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Roverismo hacia el éxito. Escollo 4.

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ESCOLLO NÚMERO CUATRO

CHARLATANES Y PRESUNTUOSOS

CHARLATANES Y PRESUNTUOSOS

El lado sombrío de este escollo es el peligro de caer en las garras de los charlatanes, los descontentos, los presuntuosos y los extremistas.

El lado luminoso es el desarrollo de la autoeducación y servicio a la comunidad que contrarresta el señuelo de la charlatanería.

Charlatanería

El cuclillo tiene sus imitadores humanos en los charlatanes. El charlatán político es el persuasivo jefe de rebaño.

El balancín industrial.

El creador de huelgas en la industria.

Necesitamos Evolución y no Revolución.

La educación general es muy necesaria.

El peligro de convertirse en charlatán ambicioso.

El charlatán "snob".

El pedante efusivo.

Autoeducación

La salvaguarda contra los charlatanes que pueden llevarlo a uno a la ruina o absorberlo, es la autoeducación.

Libros y cómo leerlos.

Los viajes como medio educativo.

La autoexpresión en el arte.

La autoexpresión en la palabra -con algunas sugerencias.

Materias de autoeducación para el servicio civil.

El servicio deberá ser vuestra mesa al aceptar cualquier puesto público.

El servicio civil y cómo prepararse para él.

Cómo está constituido nuestro gobierno nacional.

El Imperio y sus dos fases.

Lo que el Rey significa para el Imperio.

Relaciones Internacionales.

Privilegios y oportunidades de la ciudadanía extensiva a todos.

Puntos de meditación

Libros útiles

Charlatanes y Presuntuosos

Cómo un charlatán impone su voluntad sobre los demás

¿Habréis observado un cuclillo en pleno trabajo? Parece en parte un explotador y en parte un comunista. Cuando va a poner un huevo, no se toma el trabajo de construir su nido, busca a su alrededor el nido de otros pájaros, de preferencia el de la inofensiva alondra de la pradera. Cuando encuentra uno de estos nidos, se introduce en él sin importarle las protestas del dueño, toma con el pico uno de los huevos de la alondra, y en su lugar coloca el suyo. Después vuela hacia el árbol más cercano donde engulle el huevo que se ha robado La alondra por su parte acepta sumisa esta obligación que le ha sido impuesta y hace el resto, empollando el huevo del cuclillo entre los suyos. El resultado es un espantoso polluelo que aún antes de abrir los ojos, ya está menospreciando a sus companeros de nido y, finalmente, los echa fuera uno por uno, hasta quedarse con todo el nido para él solo, y el servicio total de los padres alondra para su manutención, etc.

Todos conocemos la voz insistente con que el cuclillo se hace escuchar sobre los demás pájaros. Pero esto no sólo sucede en la vida de los pájaros, también tenemos nuestros cuclillos humanos.

El cuclillo humano

El cuclillo humano es generalmente una especie de persona superior que no acepta otro punto de vista en un asunto que no sea el suyo. Es el egoísta que siempre desea hacer su voluntad: que se aprovecha del trabajo dc los humildes para beneficio propio, y desaloja aquellos que se interponen en su camino y le impiden hacer su voluntad. Los cuclillos humanos aparecen en distintas formas, los venáticos (extravagantes), los politicastros, los intelectualoides, los snobs de sociedad y cualquier otro extremista.

Los dos peligros que hay con estos cuclillos son

El uno, que se puede ser inducido a seguirlos; el otro, el de convertirse en uno de ellos.

El orador populachero

¿Habéis visto alguna vez atraer a los patos silvestres a una trampa?

Pues esto se realiza enviando a un perro amaestrado a hacer ridículas piruetas a la orilla de un arroyo que conduce al túnel donde se ha colocado la red que constituye la trampa. La parvada, en otros aspectos sensata, no resiste seguir al animal novedoso que tiene delante y así, en parte voluntariamente y en parte contra su voluntad, nada hacia su tumba.

¿Habéis estado alguna vez en viernes en el mercado Caledonian de Londres? Ahí se pueden ver expertos de todas clases vendiendo mercancías; no son mercaderes ordinarios, son profesores en el arte. Hablan y gesticulan de tal manera que hieren el oído y el ojo del transeúnte y finalmente se apoderan de él, como el perro lo hace con los gansos.

A punto estuve de verme atrapado en su red cuando pasaba por aquella comunidad tan transitada.

De hecho sólo buscaba unos candelabros de bronce para mi chimenea. Fui atraído, como muchos otros, al lote número cuatro. Nada tenía que ver con candelabros, simplemente había sido hipnotizado por el vendedor para hacerle una oferta sobre su mercancía. Todo el lote no contenía nada que me fuera de la menor utilidad excepto una vieja silla de montar, una lima y un par de frenos ya muy usados.

Pero tal fue el poder de aquel hablador, que apenas pude escapar de sus garras corriendo para ir a caer en las de otro tan persuasivo como éste, quien se encontraba a la vuelta de la esquina y vendía cortinajes de punto.

Y ahí por poco caigo de nuevo. No porque tuviera necesidad de las cortinas, sino porque aquel hombre decía que tema mucha prisa y que habiendo empacado todas sus cosas, accidentalmente se habían quedado afuera aquellas cortinas y prefería venderlas a cualquier precio, que tener que deshacer sus paquetes de nuevo, pero lo curioso era que, un minuto después, volvía a estar en la misma prisa y ofrecía la misma oportunidad maravillosa.

Por fortuna pude también escapar caminando en dirección opuesta. Pero habiendo regresado una hora después, lo encontré todavía vendiendo sus cortinas como pan caliente, porque seguía en la misma desesperada prisa y apremiaba a la gente también a llevárselas de prisa, aun cuando posiblemente tuvieran que arrepentirse después con toda calma.

Esto mismo pasa con el orador político, de voz chillona, que embauca en un momento a la multitud de jóvenes inexpertos, que lo escuchan con la boca abierta, porque jamás se han tomado el trabajo de investigar el lado opuesto del asunto sobre el cual este individuo está despotricando. Caen como si fueran ciruelas maduras al sacudir un árbol, listos para seguirlo y aprender la Internacional o el grito de ¡Abajo el Imperialismo!, si es que está predicando el comunismo o tirándole al imperialismo agresivo. Hipnotiza a la multitud pero no deslumbra al individuo que no está dispuesto a dejarse llevar por lo que hacen los demás. No es solamente el orador el que atrapa a los que le escuchan sin reflexionar, también hay escritores que hacen lo mismo y quién sabe por qué, pero cuando uno ve una cosa en letras de molde, se imagina que debe ser verdad. De manera natural, se toma por el evangelio, lo que se lee en los periódicos hasta que, investigando, viene uno a darse cuenta de que aquella era la opinión de un hombre que escribe para ganarse la vida o para apoyar ciertas ideas.

También existen escritores de reputación que han estudiado cuestiones de importancia y que dicen haber puesto el asunto en claro para que lo entiendan aquellos que no tienen la oportunidad de profundizarlo.

Pero aún éstos cometen errores o son parciales y aptos para pintar con bonitos colores lo que prefieren y por eso no hay que fiarse enteramente de ellos. Cuando escriben sobre una materia, está bien leer lo que alguna otra autoridad, igualmente competente, ha dicho sobre el mismo asunto.

También existen las serpientes que se arrastran por el suelo, aquellos individuos que se apoderan de uno por medio de una conversación oportunista en que exponen grandes ideas o con el señuelo de clubs atractivos o de "hermandades" que suenan muy bonito. Hay muchos de éstos en el mundo, así pues tened bien abiertos, por lo menos, un ojo, vuestros dos oídos y todo vuestro entendimiento.

Cada uno de estos cuclillos o víboras tienen su objetivo particular para atrapar a los jóvenes que se destacan. Algunas veces este objetivo es inofensivo, pero con más frecuencia lleva alguna mala intención.

El Balancín

Los puntos extremistas que la gente da sobre un asunto, son los extremos de un balancín. Son los cuclillos que hacen el ruido y atraen la atención de la parvada. Por fortuna para las naciones existe un grupo de hombres de sentido común colocados entre los dos extremos, quienes aunque no hablan fuerte, meditan los asuntos. A ellos pertenecen los trabajadores sensatos, los patrones humanos y los benefactores públicos; en otras palabras, la ciudadanía limpia que trabaja porque unos toleren a los otros para el bien de la comunidad. Es el elemento sólido que sirve para mantener el equilibrio entre los dos extremos

Evolución y Revolución

La verdadera evolución, es un asunto de mucha trascendencia, que afecta todas las ramas de la vida pública y privada y que requiere un estudio y trato cuidadosos por parte de los hombres desinteresados si ésta ha de ser una bendición y no una maldición para el público en general.

Los hombres maduros que han vivido lo suficiente para darse cuenta de lo que pasa en el mundo se sienten inclinados a preguntar a los extremistas qué es lo que ellos colocarían en el lugar de los gobiernos actuales. Reconocen que el progreso en dirección conveniente se hace constantemente en forma callada y que eso es la Evolución, un desarrollo natural, ya que una nueva constitución hecha a vapor, nunca puede ser estable.

Los retoños son demasiado impacientes.

Una vez, vivi con un misionero en un lugar insalubre del Africa Occidental. Era el cuarto ocupante de aquel puesto en cuatro años. Sus predecesores habían muerto o habían sido obligados a retirarse a climas más sanos. Le pregunté si él realmente pensaba que su trabajo pudiera ser suficientemente útil, ya que. viendo alrededor, se podía uno dar cuenta del pequeño efecto real que el cristianistno tenía sobre aquellos nativos a quienes se les había inculcado con tanto sacrificio. El me explicó que no esperaba ver resultados tangibles. pero que sentía que la buena semilla sembrada en la generación actual, aun cuando permanecía enterrada, poco a poco iba echando raíces y saldría a la superficie en la próxima generación, dando flores y frutos en las generaciones venideras.

Sin duda tenía un buen espíritu para dedicarse a la tarea que le estaba encomendada.

Si esta clase de espíritu lo pusiéramos nosotros en nuestros esfuerzos para mejorar las condiciones de nuestro país, los efectos, probablemente, al final tendrían mucho más éxito.

Pero los extremistas, generalmente prefieren exhibirse en vez de trabajar en la oscuridad poniendo los cimientos.

Libertad de pensamiento

La libertad individual está bien mientras no interfiera por el bien de la comunidad en conjunto.

Todo el mundo tiene derecho a sus propias opiniones, pero es necesario que exista un límite. Todos estamos de acuerdo con el verdadero socialismo honesto, en sus esfuerzos por acabar con las lacras de nuestra presente civilización, que existen en casi todos los países; donde los seres humanos aún cuando sin culpa de ellos, están condenados a vivir una existencia de miseria y mugre debido a una organización deficiente y a condiciones defectuosas. Todos creemos que todo ser humano, colocado por Dios en este mundo, debe tener una oportunidad de gozar y sacar el mayor fruto de esta vida, sin ser obstaculizado por las circunstancias adversas creadas por el hombre que conducen a la pobreza. Pero todo el trabajo de todos los cuclillos del mundo, jamás pondrá fin a esta situación, como tampoco lo lograrán todas las leyes que editen los parlamentos. Éste es un asunto de buena voluntad y cooperación de todas las clases sociales para ayudar a nuestros hermanos más desvalidos a salir de su situación, principalmente, otorgándoles una educación adecuada que los conduzca a la carrera que deban seguir, y formándoles el carácter.

Gobierno Nacional

He estado en Rusia y en casi todos los países civilizados del mundo y me parece que no hace mucha diferencia, para la felicidad del pueblo, el que el país sea gobernado por un Rey o por un Presidente. De hecho el Presidente de los Estados Unidos tiene más poder autocrático en sus manos y sobre su país, que el Rey de Inglaterra tiene sobre la Gran Bretaña.

El Rey, de acuerdo con nuestra constitución, no gobierna, sino sólo conserva el gobierno dentro de sus lineamientos constitucionales. No tiene poder para declarar la guerra y sin embargo tiene gran autoridad para conservar la paz. No es elegido por ningún partido pólítico en particular, sino que sube al trono por sucesión, adiestrado para ello desde su juventud y sin ningún interés o fobia política. La objeción principal que se le hace, es que un Monarca es muy costoso para el Estado.

Pero tal caso es el mismo para cualquier cabeza de gobierno de cualquier país; y en la Gran Bretaña esto no es en realidad así, porque el Rey tiene fondos privados suyos, de los cuales hace uso.

En algunas Repúblicas, el Presidente es electo por su propio partido político; en otras llega a la Presidencia por la fuerza de las armas y en muchas otras el Presidente y su gobierno no parecen estar en el poder sino para sacar el mayor provecho de él mientras dura. Nosotros también hemos visto dictadores subir al poder en países donde el pueblo, por sus diferencias interiores, no formaba una nación que pudiera contar en el mundo. Donde estos dictadores han sido hombres de dotes excepcionales, han realizado trabajo de importancia, regimentando a su pueblo y consolidando su nacionalidad. Pero esto ha significado restricción de la libertad de sus súbditos, para obtener la meta. En la Comunidad de Naciones Británicas, nuestros diversos Estados se gobiernan a sí mismos, democráticamente, por medio de políticos de pueblo respectivo.

El trabajo en la Gran Bretaña

En la Gran Bretaña los trabajadores, además de constituir un partido político, se han podido levantar por sus propios méritos hasta formar una institución nacional dirigida exclusivamente por hombres sinceros y con visión del futuro. Sus miembros se han visto obstaculizados por los extremistas que, como chacales, han andado aullando a su alrededor tratando de recurrir a métodos más violentos. Pero son británicos, y este es el punto que los chacales, procedentes en su mayor parte de otros países, no entienden.

Hoy en día se estimula seriamente la educación en las generaciones venideras, por la necesidad existente de que éstas tengan por igual instrucción y carácter, si es que la mayoría de la población ha de poder gozar de la vida.

Por fortuna los jefes socialistas, lo mismo que los que encabezan a los trabajadores, se dan perfecta cuenta de esto, como se la dan todos aquellos que en alguna forma han trabajado por su país y por sus conciudadanos. Cualesquiera que sean sus diferencias, todos están de acuerdo en este punto y todos lo consideran de primera importancia: Que la educación conduce a la ciudadanía.

Esto ya se está alcanzando gracias a la mutua buena voluntad y cooperación, dos cualidades en la clave de la prosperidad y la paz futura de nuestro pueblo.

Sin embargo no está bien sentarse a esperar a que las universidades vengan hasta uno o esperar que la universidad lo haga todo cuando haya venido hasta uno. Cada individuo por sí mismo puede adquirir una educación considerable, si se decide a conquistarla.

De aquí el que haya escrito este libro.

El cuclillo ambicioso

Como ya lo he dicho, además del peligro de ser absorbido por los rimbombantes oradores, existe el peligro de convertirse en uno de ellos.

Este grupo de hombres, mientras son jóvenes, se creen la gran cosa como políticos, poetas, pensadores, oradores, artistas y otras cosas por el estilo. Yo también fui un real cuclllo: lo mismo que ellos, deseaba convertirme ya fuera en un socialista de hueso colorado o en un devoto misionero, y por de pronto usaba una corbata verde con rayas rojas.

En el libro Enchanter’s Nightshade que hay que leer si a uno le gustan las historietas sobre la filosofía de la diversion, que entraña una deliciosa excursión a pie, escrito por J B Morton, dice lo siguiente respecto de un turista que entra en contacto en el camino, con un agente viajero de comercio. El A. V. dice: "Estoy contento con mi trabajo, representa algo más que el estar gritando y alabando la mercancia en una tienda del mercado. La tienda misma es algunas veces digna de verse. Yo viajo mucho, veo nuevos lugares y entro en contacto con muchas personas. No deseo estar atado dentro de una jaula para hacer mi trabajo. Soy un viajero y con frecuencia me olvido de la parte comercial. Algún día me despedirán, y entonces probablemente tocaré el piano en algún teatro. No tengo ambiciones. Todo lo que deseo es conocer la vida y vivirla hasta cierto punto".

"La ambición es una bendición mixta", afirmó el turista.

"¿Tenéis ambiciones? preguntó el A. V."

"Sí las tengo, respondió el turista. También las tienen mis compañeros. Todos deseamos hacernos de un nombre escribiendo".

El A. V. sonrió como lo haría un padre ante un niño listo.

"Eso es solamente una fase, respondió. Ya la he pasado. Me creí Paderewski; usé el pelo largo, jamás me cortaba las uñas; tenía hambre; leía libros morbosos, suspiraba de amor. Pero ya sobrepasé esa etapa conforme me he ido haciendo viejo".

"¿Y ahora es usted feliz?".

"Sí lo soy".

Y tenía razón. Un hombre, con la poca ambición de hacerse famoso o sobresalir, está poniéndose él mismo en el camino de la desilusión, combinada con la envidia, el odio y la malicia contra aquellos que le saquen ventaja en la carrera.

La ambición de hacer el bien es la única ambición que cuenta y que ayuda a obtener la felicidad.

Pero la ambición personal de que lo piensen a uno grande o excepcional, solamente crea pedantes.

Por ejemplo, no es difícil convertirse en un pintor futurista. Todo lo que hay que hacer es conseguirse una colección de colores fuertes, tener un dejo de locura, y combinar estas dos cosas en una tela. Pero si se es un poco cuerdo, no se puede conservar esa actitud por mucho tiempo. A poco hastía.

Falta de humorismo

G. K. Chesterton señaló el hecho de que el promedio de los cuclillos no tiene sentido de humorismo.

"Pocas personas", dijo, "parecen entender lo fantástico cuando se usa con lógica sobre el principio de la reductio ad absurdum. Por ejemplo, un hombre dice que no debe existir la propiedad privada de ninguna clase, que no hay nada que un hombre posea que no deba ser compartido con los demás. Pero si uno le dice: magnífico, ponga usted en práctica su propuesta comunista con su cepillo de dientes o sus pantalones; entonces contesta que no hay que introducir la burla en la discusión. Pero habría que contestarle que es él el que ha dicho un absurdo, el que ha hecho una broma, pero que la diferencia está en que uno puede ver la broma y él no".

No hay que pensar que yo he puesto este ejemplo sencillamente para indicar cierto partidarismo en política u otros asuntos. Los mismos absurdos se dicen del lado reaccionario. Por ejemplo, cuando el compañero común y corriente en el club o en la profesión, le dice a uno con toda seriedad, como una vez un caballero me dijo en un club: "Yo siempre combato al enemigo con sus propias armas", a lo que le repliqué:

¿Cuánto tiempo le toma a usted para picar a una avispa? o ¿A qué saben los caníbales? o alguna otra cosa por el estilo. En tales circunstancias el colega del club dirá que eso es fantasía, pero de hecho el fantástico es él.

Falta de reverencia

En The Times del 18 de febrero de 1922, "Lord Morley se lamenta de la decadencia que padece la reverencia en la democracia moderna y Lord Bryce en un trabajo recientemente publicado, expresa la misma ansiedad, aún cuando él cree que la reverencia resucitará en el futuro. Esperamos que así sea. La petulancia, la vanidad y el cinismo hacen a los hombres egoístas y desdeñosos. Se preguntan: ¿Quién nos podrá enseñar algo bueno? y no pudiendo encontrar una respuesta en sus cerebros, dejan de creer en la bondad. Cuando esto acontece, la reverencia desaparece y con ella toda esperanza de progreso moral o espiritual, queda destruida". El cuclillo tiene respeto por las ideas de los demás.

Yo estoy de acuerdo con Lord Bryce, la reverencia puede revivir, estoy convencido que la harán revivir aquellos jóvenes que ahora empiezan a vivir. Os toca a vosotros resucitarla.

Toca ahora su turno a los "Snobs"

El snobismo es la causa del presente desasogiego social que está dañando a las naciones.

Vosotros los jóvenes podéis detenerlo si os lo proponeis.

Toca a los mejores individuos -a vosotros que habéis tenido la suerte de ser mejor educados- tender la mano de la amistad y de la buena voluntad a los menos afortunados de vuestros hermanos. Si vosotros sois caballeros -como decis serlo- seguramente lo haréis así. Me siento feliz en verdad de creer que las mejores escuelas públicas y universidades están desarrollando ya este programa, no como una condescendencia, sino como hermanos, hombres y conciudadanos.

Los hermanos mayores así lo hicieron durante la guerra para salvar al país: hicieron sacrificios comunes y los oficiales y soldados fueron camaradas entre sí.

Y vosotros jóvenes menos afortunados pensaríais muy poco de vosotros mismos si otro equipo tuviera la suerte de ganaros en un juego y vosotros os disgustárais con ellos y los maltratárais. No haríais eso, sería muy poco deportista. No séais, pues, malos deportistas en el caso de un compañero que ha tenido la suerte de tener más dinero que vosotros.

De cualquier manera es vuestro conciudadano, y un hombre como vosotros. También es sano de corazón.

Parodiando a Chevalier:

"Cuando uno llega a conocerle, se da cuenta de que es bueno, pero primero hay que conocerle".

Cuando se juega futbol de hombre a hombre, todo el equipo vestido de igual manera, todos cubiertos de lodo de pies a cabeza, no hay mucha diferencia entre cualquiera de sus componentes.

Vuestros hermanos mayores, ricos o pobres, de cuna alta o baja, por igual se llenaban de lodo en las trincheras en la última guerra, por igual compartían los horrores, los peligros y la muerte y ni aun ésta los separaba.

Así pues toca a vosotros los jóvenes de la nueva generación, pobres o ricos, continuar esa camaradería siendo buenos amigos. Si así lo hacéis conservaréis vuestro viejo país, que ellos salvaron para nosotros.

Antiguamente, a un individuo que no había tenido la oportunidad de recibir la educación de la escuela pública, se le veía con menosprecio por aquellos que sí habían tenido esa oportunidad.

Pero creo que en la generación actual, los muchachos de las escuelas públicas, son menos "snobs" en este sentido de lo que éramos los muchachos de mi tiempo.

Las escuelas públicas ahora, tienen establecidos clubes sociales y atléticos para beneficio de los menos afortunados y tratan de desarrollar un mejor conocimiento personal entre los miembros de esos clubes; y entre más lo hagan así mejor será para las dos partes y para el país.

No basta que les otorguen la suscripción, es necesario que también les otorguen la amistad. Este paso debe ser considerado por los encargados, como punto de suma importancia en la educación que se imparte hoy día en las escuelas públicas.

Todo joven deberá considerarlo como parte de la tarea del servicio a la comunidad a que él está obligado.

La buena voluntad y la cooperación, por parte de los ricos y los pobres por igual, como ya lo he dicho en otra ocasión, es la clave de la prosperidad de todos y la paz del país.

El elemento humano

Una vez llevé conmigo a un elegante joven oficial de los Life Guards a los alrededores del Sureste de Londres, para mostrarle el lado opuesto de la vida de los salones y los clubes. Cuando joven, en mi oficio de plomero, había conocido algo de esta vida y pensé que verla podría serle educativo.

Y aquella visita resultó educativa para mí.

Desde luego me dio gusto ver que no era tan snob que se hubiera presentado con sus acostumbradas polainas, todo engomado, y cuando llegamos a algo así como un club, de los que no conocía ahí, tomó una pipa vieja, ordenó cerveza y en unos cuantos minutos ya estaba rodeado de varios individuos que a carcajadas celebraban los cuentos que les refería.

Más tarde, camino a nuestra casa, me perdí en aquel laberinto de callejuelas, y confesé al fin que me era imposible dar con el puente de Waterloo, inmediatamente él se puso al frente diciendo: "Por esta callejuela".

Entonces comprendí que mi amigo estaba acostumbrado a frecuentar aquellos lugares. Contaba con camaradas por aquellos rumbos, tanto como los tenía en los círculos de "sociedad".

Sabía apreciar a la gente por lo que valía y no por lo que vestía.

No era condescendencia, era simple y sencillamente sentido humano. Y eso es "buena medicina" para cualquiera de nosotros, como dicen los pieles roja.

"Las personas superiores" parecen pensar con frecuencia que si un hombre proviene de una esfera social distinta a la de ellas, no tiene corazón. A esta clase de "personas superiores" es a las que yo llamo "snobs".

El pedante extremista

Un pedante extremista, es una persona que se deja llevar al "extremismo". Por extremismo quiero decir aquello que uno externa pensando que es una idea brillante, pero que en realidad, no es el resultado ni del conocimiento, ni de la experiencia.

Podrá ser un discurso, una poesía, o un escrito en prosa. La expresión de los sentimientos que es una cosa buena, pero cuando se lleva al extremismo, generalmente se sube a la cabeza y la infla.

Muchos jóvenes, cuando llegan a los 22 años, prácticamente creen que lo saben todo y quieren que los demás crean que así es.

Cuando llegan a los 30 años, entonces se dan cuenta de que todavía hay una o dos cosas más que tienen que aprender y a los cuarenta están muy ocupados aprendiendo (Yo tengo 73 años y todavía estoy aprendiendo).

Los políticos, especialmente los de ideas extremistas, generalmente desilusionan a sus partidarios originales conforme se van volviendo viejos. La razón de esto es que, conforme pasa el tiempo, van aprendiendo muchas cosas, se amplían sus puntos de vista con la experiencia, y llegan a la conclusión de que hay más de un punto de vista sobre cualquier asunto.

Cuando yo era joven, solía tener maravillosas ideas y las escribía con un fervor poético que consideraba inspiración. Palabras que no valían nada cuando las leí después. Ahora he recibido una carta de ocho páginas, de cierto joven que, evidentemente, pasa por aquel mismo estado de mente. Habla de... bueno es difícil saber de qué cosa habla, cuando dice lo siguiente: "Individuos como yo sufren porque vieron en el espíritu del Escultismo una religión y una poesía más dinámica que miles de sermones de oro, promesas y leyes, y porque deseaban ir tras ellas al través de los valles de espinas de la conveniencia y al través de los mares de la intolerancia y de la falta de imaginación que van y vienen de una a otra playa en la psicología ordinariá de las multitudes".

¡Precioso!

Esto me recuerda al gran poeta Browning. Cuando se le preguntó qué era lo que exactamente había intentado decir en uno de sus primeros poemas, contestó: "Cuando escribí ese poema, seguramente sabía yo qué significaba, y Dios también lo sabía.

"Ahora sólo Dios lo sabe"

Una vez escuché a un oficial del Ejército de Salvación dar consejo a un grupo de emigrantes que estaban a punto de embarcarse para los Dominios de Ultramar. Decía: "Antes de que pasen muchas semanas, después de haber llegado a vuestro destierro, estaréis enseñando a aquella gente cómo desempeñar mejor sus trabajos, y escribiréis a vuestras casas para decir a los vuestros, que jamás habíais visto un país tan dejado de la mano de Dios, y gente tan desgraciada".

"Mi consejo es que escribáis la carta, pero no la pongáis en el correo sino seis meses después, y antes de hacerlo, abridla y os daréis cuenta de la cantidad de disparates que habíais escrito y quedaréis agradecidos de no haberla enviado".

Pienso que este mismo consejo puede ser útil a multitud de jóvenes que entran en el mundo, parece que con el solo objeto de escribir sobre ideas extremistas y que si las guardaran por unos años, y las volvieran a leer después, indudablemente que romperían lo escrito, antes que nadie lo hubiera visto.

Lo prudente es aprender primero y después dar rienda suelta al pensamiento, haciéndolo así, sobre bases firmes para no tener que arrepentirse más tarde o que romper lo escrito.

AUTOEDUCACION

La autoeducación es la salvaguarda contra el charlatanismo

En los párrafos anteriores he tratado de demostrar cuál es el escollo de la charlatanería, es decir, el escollo de ser conducido por mal camino, por el mal llamado persuasivo del charlatán o convirtiéndose uno mismo en charlatán.

En seguida voy a decir cómo puede sortearse este escollo.

La educación es la gran salvaguarda.

Por educación no quiero decir un título académico elevado, sino la educación de la mente y del alma. La primera permite sortear el peligro, la segunda lo eleva a uno sobre él. Si uno amplía su pensamiento obteniendo conocimientos más vastos por medio de los viajes y la lectura, aprendiendo de la experiencia de otros, del estudio de la Naturaleza, uno está a salvo de la insidia de los charlatanes; y si uno fortalece su alma con ideales elevados, amor al prójimo, buena voluntad y servicio, jamás podrá llegar a ser un charlatán o un presuntuoso como les llaman en América, y encontrará que se siente mejor y más feliz.

Un pedante lo es generalmente porque piensa que lo sabe todo, cuando en realidad le falta mucho que aprender. Trata de exhibirse como más inteligente que el resto de las gentes basándose en su ignorancia. El filósofo Bacon, dijo ya hace tiempo: "Nada hace más daño al Estado que un tonto pasando por listo".

Entre más viejo y más listo va uno siendo, se le quita a uno lo tonto y más desea uno aprender. Hay que principiar por adquirir conocimientos y experiencia, los que más tarde uno puede pasar a sus semejantes.

Cuando uno sale de la escuela, ha sido adiestrado, con el resto de su clase o de la multitud para una norma general; pero después de salir de la escuela, algunos hombres se destacan, mientras la mayor parte se pierden en el anonimato y otros se hunden en el arroyo.

El éxito o el fracaso depende mucho del esfuerzo propio. Las personas que aprovechan sus conocimientos de la escuela para educarse a sí mismos, son los que triunfan. Es aquí donde los libros y las conferencias resultan una gran ayuda.

Pero Ralph Parlette ha dicho: "Si yo fuera a distribuir boletos gratis para una conferencia a las personas que van por la calle, lo mismo podría decirles 'Viruelas' que 'Conferencia'. No tienen lugar donde acomodar una conferencia. No quieren pensar, siguen a su nariz por la vida y siempre hay alguien que les guía ésta. La amenaza de la democracia son los hombres que no piensan por sí mismos y que jamás aprenden a pensar bien, como aprenden a andar bien.

"El mundo puede estar para la democracia, pero la democracia nunca estará segura para el mundo hasta que los perezosos mentales se corrijan

Hay perezosos y despilfarrados mentales tanto corno existen despilfarrados fisicos, personas que se dejan guiar por los periódicos de escándalo, por los oradores persuasivos, por la literatura barata y por el cine.

Libros y cómo leerlos

Ya be dicho que los viajes, la lectura y el estudio de la Naturaleza, son las partes que constituyen la autoeducación. Tomemos por ejemplo, la lectura. Los libros de que uno puede disponer tienen un poder máigico: mientras otros están apurándose y pierden la cabeza haciendo proyectos políticos y recibiendo desilusiones, la persona afecta a la lectura está sentada satisfecha con lo que tiene. En cualquier momento puede uno, en alas de la imaginación, remontarse a países lejanos con historia, tener a su disposición las maravillas de la ciencia, divertirse con buenas historietas o acercarse a la belleza por medio de la poesía.

Los libros son los mejores amigos que uno puede tener. Uno escoge los que le gustan, puede uno depender de ellos siempre, le ayudan a uno en su trabajo, en sus horas de descanso, y en sus penas. Siempre los tiene uno a mano dentro de su propia casa, a la cabecera de su cama.

No son muy costosos, especialmente si se van comprando poco a poco hasta formar una colección. Pero si esto no se puede, siempre hay alguna biblioteca pública a la que recurrir y en la que conseguir un libro sin costo alguno.

Sin embargo, los libros propios son los mejores amigos y compañeros. Jamás hay que comprar un libro porque es barato. Los libros baratos, con frecuencia, son libros malos. Siempre hay que adquirir lo mejor.

Cuando uno está acostumbrado a leer ya sabe cuáles son los libros que le gustan. Pero si no ha leído mucho, he aquí un consejo, comenzad desde luego, esto nunca os pesará, y principiad con algo que os interese.

Si se trata de instrucción, la enciclopedia tomada de una biblioteca pública, como dice el profesor Adams, es una buena ayuda para dar idea de un asunto y generalmente proporciona los nombres de otros libros que existen sobre aquella materia en particular. Si se trata de leer por diversión, no hay equivocación principiando por libros como La Isla del Tesoro, de Robert L. Stevenson o las obras de Julio Verne. Éstas y las de Shakespeare proporcionan buena lectura, ya sea como diversión o instrucción. El Bosque, de Stewart White y Tite Friendly Road de Grayson, son libros deliciosos relativos al Roverismo.

Pero al leer no hay que hacerlo superficialmente y si se estudia cuando se lee, es decir, si uno se preocupa deveras por lo que se lee, se le quedará a uno grabado por mucho tiempo y le será mucho más útil al final.

Si se lee con intención de recordar, se recordará.

He aquí un consejo de Bacon; "leed no para contradecir o computar; tampoco para Creer o Aceptar sin discusión; ni para Hablar o hacer Discursos sino para Pensar y Considerar. Algunos Libros hay que Gustarlos, Otros hay que Tragarlos, Algunos Pocos hay que Masticarlos y Digerirlos.

"La Lectura hace a un Hombre Completo, las Conferencias hacen a un Hombre Preparado, la Escritura hace a un Hombre Exacto..."

Si un Hombre Lee poco, sigue siendo Ladino y creyendo que sabe lo que no sabe".

He encontrado muy útil anotar en mi diario cualquier cosa buena que oiga o lea durante el día. Algunas personas hoy día hacen esto mismo en un índice alfabético de tarjetas, siéndoles más fácil encontrar cualquier asunto por la letra del alfabeto.

De cualquier modo sale bien, después de haber guardado lo más que sea posible de buen material en el cerebro, hacer unas cuantas notas escritas como recordatorio.

Pero leer sin objeto no es bueno, hay que equilibrar los conocimientos literarios con los conocimientos prácticos del mundo, de los hombres y de las cosas. Los viajes son una gran ayuda en este sentido; pero un hombre observador, sistemático, puede obtener tantos conocimientos de sus semejantes en el trayecto de un kilómetro como un atolondrado en el de mil.

El provecho de viajar

Caminaba una vez por los muelles de Southampton cuando llegó hasta mí el olor de especias y café que partía de una de las bodegas del desembarcadero. Me sentí impelido a entrar e investigar su origen. El bodeguero me informó que era carga de Montevideo traída por los barcos de Río de Janeiro y La Plata, lo que hizo que mi imaginación volara instantáneamente a un gran libro que había leído en mi juventud, el Voyage of the "Adventu re" and "Beagle".

¡La tentación era demasiado grande! Ahí mismo tomé boleto para la América del Sur, aun cuando para hacerlo tuve que pedir prestado.

Unas cuantas semanas más tarde ya estaba en camino. El viaje, la variedad de caracteres a bordo, los nuevos paises que visité, lo que pude ver de aquellas gentes desconocidas y la nueva atmósfera, todo acoplado con la visita de las enormes pampas y de los gloriosos Andes, amplió mi mente, dándome nuevas ideas. En unas cuantas semanas adquirí conocimientos que de otra manera solamente habría adqurido por medio de años de estudio.

Aún cuando no se pueda ir de viaje, hay mucho que ver en el propio país, y muchos aspectos de la vida que investigar, aún cuando sólo se viaje en bicicleta o se camine a pie. En su propia ciudad, en la propia vecindad, si uno no puede ir más lejos, habrá alguna reliquia histórica o algún lugar o alguna persona que valga la pena visitar o cuyas experiencias deban ser escuchadas. Pero los viajes de esta naturaleza, llevados al cabo con el deseo de observar e investigar todo lo que se pueda con respecto a las personas y las cosas, constituyen un paso inestimable hacia la autoeducación. David Grayson en The Friendly Road, dice cómo abandonó su hacienda para hacer una excursión a pie, sin dinero y sin un plan decidido, con el sólo objeto de impregnarse de las bellezas de la campiña y de conocer a otras gentes para investigar la bondad de ellas. Y sucedió que pudo observar gran valor en el pastor de la aldea, conmiseración y sencillez en un millonario, espíritu despierto en un agricultor sin esperanzas, y amplia visión en un orador socialista.

Menciono este libro no solamente por su encanto e interés sino porque esta aventura del autor da con precisión un ejemplo de lo que cualquiera puede hacer si tiene deseos de educarse a sí mismo por el método de las excursiones. Es éste un método asequible a cualquiera, como lo es el libro, que no está fuera del alcance de la mayorla.

He conocido también otro sistema para promover la autoeducación, que utilizan los estudiantes de las Universidades del Canadá y Estados Unidos. Los jóvenes que no tienen la bendición de contar con suficiente dinero que les permita pagar sus colegiaturas, no dejan que esto sea motivo suficiente para perder la esperanza de obtener una educación universitaria, y durante las vacaciones de verano toman puestos de meseros a bordo de los vapores que hacen la travesía en el Río, ganando de esta manera suficiente dinero para cubrir los gastos del año escolar y al mismo tiempo aumentan sus conocimientos de los hombres y de las cosas, ocupando su tiempo libre trabajando, en vez de haraganear.

Autoexpresión

Si una persona se siente con deseo de expresar sus pensamientos e ideas por medio de la poesía, la prosa, el discurso, la pintura o la escultura, hay que dejarlo que lo haga. Solamente le sugeriría que no intentara, como muchos lo hacen, adoptar ideas extremistas hasta no haber visto algo del mundo.

La buena autoexpresión, es una virtud, y una virtud de las más excelsas.

Todo hombre tiene lo que se conoce por un "don" de alguna clase. Uno de vosotros podrá ser un artista o un actor por instinto, aún cuando trabaje en una tienda o en una carpintería; otro podrá ser un cantante, aún cuando se gane la vida como mozo; hay muchos "dones" ocultos en todo hombre. ¿Por qué se les llama dones?

Por tratarse de una cualidad natural: Un don de Dios. Por lo que, siendo poseedor de él hay que usarlo para Dios. La manera de hacerlo es usando ese don en beneficio del prójimo. Que el canto o la actuacion sean empleados en alegrar a otros que estén tristes, que el prestidigitador lo haga para divertir y el pintor abra los ojos a la belleza y todos ellos pongan su talento al servicio del prójimo y no al servicio del yo, haciendo así un trabajo grato a Dios y no el de un charlatán, lo que les hará encontrar la verdadera felicidad.

La sugerencia de Prempeh para los jóvenes habladores

Yo tuve el honor, o quizá le llamaremos mejor la diversión, de prender al Rey PremDeh. el gobernante de los Ashantis, en la Costa Occidental del Africa, cuando se excedió en los sacrificios humanos, pero esa es otra historia.

Sólo me referiré a él aquí, para proporcionar una sugerencia. Siendo él un monarca salvaje estaba acostumbrado a decir lo que le venía en gana en el momento en que se le ocurría sin tener en consideración los resultados.

Si se enojaba perdía la cabeza sin que hubiera nada que lo detuviera y generalmente el hombre que lo había hecho enojar, perdía también la cabeza, pero en forma distinta.

Cuando se le capturó se dio cuenta de que en la discusión con las autoridades británicas, debía adoptar un modo de hablar diferente. Si hablaba sin antes medir el efecto de sus palabras, podía decir cosas de que más tarde se arrepentiría.

Así, pues, hizo lo que muchos jóvenes impetuosos deberían hacer en una discusión, por lo menos en sentido figurado. Llevaba consigo una nuez, una nuez grande, semejante a las nueces del Brasil, la colocaba entre sus dientes. lo que le obligaba, cuando sentía ímpetus de decir algo inconveniente, a tener que retirarla de su boca, permitiéndole reflexionar.

Otra sugerencia que yo recibí también del rey Prempeh. fue la de que. cuando uno tiene que sacar la mejor parte de un contrario, no hay que pensar que uno ha acabado con él o que lo ha puesto uno fuera de combate hasta no estar completamente cierto de ello, porque bien puede suceder que en la manga esconda alguna otra arma.

Me recuerda esta lección el gatillo de un fusil nativo de chispa, que está sobre mi escritorio en este momento y he aquí cómo la aprendí.

El rey pensó hacer una salida rumbo a la selva durante la noche, al darse cuenta de que nosotros podíamos arrestarle. Yo ya había pensado en esto y le había tendido una enboscada, colocando a mis hombres a la orilla de la vereda que probablemente seguiría. Me escondí en una zanja a unos cuantos metros adelante de mis hombres, de tal manera, que pudiera ver destacarse contra el cielo la silueta de cualquiera que viniera en mi dirección y poder dar la señal de prenderlo o dejarlo pasar.

Después de algún tiempo, uno de los Scouts del Rey apareció, caminando de puntillas solo, con mucha precaución y en silencio; cuando llegó frente a mí, se detuvo y trató de escudriñar la oscuridad.

Algo le había hecho sospechar, y yo temí que diera media vuelta y fuera a denunciar nuestra presencia.

Teniéndolo enfrente, a menos de un metro, con la espalda hacia mí. me levanté y repentinamente me le eché encima.

Sostuvimos intensa lucha. Logró colocarme su arma apuntando a mi estómago, pero pude asirle el gatillo. El arma debe haber sido muy corriente pues me quedé con el gatillo en la mano. Nos abrazamos entonces, no ciertamente con afecto, y rodamos varias veces el uno sobre el otro, mientras mi asistente intervino en la lucha, como un tercer perro, agarrando a mi contrario por la muñeca, en el momento en que éste iba a introducir su puñal en mi hígado.

Como véis contaba para convencerme con otro argumento más que su pistola.

Una vez conocí un millonario que había sido payaso en un circo, y que aún después de haber acumulado dinero, continuaba trabajando en su fábrica en mangas de camisa. Era ésta una fábrica de vino, situada en uno de los países sudamericanos, ahí le conocí. Me explicó que la razón de su éxito consistía en haber insistido en producir vino puro de uva, en vez de las composiciones químicas que antes se daban a aquel pueblo. Había aprendido esta lección en la pista del circo. Ahí se dio cuenta que los chistes de segunda mano tomados de los periódicos y recalentados, o tomados de los libros jocosos, no se los tragaba el público que pedía chistes originales y genuinos. Y así sucedía con el vino. Desde el momento en que él produjo una bebida pura sin adulterar. le llovieron las órdenes y pronto se hizo rico.

En las escuelas públicas, las universidades, y los clubes de jóvenes, existen sociedades de debates con objeto de formar jóvenes políticos. Pero el peligro consiste en que lo que algunas veces forman, son pedantes, ya que sus miembros son solamente una imitación de políticos que hablan de lo que han leído u oído de otros y no como resultado de su propio saber.


El actor obtiene el mejor adiestramiento posible en oratoria.

Un artículo imitado no atrae a nadie. Muchos de los famosos hombres de Estado, comenzaron con su carrera cuando estaban a la mitad de la vida, es decir, cuando ya habían visto algo del mundo y de la vida. Muchos políticos notorios comenzaron su carrera cuando aún eran niños, en los clubes de debates, y nunca pasaron de ser pedantes. (Nota: Hay una diferencia entre ser famoso y ser notorio).

Pero si una vez adquirida la experiencia se encuentra uno en posición de poder ayudar a su comunidad tomando parte en la vida pública, hay que adiestrarse tanto cuanto sea posible para desempeñar esa función. Como ya lo he dicho antes, es mejor ser hombre de Estado, que político, para el bien de la comunidad, más que para una sección de ella.

Un paso para ello es el ser capaz de captar las ideas con facilidad así como sus diferentes facetas, y otro el ser capaz de expresarlas con palabras. Para aquellos jóvenes que se creen con facultades de oradores, Lord Bryce ha dado el siguiente consejo profundo al decir, volviendo la cara al pasado: "Aún puedo ver a mi profesor en la clase, parado frente a mí, dirigiéndose a los muchachos, y de ahí concluyo esto: Una vez que tiene un buen argumento para seguir una línea de acción, argumento bueno y suficiente, no hay que buscar otro que seguramente debilitaría el primero".

Para aprender uno a expresarse bien en público, no hay nada como tomar parte en alguna obra teatral; desde luego le da a uno un adiestramiento práctico en alocución y en establecer contacto magnético con la audiencia. Le enseña a uno a expresarse con la voz y con el gesto. quitándole la presunción. José Charnberlaifl una vez me dijo que debía mucho de su éxito primitivo a haber actuado en el teatro como aficionado.

Escuchar

Después de decir tanto acerca de la oratoria, hay que recordar siempre el gran valor y el gran arte que hay en guardar silencio. Con frecuencia se siente uno inclinado a intervenir con las propias ideas en una discusión, pero en general es mejor estarse quieto y dejar a los demás hablar. En esa forma uno aprende. El que habla mucho con frecuencia se descubre ante el observador silencioso. En todo comité existen hombres que son los que hablan y que obtienen muy poca atención.

Es al hombre silencioso, el que sólo habla cuando hay algo de importancia que decir, al que se le escucha.

Es el que hace de esfinge.

"El hombre callado es el que generalmente ejecuta las cosas".

Servicio

Conforme uno se adiestra en carácter y eficiencia, debe tener como mira constante no solamente el adquirir una posición o mejorar sus condiciones personales, sino adquirir la facultad de hacer el bien al prójimo y a la comunidad. Una vez que uno ha adquirido una posición desde la cual se puede servir al prójimo, ya se ha colocado uno en la parte alta de la escala que conduce al verdadero éxito y a la felicidad.

El servicio incluye no solamente a aquellas pequeñas acciones personales de cortesía y bondad hacia el prójimo; éstas son rectas y buenas; son las que todo Scout ejecuta cada día, pero lo que yo quiero decir, es algo más elevado y más grande que esto: el servicio como ciudadano al propio país.

Esto no significa en general, que uno desee convertirse en líder en asuntos cívicos por forzar sus ideas políticas particulares a los demás, sino sencillamente ser una persona de confianza, un ciudadano útil al Estado en conjunto y no simplemente ver qué es lo mejor para una parte particular de él.

Rudyard Kipling demuestra en The Glory of the Garden que existe un lugar para cada individuo en el servicio de la comunidad, en el bien de la comunidad.

Una vez que se ha visto, de acuerdo con las dotes particulares de cada quien, en qué puede uno ser útil, hay que prestar ayuda, exactamente como cuando uno juega para su equipo en un partido de futbol. De hecho un ciudadano servicial se parece mucho a un jugador de futbol; en primer lugar, se hace eficiente como individuo, para después poder jugar con efectividad en su puesto en el equipo.

Jugador de Fútbol Ciudadano
Cualidades individuales Interés, juego limpio, buen humor.
Respiración y musculatura adecuadas.
Habilidad con la pelota.
Carácter e inteligencia.
Salud y Fuerza.
Trabajo manual y habilidad.
Cualidades colectivas Jugar para el equipo y no para uno mismo. Servicio a la comunidad.

Si los miembros de un equipo no jugaran en el puesto que les corresponde, si uno de ellos pensara que era más divertido permanecer siempre al margen, otro prefiriera manejar la bola contra las reglas, y otro se dedicara a golpear en el estómago a los contrarios, dejaría de ser un juego de futbol, se convertirla en anarquía y se acabaría el juego.

Servicio cívico

Lo mejor que uno puede hacer por su comunidad, como buen ciudadano, es tomar parte en el servicio cívico. Con esto quiero decir tomar parte en el gobierno municipal, en los asuntos locales de gobierno. Pero para ello, si uno quiere tener éxito, hay que prepararse, lo mismo que uno se prepara para jugar una carrera o para pasar un examen. Algunas personas se dedican a los trabajos públicos solamente porque tienen el don de la locuacidad, y una noción parcial de cómo deberá dirigirse el gobierno, aún cuando no tengan experiencia o conocimientos reales en la materia; cuando lo que se necesita es un conocimiento sólido de lo que es el gobierno local, sus aspiraciones, sus métodos y sus responsabilidades.

Existe un pequeño libro denominado "Citizenship" por Edward J. S. Lay. (Macmillan).

En él se tratan muchos de los asuntos de que he hablado en este libro y otros más, todo en forma sencilla, clara y popular e ilustrado profusamente; es este un libro muy útil para cualquier persona que principie a estudiar sobre ciudadanía; incluye asuntos tales como salarios, trabajo, ahorro, educación, higiene, gobierno, Liga de las Naciones, etc., etc.

Cuando se llega a la edad de 21 años se es ciudadano con el privilegio de votar en las elecciones para miembros del Congreso y Presidente, por tanto hay que hacerse eficiente y estar capacitado para asumir la responsabilidad y desempeñar el papel que a uno le corresponde en el gran juego de la ciudadanía.

Los primeros pasos para hacerse eficiente, ya han sido sugeridos y son aquellos que evitan los diferentes "Escollos":
Carácter e Inteligencia.
Trabajos manuales y Habilidad.
Salud Varonil, de Mente y Cuerpo.
Ahora viene una cuarta cosa; Servicio, es decir, practicar el juego como ciudadano.

En la educación de sí mismo, un punto importante es aprender la historia de su ciudad natal y del país, tanto pasada como presente. Mucho puede aprenderse leyendo, pero más aún viajando y visitando lugares históricos. Pero para poder ser capaz de entender y ayudar en los asuntos públicos locales, es necesario aprender cómo se maneja el gobierno local. Por ejemplo, hay que estudiar lo siguiente:

Comités Parroquiales. Cómo se integran estos comités, cuáles son sus deberes para con la iglesia y en otras materias.

Comités Distritales urbanos y rurales y sus relaciones con los Parroquiales.

Ayuntamientos. Cómo se elige al alcalde y los demás consejales.

Cuáles son sus deberes con respecto a la higiene, a las escuelas, a la policía, a los bomberos, etc.

Consejos Regionales. Sus funcionarios, sus departamentos, sus deberes.

Cómo se cobran los impuestos, cómo se gastan, lo relativo a licencias, educación, alumbrado, caminos, puentes, hospitales, orfanatorios, bibliotecas, mercados, parques, provisión de aguas, drenaje, etc.

Congreso

Aparte del gobierno local, existe el gobierno del Estado y el Congreso Local, al cual hay que elegir representantes del pueblo. Así todo hombre mayor de 21 años tiene voz en el manejo del país.

Existe además el Congreso General, compuesto por dos Cámaras Legislativas, la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores, cuyos miembros también son electos por votación popular.

El Congreso tiene por objeto dictar las leyes a que debe sujetarse la vida pública de la nación.

El Gabinete o Consejeros del Presidente, consta de varios miembros con funciones políticas y administrativas, teniendo cada uno de ellos a su cargo una rama del gobierno nacional, tales como Gobierno Interior, Relaciones Exteriores, Hacienda, Obras Públicas, Industria y Comercio, Agricultura y Ganadería, Defensa, Marina y Trabajo.

Estos Ministros o Secretarios de Estado, son nombrados por el Presidente de la República y responsables ante él, quien a su vez es responsable ante el Congreso.

Las elecciones de miembros del Congreso y Presidente de la República, se hacen por votación secreta, ocupando el puesto el que obtiene la mayoría de votos.

El buen ciudadano debe estar capacitado no solamente para dar su voto por aquel ciudadano que realmente garantice el bien de la comunidad, sino también para cuidar de la pureza de las elecciones, es decir, de que su voto le sea respetado y así ocupen los puestos de elección pública aquellas personas que realmente tengan la simpatia y el apoyo de la mayoría de la nación.

Falta seriamente a su deber cívico el ciudadano que se abstiene de tomar parte en las elecciones o que da su voto sin meditar antes sobre la trascendencia del mismo.

Es indispensable, además, tener en consideración que el voto no debe ser emitido por simpatía o por lo que los candidatos ofrecen durante su propaganda; el voto debe ser impersonal, es decir, debe darse a los miembros de aquel Partido cuyo programa sea una garantía de buen gobierno. Esto conduce a la necesidad de que todo ciudadano se inscriba en un Partido y dentro de él vigile por la adopción de un programa de gobierno que tome en cuenta el bien común y la selección de los candidatos que han de representar al partido y por ende al pueblo en los puestos públicos de elección. De esta manera se puede votar en conciencia conociendo no solamente a los candidatos sino el programa que van a desarrollar y la solvencia moral del Partido que los apoya y de los candidatos mismos.

Una nueva República

En una República recién establecida, una vez me encontraba hablando con el verdugo mayor, quien se lamentaba de que ya no hubiera pena de muerte y le pregunté si se debía a que las sentencias fueran por largos años, sustituyendo así la pena capital. "Oh no -me contestó-, ahora somos una República democrática, no existen ya prisiones".

"¿No hay ya crímenes?"

"Si, hay muchos todavía."

"¿Qué hacen, pues, con los criminales?"

"Los soldados se los llevan a las afueras de la ciudad y ahi los matan."

(Evidentemente él no entendía así una ejecución, ya que seguramente estaba acostumbrado a cortarle la cabeza a los sentenciados con una hacha.)

"¿Pero qué hacen con los pequeños crímenes? Supongamos que un hombre ha robado un pañuelo, ¿qué hacen con él?"

"Se lo llevan fuera de la ciudad y lo matan."

(Más tarde supe que, cuando él subrayaba que los mataban, quería decir que en muchas ocasiones tenían que disparar varias veces antes que el individuo estuviera muerto.)

"¡Qué horror!"

"¿Y qué hacen con las mujeres que delinquen? Seguramente que los soldados no les disparan hasta matarlas."

"Oh, no, no, nosotros no podríamos hacer eso."

"¿Qué hacéis, pues, con las mujeres criminales?"

"Esas me las mandan a mí y yo las divido en cien pedazos; lo que hemos abolido es la pena de muerte para los hombres."

Esto pasaba en una nación joven, donde trataban de correr antes de haber aprendido a andar. Desgraciadamente existen dos o tres que están ansiosas de separarse de las faldas de sus madres para ir a hacer más o menos lo mismo.

En otra ocasión, de paso por una joven República, supe que el jefe del gobierno estaba tranquilamente en su casa descansando de las labores del día, cuando llegó a visitarlo el jefe del ejército, amigo suyo íntimo.

El general le iba a visitar en forma privada y sin ostentación. Iba, según dijo, a decirle adiós.

"¿Va usted a salir?" le pregunto el Presidente.

"Oh no, me voy a quedar aquí. Es usted el que deberá salir, pues mañana va a haber una revolución, y voy a ser elegido en su lugar tan luego como usted haya sido asesinado."

Así pues, para evitar dificultades, el Presidente se fue.

He aquí cómo se gobierna en aquellos lugares.

La sartén es mejor que el fuego

Cuando me ascendieron al mando de un escuadrón en mi propio regimiento, resultó ser mi propio escuadrón en el que fui ascendido, en vez de haber sido enviado a otro.

En esa ocasion, los soldados hicieron algo a lo que no estaban autorizados, una reunión para celebrar el hecho, y el sargento mayor, al dirigirse a mí, en su nombre, dijo:

"Creemos que ha sido mejor así, tener al frente un demonio ya conocido y no a un ángel desconocido". No estoy muy cierto de lo que esto quería decir, pero de cualquier manera debe aplicarse a esas formas extravagantes de gobierno por las que los extremistas de hueso colorado abogan.

Por lo que hace a la Gran Bretaña, nosotros preferimos un gobierno endemoniado ya conocido a uno de apariencia angelical, pero que no conocemos.

Politica Internacional

En el desarrollo de nuestro patriotismo no debemos olvidar el peligro de desnaturalizarlo convirtiéndolo en un nacionalismo estrecho. Está bien sentirse orgulloso de su país, pero sin menospreciar los otros países ni ponerlo sobre un pedestal más alto que el que en realidad merezca. El mejor patriotismo es ayudar al crecimiento de la nación, a su eficiencia y a que tome el lugar que le corresponde entre las demás naciones del mundo. Las últimas dos grandes guerras han demostrado una cosa que antes desconocían los pueblos y es que los países son interdependientes en sus tratos y en su comercio, y que solamente con buena voluntad de parte de todos y cooperación, el mundo puede prosperar y ser feliz.

Un país puede tener materias primas y otro los medios de beneficiarlas mientras un tercero poseer la manera de darles el acabado conveniente y un cuarto la de utilizar esos productos. El algodón que se cultiva en la India se beneficia en Manchester. se le da el acabado en Bélgica y se usa en el África Oriental. Esto mismo sucede en otras varias ramas, incluyendo los productos alimenticios producidos en un país y enviados a otro.

Bretaña produce más carbón y hierro del que necesita, pero no tiene suficiente carne o maíz y por tanto intercambia sus demasías con otros países.

Interdependientes corno son los países en la actualidad, al estallar la guerra entre dos grandes naciones, éstas inmediatamente arrastran a otras, y así es como la mayor parte de Europa se ha visto envuelta en tan terribles conflictos. Millones de hombres han muerto. Naciones enteras se han arruinado, y todo el mundo se encuentra en un estado de desasosiego. Y todo, ¿por qué? Por el asesinato de un austriaco por un servio. Después de tan terrible experiencia esperamos que en el futuro haya mayor seguridad y que mejores estadistas se encuentren al frente de las naciones.

La Liga de las Naciones, la Corte Internacional de La Haya, fueron establecidas para evitar que esto pasara de nuevo, pero las Ligas, las Cortes y las Leyes valen nada si no tienen el apoyo de corazón de los pueblos que están detrás de ellas. Se les puede poner bozal y cadena a los perros, pero no habrá paz entre ellos mientras no sean buenos amigos y estén contentos. No importan tanto los bozales, lo que importa es el temperamento de los perros. Por tanto el deber de los ciudadanos de cada Estado es ponerse cada vez más en contacto los unos con los otros y sentir simpatía por los de otras naciones tomando interés en su historia y en sus trabajos por medio de intercambio de visitas, etc. Una vez que se haya establecido una buena voluntad mutua, de amistad personal, entre los ciudadanos de varios paises, esto constituirá la mejor garantía contra las guerras futuras.

Ya véis pues, el campo tan vasto que se abre frente a vosotros como ciudadanos: no importa qué tan humilde sea vuestra posición.

A los 21 años ya tenéis derecho a llamaros ciudadanos. Pero toca a vosotros mismos el merecer ese derecho y el prepararos de antemano para su ejercicio y uso conveniente. Ese título os da la oportunidad de servir a la comunidad que, como antes he dicho, proporciona la base para la felicidad.

Para desempeñar puestos, aún de poca importancia, en pro del bien común, hay que estar preparado. lo que una vez más significa adquirir conocimientos, experiencia y práctica. (Véase el capítulo final).

Si después de esto encontráis que tenéis dotes para ello, tomad vuestra parte en los asuntos civicos.

Amplitud de criterio

Cuando yo sea Primer Ministro, haré que sea obligatorio el que un hombre para ser electo miembro del Parlamento, haya dado la vuelta al mundo por lo menos una vez, y tenga tal educación que ésta le haya enseñado que todo asunto tiene dos aspectos: deberá además, haber aprendido a ser jefe, lo que significa por principio de cuentas, el dominio absoluto de sí mismo y el hacer a un lado las ideas y las conveniencias del Partido o clase en favor de un más noble resultado y de un mayor bien para toda la comunidad en el futuro.

Así pues, al prepararos vosotros, tened en mente un objetivo recto. Si deseáis abrazar la vida pública para labraros un gran nombre o para conseguir un buen salario o una magnífica posición, no me ocuparé más de vosotros.

Esto está fuera de mi propósito, os habréis colocado en un grupo que avanza en la misma dirección que todos, lleno de celos, de odio y de malicia hacia los demás. Y lo que yo deseo para vosotros es felicidad, no política.

No, si vosotros entráis en la vida pública con el humilde deseo de servir a la comunidad, de ayudar a la mayoría y seguir por el camino del bien cada vez en mayor número entonces ya es distinto.

Vuestra recompensa no consistirá en vuestro progreso personal, sino en ver cómo los que os rodean mejoran sus normas de vida, como resultado de vuestro trabajo. Y esto os dará más satisfacción que todas las condecoraciones y todos los premios que se pueden acumular sobre vosotros.

Para adecuaros para el trabajo de equipo que requiere el servicio como ciudadano, ya sea en el puesto de simple trabajador o de jefe haréis bien en educaros como lo he sugerido arriba, desarrollando vuestro carácter y abriendo vuestra mente, especialmente atendiendo los dos aspectos de todo asunto y apoyando la justicia y el juego limpio; en segundo término, practicando la buena voluntad para con vuestros contrarios tanto como para con vuestros vecinos, y tratando de comprender sus puntos de vista, ya que son vuestros prójimos.


UNA LECCION DE BIRMANIA
Solamente la buena voluntad y cooperación permiten transportar un tronco grande con éxito.

Si la mayoría de nuestros hombres y mujeres realmente practicaran esto, a la vez que el ahorro personal, que los colocara en posición de tener tiempo para dedicarse a esta clase de trabajo, contribuirían grandemente a obtener la cooperación y buena voluntad, que sustituirían la fricción que es lo que necesita la comunidad para su prosperidad y, en mayor escala, el mundo para la paz.

Espero que leyendo esta disertación sobre los cuclillos y los peligros de este escollo, y cómo pueden ser evitados, no penséis que este general retirado es otro espécimen de cuclillo, cuyos años de juventud están ya muy distantes y por eso ahora se pone a dar consejos sobre lo que la juventud debe o no debe hacer.

Quizás vosotros lo veáis bajo ese aspecto, pero de hecho este viejo tiene un punto de vista diferente de otros cuclillos sin miras personales, no lleva en ello nada que perder o ganar, lo impulsa solamente un gran amor por sus prójimos, un recuerdo vívido de los acontecimientos por los que pasó en su juventud, que le ha servido de consejo, todo lo cual le hace sentir una íntima simpatía por la juventud que empieza a vivir. Su único deseo es ofrecerle algunas sugerencias sacadas de su propia experiencia, que le puedan ser de utilidad, previniéndola para no ser embaucada por los tiburones traidores, ayudándola a vivir una vida más amplia y feliz.

PUNTOS DE MEDITACION

Algunas máximas contra los malhumorados

El tomarse demasiado en serio cuando joven es el primer paso para convertirse en un pedante.

El sentido del humor os sacará de los peligros y de muchas dificultades.

Haced que vuestra ambición no sea: Cuánto puedo sacar de este trabajo, sino: Cuánto puedo poner en él.

La ambición de hacer las cosas rectas es la única ambición que cuenta.

La jovial alacridad en el cumplimiento del deber, es la mejor recomendación.

El individuo que se recomienda a sí mismo, es generalmente el que necesita recomendación.

Recordad que sólo sóis un tabique en el muro o un jugador que debe desempeñar su parte en el lugar que le corresponde en el equipo.

Un ciudadano equilibrado, vale más que una docena de mentecatos.

Muchos individuos exigen sus derechos antes de haberlos conquistado.

La prontitud para servir, en vez de la imposición, constituye al buen socialista.

La felicidad la obtiene el que sirve a Dios al través de su prójimo.

Salid de vuestra angosta vereda cultivando vuestra mente.

Jamás se fracasa tratando de cumplir con el deber y por el contrario siempre se fracasa cuando se descuida éste.

Nunca os contentéis con él sino tratad de saber el por qué y el cómo.

La cortesía y las buenas maneras no cuentan tanto por el placer que proporcionan al que las recibe como por la felicidad que dan al que las otorga.

Las naciones tienen los gobiernos que se merecen.

Jóvenes, Dios nos dio una lengua. y dos orejas para que así pudiéramos oir dos veces más de lo que habláramos.

Es de gran inteligencia saber esconder la propia inteligencia. (La Roche foucauld).

Notoriedad no es lo mismo que Fama.

Un barco, por grande que sea, puede ser dirigido a donde el timonel quiere por medio de una rueda pequeña. Así la lengua, siendo tan pequeña, puede decir cosas grandes. (Epístola de San Juan, iii).

Solamente existen dos clases de gentes que nunca cambian de opinión: Los tontos y los muertos. (J. Russell Lowell).

LIBROS UTILES

El arte de vivir en sociedad. L. P. Jacks.

Conservatism. Lord Hugh Cecil.

*El Movimiento Socialista. J. Ramsey MacDonald.

*Comunismo H. Laski.

Los deberes y derechos de la ciudadanía. W. D. Aston. El deber cívico. Corporación de Estudiantes de México.

(* Hay que leer aquellos por los que uno siente menos simpatía).


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