Siempre Scout

Siempre Scout
La Ley Scout

Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice

ARTÍCULO OCTAVO

"El Scout ríe y canta en sus dificultades".

 

SCOUT TRISTE: TRISTE SCOUT

Un Scout triste es un triste Scout, podríamos decir parodiando al de Sales que decía: Un Santo triste es un triste Santo. La alegría es un matiz muy propio del espíritu Scout; es la dulce herencia del Scout.

 

ALEGRAOS

No hay nada profundamente Scout como la alegría. Un rostro juvenil, con la sonrisa en los labios, es la semblanza del Scout. El debe llevar a todas partes la alegría; donde quiera que entre un Scout se puede decir: entra la alegría.

No una alegría estentórea, desarreglada o bufónica, sino la alegría serena, apacible, que brote espontánea de lo más acendrado de su espíritu, de su alma llena de felicidad.

Gocemos con toda el alma de todas nuestra alegrías, grandes y pequeñas. El paladar delicado sabe saborear los alimentos más suaves; tengamos un alma delicada y sepamos gustar de nuestros juegos, nuestros campos, la belleza de la naturaleza, de la compañía de nuestros compañeros, de nuestra casa, de nuestras reuniones, del bien de los demás, de las buenas acciones.

 

LAS EMBOSCADAS

Cuando el fantasma del disgusto, del enfado, de la tristeza, se quiera asomar sobre nuestro espíritu, tengamos el valor y la fuerza moral de desterrarlo.

Cantemos, asomemos una sonrisa a los labios, pensemos en nuestras alegrías; el nuevo caballero no se arredra ante el combate; la victoria será suya, la victoria de la alegría.

Seamos optimistas; no nos entristezcamos porque están las espinas junto a la rosa, sino gocemos porque en medio de las espinas se encuentra la gloría de la rosa.

Todas las cosas de la tierra, todos los acontecimientos que nos rodean, aunque tengan un lado de tristeza, el elemento terreno, siempre llevan consigo un aspecto hermoso, el elemento divino. Los pesimistas condenados siempre a la tristeza, miran tan sólo el lado triste; los optimistas se fijan en el elemento celestial.

Las dificultades, las penas, la enfermedad, el cansancio, el trabajo, son las emboscadas que nos pone la tristeza para que nuestra alma jovial perezca; tengamos la audacia, el heroísmo de nuestros ancestros, los caballeros, para vencer en estas batallas. Que después de la lucha, la sonrisa se asome a nuestros labios como ondeaba en los castillos reconquistados, la bandera de los caballeros triunfantes.

 

ALEGRÍA: FUERZA MORAL

El Artículo Octavo es un articulo de fuerza moral: el Scout es dueño de sí, es fuerte de alma, y constante en sus propósitos; no se deja llevar por el vaivén de los acontecimientos y de las dificultades; no es la veleta que es llevada y traída por el viento; es la roca enhiesta que resiste impávida el eterno embate de las olas. Las dificultades aunque azoten su alma, no le turban la serenidad majestuosa de su sonrisa: él está siempre alegre. El está alegre y obra siempre alegremente.

Para hacer un acto de virtud, no basta hacer simplemente la acción, es necesario hacerla con gusto y con alegría. Quien con enfado hace un acto demuestra con esto que no lo quiere hacer; y si no lo quiere hacer es como si no lo hiciera. La voluntad da a todas las acciones su valor moral: su heroísmo o su mezquindad. Dios ama a quien da alegremente, dicen los proverbios. Por esto el Scout obra siempre alegremente, hace su B. A. alegremente, va alegremente a sus reuniones y campamentos, tiene alegría en amar a sus padres, en cumplir sus deberes, etc.

 

FOCOS IRRADIADORES DE ALEGRÍA

Sepamos hacer participantes de nuestra alegría a los demás. La alegría vale más que el dinero, porque es bien del alma. Sepamos derramar a nuestro alrededor la alegría. Si nos encontramos en la calle, en una mañana de invierno frío, a un hombre de rostro alegre, parece que el mercurio de los termómetros sube varios grados.

Sepamos depositar una gota de consuelo en las almas adoloridas, con la delicadeza con que se toca una herida; recalquemos siempre lo hermoso de la vida y de las cosas; demos a conocer que poseemos la felicidad, que la alegría es la herencia de los Scouts.

 

SALUD DEL CUERPO

La alegría que es tónico del alma, es también salud del cuerpo. La alegría da rápidas vibraciones al estómago, al hígado y a los otros órganos internos. Con la alegría, late más aprisa el corazón, manda abundantemente la sangre a todo el cuerpo, acelera la respiración y da calor y viveza a todo el sistema. La risa hace brillar los ojos, aumenta el sudor, ensancha el pecho, arroja el aire envenenado de las células pulmonares y restaura aquel equilibrio exquisito que llamamos salud y que es el resultado armónico de todas las funciones del cuerpo. Este equilibrio delicado queda destruido por una noche de insomnio, por las malas noticias, por las tristezas, la ansiedad, siendo muchas veces restablecido por una carcajada alegre y robusta.

 

EN LAS DIFICULTADES

Un Scout tiene la serenidad de proporcionarnos primeros auxilios, entablillar una fractura, aplicar un torniquete a alguien que se desangra; o desconectar un switch en un incendio, envolver con una manta, saco o frazada a alguien con la ropa prendida y con su ejemplo evitar el pánico.

En el libro "Manual de Supervivencia 2", se cuenta que "Red Skelton" entretuvo a los pasajeros de un avión durante dos horas con una serie interrumpida de chistes, anécdotas y pantomimas, cuando éste volaba sobre el Atlántico con una ala envuelta en llamas. "Fue mi actuación más difícil", confesó después que hubo acabado bien el aterrizaje. "Durante todo el tiempo tenía un miedo inmenso, y no se me ocurría ningún chiste, pero sabía que no debía detenerme". El cómico "Mickey Rooney" también dejó constancia de su eficacia en una situación semejante, algunos años más tarde. En el programa de los estudios del ejército del aire norteamericano se incluye el tema "Poder del chiste para controlar situaciones peligrosas".

En el libro "Manual del Aventurero" también dice:
Lo que nosotros y nuestros compañeros debemos tener es valor, valor para decidir, para actuar, para criticarnos a nosotros mismos.

Un poder de decisión rápido y seguro es señal de versatilidad psíquica, de presencia de ánimo, y siempre resulta necesario.

Los vacilantes, irresolutos, púdicos y temblorosos constituyen los frenos de un grupo de expedición; los valientes hacen avanzar a la tropa, y los temerarios generalmente les conducen a algún accidente.

Por lo general, los temerarios tienen una complexión corporal de primera clase, y un desmedido afán de imponerse que en momentos críticos puede separar o destruir al grupo de viaje. Los temerarios deberían desahogar sólo sus impulsos, dejando las decisiones importantes a personas más sensatas y valientes.

En mi opinión, tan sólo hay que recurrir a la temeridad cuando ésta es la única alternativa a una muerte segura.

No hay vida sin temor. El miedo es una reacción sana del cuerpo que teme por su vida, que quiere conservarse y que desea sobrevivir. En todos los seres vivos existe este instinto de supervivencia.

Sin la señal automática de alarma producida por el miedo nos arriesgaríamos a emprender las cosas más insensatas. Correrían riesgos innecesarios y pereceríamos. El miedo nos previene, produce precaución.

Los compañeros de viaje que afirman no tener miedo mienten. Se les puede catalogar de jactanciosos, pero hay que tratarlos con preocupación como al más titubeante. Naturalmente, todos sentimos un poco de miedo de los demás; unos temen incluso a un ratón, y otros sienten miedo de la tortura. En determinados campos, la costumbre puede disminuir el temor, pero nunca eliminarlo. A más tardar, en el momento de la muerte lo hallamos a nuestro lado, como un perro fiel.

 

LEE IACOCCA

En la "Autobiografía de un Triunfador" de Lee Iacocca, se lee en la introducción estas preguntas:

¿Por qué Henry Ford me despidió? ¿Qué es lo que me llevó al éxito? ¿Cómo me las arreglé para dar un giro en redondo a la Chrysler? Y en el prólogo dice "Van ustedes a leer el relato de la vida de un hombre al que el éxito lo ha conocido con creces.

Sin embargo, en esta singladura no han faltado las circunstancias penosas ni las adversidades. Para ser sincero, cuando contemplo en retrospectiva esos treinta y ocho años de permanencia en el sector de la Industria Automovilística, el día que más se ha grabado en mi mente no tiene nada que ver con nuevos modelos de coches, ni con ascensos profesionales ni con beneficios contables, etc."

Al final del libro dice:

La gente suele decirme. "Ha triunfado usted en toda la línea. ¿Cómo lo ha conseguido?". Repito entonces lo que mis padres me enseñaron. Aplíquese con esfuerzo al trabajo. Procúrese toda la educación que se pueda, pero después, por lo que más quiera, ¡haga algo! No se quede ahí, quieto, dejando que los acontecimientos ocurran sin su participación. No es tarea fácil, pero asombra comprobar que si uno trabaja con empeño y constancia, en una sociedad libre se puede llegar tan alto como uno desee; sin olvidar, por supuesto, dar las gracias a Dios por los dones que él haya otorgado.

"PARA TENER ÉXITO, HAZ LO MEJOR QUE PUEDAS, EN DONDE TE ENCUENTRES, CON LO QUE TENGAS". JOHN LENNON.

Anterior
Anterior

Indice
Indice

Homepage de Siempre Scout
Home

Arriba
Arriba
Siguiente
Siguiente