. Esta ha sido descubierta últimamente. Todavía está por encontrarse quien pueda aparejarla para que sea utilizada por el hombre, en cuyo caso las condiciones de vida serán inmensamente diferentes.

Hace unos cuantos años nosotros no sabíamos nada acerca de la electricidad. Ésta ha sido descubierta de entonces para acá y usada con maravillosos resultados. Ha hecho posible multitud de cosas que nuestros abuelos considerarían como cosas del demonio, entre ellas la telefonía y telegrafía inalámbricas, y, sin embargo, existen. El descubrimiento de los electrones demuestra que aún las ideas de los últimos años son anticuadas con respecto a la naturaleza de la electricidad. ¿Quién podrá predecir los descubrimientos que se hagan en los próximos años?.

Sir W. Bragg dice: “La energía atómica abastecerá nuestras futuras necesidades. Quizás pasen mil años antes de que podamos aparejar un átomo, o quizás mañana tengamos ya las riendas en nuestras manos. Esa es la peculiaridad de la física, la investigación y los descubrimientos accidentales van de la mano.”

Qué oportunidad tan espléndida para el individuo que haga de los átomos, moléculas y electrones, su afición. Sería a la vez uno de los mayores benefactores de la raza humana, que el mundo haya contemplado jamás.

Las maravillas y los misterios de la Naturaleza no tienen límite. He aquí grandes oportunidades que se abren ante vosotros, miembros de las generaciones futuras. Existe valioso material en estudio, pero entre más estudiéis, más humildes os consideraréis en presencia de la obra del Creador.

Naturaleza telescópica

Ved hacia el cielo. Un aeroplano vuela muy alto, casi fuera de la vista. ¿Pero qué hay más allá?; ¿más arriba que el aeroplano?

Un espacio sin límite. Observad durante la noche con un telescopio y veréis que esos puntos pequeñísimos que denominamos estrellas, son soles inmensos, con planetas girando a su alrededor, exactamente como gira alrededor del sol nuestra Tierra, y media docena más de otros cuerpos semejantes, cruzan constantemente el espacio a grandes velocidades.

Muchas de estas estrellas están a tal distancia que la luz que nos viene de ellas (y vosotros sabéis lo rápido que camina la luz) toma 500 años y a veces más para llegar hasta nosotros.

Una de ellas pudo haberse hecho pedazos en tiempo de Enrique V, después de Agincourt, y su luz aún nos estaría llegando.

Contemplando los pequeños microbios y átomos que se ven por el microscopio y los vastos mundos que se observan por el telescopio, uno principia a darse cuenta de lo que significa el infinito, y si se piensa que todas estas cosas, grandes y pequeñas, trabajan en un orden perfecto dentro de un inmenso plan; las estrellas dando vuelta en sus órbitas al través del espacio sin límites, el nacimiento y crecimiento de nuevos volcanes en el mundo; la vida, reproducción y muerte en series constantes de las plantas; los gérmenes, los insectos y los animales, no puede uno menos que llegar a la conclusión de que tiene que existir una Mente y un Creador que gobierna todo esto.

El mundo animal

La vida animal está ahí, al alcance de vuestra mano, para que la estudiéis si queréis obtener un mejor conocimiento de las maravillas de la Naturaleza.

Existen pájaros de plumaje maravilloso y de mecanismo complicado, de pequeños huecesillos que les permiten volar, de enorme ingenio para construir sus nidos e instinto migratorio para viajar por medio mundo, y a ciertos lugares cada año. Ahí tenéis las abejas, modelo de colonia socialista donde todos trabajan para el bien común, con una maravillosa división de ocupaciones y sentido de disciplina.

¿Podríais conseguiros un amigo dueño de un colmenar que os pudiera permitir daros cuenta de lo maravilloso de su estructura? De esa manera podríais ver por vosotros mismos, cómo las abejas juntan la miel y hacen la cera tomándola del polen de las plantas y mezclándola con su propia saliva; cómo las constructoras forman con ella celdas exactamente de la misma forma y del mismo tamaño, ligeramente inclinadas cuando en ellas hay que depositar miel tomándola de las flores, llegan y las llenan con ella para alimentar a la cornunidad; cómo la reina deposita sus huevos en las celdas criaderos, donde las nuevas son alimentadas por las nodrizas; cómo las sopladoras colocadas en líneas especiales conservan la colmena ventilada por medio de sus alas y cómo las centinelas y guardias no permiten la entrada a los intrusos.

La mente

Entre los grandes animales, ya sean éstos salvajes o domesticados, focas o panteras, caballos o perros, se encuentra que son sagaces; todos tienen mente y memoria para dirigir sus facultades.

No sólo la madre humana ama a sus hijos.

La tigresa ama igualmente a sus cachorros y la perdiz a sus polluelos.

También el macho protege a la hembra, lo mismo sea un mono, que un jabalí o un pez; y son tan valientes y caballerosos como cualquier caballero de la antigüedad.

He visto a los animales sacrificar sus vidas para proteger las de sus vástagos, con tanto arrojo como cualquier soldado defendiendo su hogar o su país.

Quienquiera que ha sido dueño de un perro, sabe cómo defienden estos animales a sus amos y sus cosas, aún a costa de sus vidas, sin esperar recompensa alguna, sólo por amor a él.

Uno puede darse cuenta por sus acciones cómo gozan al expresar su afecto. Son felices al cumplir con lo que se les ordena y ejecutar pequeños trabajos para su amo.

El hombre también posee todos estos atributos, tiene mente y memoria, valor y caballerosidad, afecto y felicidad, cosas que poseen los animales, pero él las tiene en mucho mayor grado. Las puede usar con mayor ventaja.

El Alma

Como hombres tenemos sobre los animales el poder de reconocer y apreciar las maravillas y las bellezas de la Naturaleza. Podemos admirar las glorias de una puesta de sol, la belleza de las flores y los árboles, la majestad de las montañas, la luz de la luna y los paisajes.

Pero más que todo esto, podemos construir cosas que es más de lo que los animales pueden hacer; muchos pueden pintar, otros pueden escribir poesía y otros pueden hacer música. Esto es lo que tenemos de más sobre los animales para gozar de la vida.

De todo esto se deduce que también debe esperarse algo más de nosotros que de un árbol o de un animal cuyas facultades son limitadas, algo más que gozar del sol, como ellos lo hacen.

El hombre tiene inteligencia y manera de usarla. Pero ésta se malgasta si no es usada o es mal usada, por ejemplo cuando en vez de trabajar en el vasto universo que nos rodea, creado por Dios, nos dedicamos a pelear con el vecino de al lado por alguna cosa sin importancia, relativa a la política o a creencias.

Pero es curioso que se haya dispiitado y peleado en el mundo más a causa de la religión que por cualquier otra causa. Esto más que curioso es ridículo; sin embargo, es verdad que entre más apreciamos nuestras creencias religiosas, más intransigentes nos volvemos con respecto a las ideas religiosas de los demas.

Nos olvidamos de que todos somos hijos del mismo Padre, y que debemos ocuparnos en hacer Su Voluntad, aún cuando sea por distintos caminos.

Hay algo, sin embargo, que es seguro, y es que Dios no es un ser de mente estrecha como algunos parecen imaginarlo, sino un amplio espíritu de Amor que bendice a todo aquel que trata en verdad de hacer cuanto puede por lograr el bien, de acuerdo con su conciencia y en Su Servicio.

Conciencia

¿Cómo se puede mejor servir a Dios con la inteligencia y demás facultades que nos ha dado?

Si hay duda, hay que consultar a la Conciencia, es decir, esa voz que Dios ha puesto en nuestro interior. Ella nos dice en seguida lo que de nosotros se requiere que, en general, será prestarse a servir de buena voluntad y con generosidad. Los animales pelean y gruñen, "los perros encuentran placer en ladrar y morder; tal es la Naturaleza", pero no pueden elevarse a tener miras amplias, a ser caritativos, a ayudar a los demás y ser bondadosos. En cambio, los hombres pueden hacer todo esto si se lo proponen. Es decir, el hombre obtiene su verdadera posición cuando ejerce el divino amor que lleva dentro de sí, en el servicio al prójimo.

Amor

En la India con frecuencia se ven fakires que, por cumplir una promesa, llevan un brazo en alto y jamás lo utilizan. Ese brazo se seca y después muere. De la misma manera la chispa divina del Amor, que existe en todo hombre, si no se ejercita se desperdicia y muere; pero si se le pone en práctica, crece más y más, se fortalece y se hace más exuberante cada día.

Servir, es hacer a un lado el placer o la conveniencia para tender la mano al necesitado. Y si se practica el servicio a los demás día a día, lo mismo en las cosas pequeñas que en las grandes, se va desarrollando esa chispa de amor que todos llevamos en nuestro interior y se hace tan fuerte que lo conduce a uno con alegría al través de las dificultades y las penas de la vida; se eleva uno sobre ellas, se llena uno de buena voluntad hacia los hombres, y la Conciencia, esa voz interior, le dice a uno: "¡muy bien!".

Ese Amor es como Misericordia que Shakespeare describe como poseedora de esta doble cualidad: Es una bendicibn para el que la otorga al igual que para el que la recibe. El amor es "ese algo de Dios" que todo hombre posee: Es el Alma.

El hombre, entre más prodiga amor y caridad a sus semejantes, más desarrolla su alma.

El prof. Drummond en su trabajo Natural Law in the Spiritual World, sugiere que es ahí donde el hombre encuentra la oportunidad para alcanzar lo que se conoce por vida eterna; en una parte de Dios. Es ahí donde el hombre encuentra la alegría de cooperar en la obra de Dios. Es ahí donde encuentra la felicidad celestial, desde luego.

No hay en todo esto ninguna superstición como lo sugieren los ateos. Son hechos que están al alcance de todo hombre, pobre o rico, para que pueda gozar siempre y cuando se conduzca por el buen camino.

Un paso en la consecución de este fin es la lectura de la Biblia, y conocer la historia de lo que Dios quiere que el hombre haga, ejecutando después este deseo por medio de la buena voluntad y la ayuda al prójimo, convirtiendo al hombre en un ser mejor y conduciéndolo salvo alrededor del escollo del ateísmo en su viaje hacia la felicidad.

No penséis que por lo que he dicho en este capítulo estoy tratando de convertiros a una nueva forma de religión, pues no es esto lo que yo pretendo.

Solamente estoy desarrollando la idea de que vosotros, los que leáis estas páginas, tengáis una idea más profunda de la religión si no la tenéis, o si algún ateo está tratando de arrebatárosla. Sólo sugiero que se puede obtener un mejor conocimiento de Dios por el estudio de la Naturaleza, que por medio de los libros. Lo he podido comprobar en muchos casos entre los hombres de los bosques, los marinos, los soldados y los exploradores que no tenían otra manera de ponerse en contacto con la religión.

Si vosotros encontráis que este método no os ayuda, el siguiente paso será hablar con un ministro de la religión, que os coloque en la senda correcta para obtener los verdaderos principios religiosos.

ESTUDIO DE LA NATURALEZA
Incluye

MARAVILLAS DE LA NATURALEZA ESPIRITU DE LA NATURALEZA BELLEZAS DE LA NATURALEZA
De los gérmes microscópicos al infinito en la Astronomía.
Historiaz de la Geología del mundo.
Evolución.
Reproducción.
0rden de la Naturaleza.
Vida.
Instinto y vida animal.
Amor de madre.
Caballerosidad masculina.
Protección y ayuda.
Autosacrificio por el bien común.
Forma, color, sonido y ritmo de la Naturaleza.
Belleza en el arte.
Autoexpresión e instinto en el arte y en el drama.
Goce de la belleza.
Transmisión del goce a los demás.
Felicidad.

Amor
DIOS
A nuestro alrededor y dentro de nosotros
SERVICIO DE DIOS
Por tanto significa lo siguiente

Reproducción saludable dentro del esquema de la Naturaleza. Gozar de la vida y proporcionar felicidad a los demás. Amor desinteresado y servicio al prójimo.

PENSAMIENTOS GUIAS DE FUENTES DIVERSAS

Ser bueno es una cosa, hacer el bien es mejor.

Muchos observan el natalicio de Cristo, pero muy pocos sus preceptos. Es más fácil guardar los días de fiesta, que los mandamientos (Franklin).

El estudio del Libro de la Naturaleza es la verdadera clave de la revelación (Bacon).

La muerte de Cristo y su resurrección son un llamado que se nos hace para morir al pecado y resucitar a una vida nueva: En este mundo y ahora mismo.

Aún cuando vendiérais todos vuestros bienes y los distribuyéreis a los pobres, si no tuviereis caridad de nada os serviría. La caridad es paciente y bondadosa; la caridad no envidia, no se envanece ni se hincha, no se comporta torcidamente, no busca su provecho, no es provocada fácilmente, no piensa mal, no se regocija en la iniquidad, sino en la verdad; soporta todo, cree todo, espera todo (1 Cor. xiii)

Dios no es un amigo que sólo piense en nuestra posición religiosa, por el contrario. Él es una ayuda y un estímulo, si nosotros le vemos como a un amigo bondadoso que se interesa lo mismo por nuestros juegos, nuestro trabajo o nuestra afición de coleccionar estampillas (The Heart of Schoolboy).

La reverencia es una garantía de liberación de malos juicios, de amistad hacia el prójimo, de reverencia a los dioses (Marco Aurelio).

Puedo comprender que un hombre que pone su vista en la tierra sea un ateo; pero no puedo comprender que un hombre que levanta su vista al cielo en una noche serena, pueda decir que Dios no existe (Abraham Lincoln).

El hombre que es ciego a las bellezas de la Naturaleza pierde la mitad del placer de la vida.

Sed parte en el equipo de Dios.

La Naturaleza es una escuela donde las diferentes inteligencias aprenden diferentes cosas: Uno expresará su concepción de la Naturaleza por la poesía, otro par la pintura, pero todos con Amor tranquilo.

Lord Avebury dice en su introducción a Marvels of the Universe: "Vivimos en un mundo maravilloso y bello; un mundo que es de suma importancia comprender, pues es peligroso, si no es que fatal, el mal interpretarlo. No existe animal o planta que no retribuya, no digamos la atención que se le ponga durante una hora sino aún la devoción de toda una vida. Muchas veces he sentido pesar de pensar cuánta felicidad desperdician mis semejantes por su ignorancia de la ciencia. Si hay alguien triste es porque quiere. Todo bosque, todo campo, todo jardín, todo riachuelo, todo estanque, está lleno de interés para aquel que tiene ojos y quiere ver".

Dos cosas llenan mi mente con siempre renovada sorpresa entre más y más medito profundamente sobre ellas: la bóveda estrellada que tengo sobre mi cabeza y la ley moral que llevo dentro de mí (Emanuel Kant).

Amarás al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia. Éste es el primero y más grande de los Mandamientos.

Y el segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a tí mismo.

Sobre estos dos mandamientos descansa toda la ley y los profetas (Mateo xiii, 37).

LIBROS ÚTILES

Año Litúrgico.

Vida de Cristo. Fray Justo Peón de Urbel.

The Wonder of Life. J. E. Thompson.

Vida de Cristo. Remigio Vilariíio.

Weekday Christianity. P. B. Clayton and L. G. Appleton.

Vida de Cristo. P. Salgado.

Jesus of Nazareth. Bishop Gore.

The Greates Story ever Told. Fuller.

The Jesus of History. T. R. Glover.

Ortodoxia. Chesterton.

Outspoken Essays. First Series. Dean Inge.

God’s Plan. Bishop of St. Albans.

El Cristo de Nuestra Fe. Kosters.

La religión demostrada.

Dios y el Grupo Scout Abierto. J. Thurman.


SUMARIO

Resumiendo en unas cuantas palabras todo lo que he dicho en las páginas anteriores.

Vosotros deseáis tener éxito en la vida.

El éxito no consiste en ganar dinero y poder, como en obtener Felicidad.

Muchos jóvenes van a la deriva en medio de la multitud, el azar, y jamás obtienen la felicidad. Hay que ser activo y no pasivo. No hay que dejarse llevar de la corriente. Hay que seguir una senda propia, hay que remar la propia canoa, pero hay que tener cuidado de los escollos; para evitarlos, hay que cultivar algunas cualidades.

ESCOLLOS
(Por la tentación de la multitud)

 

ANTIDOTOS
(Por el esfuerzo individual)

Caballos, apuestas, falsos deportes.
Vino y otras formas de autocomplacencia.
Mujeres, peligros de una actitud errada y bendiciones de la actitud correcta.
Extremistas en política. Irreligión, etc.
Aficiones activas. Ganar dinero.
Dominio de si mismo. Carácter.
Caballerosidad y salud de mente y de cuerpo.
Servicio al prójimo por Dios.

Si tenéis esto por vuestra meta y tratáis de llegar a ella practicando estas salvaguardas, en vez de dejaros llevar por la corriente entre los escollos, obtendréis éxito y felicidad.


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