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Manual de Lobatos
3a dentellada

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TERCERA DENTELLADA

Ley de la Manada - Danzas de Baloo y de Bagheera
El Día de la Madre

El Lobato aprende su trabajo.

HABÉIS LEÍDO el libro llamado "Colmillo Blanco", historieta de Jack London?

Es muy bonito y describe la vida de un lobo joven. Da a conocer cómo un pequeño lobato salió de la cueva donde vivía su madre y aprendió a hacer muchas cosas.

Una ardilla que corría alrededor de la base de un tronco de árbol, de repente se llegó hasta él y le causó un terrible susto. Se agazapó y gruñó, mas la ardilla se asustó tanto como él y trepó rápidamente por el árbol, con lo cual quedó fuera de su alcance.

Más tarde trató de coger una chocha; pero ésta le picó la nariz y lo asustó también.

Después, su madre le enseñó cómo debía tirarse en el suelo y acechar su caza, quieto, pacientemente, para dar el golpe con sus dientes, con la rapidez del rayo. Tratando de cazar un puerco espín obtuvo una magnífica lección, tan buena como la mejor que puede recibir un Lobato.

El puerco espín, tan pronto como entra en alarma, se enrosca, y sus espinas apuntan en todas direcciones, y puede, con un golpe de su cola, encajar algunas de estas puntiagudas saetas en la cara u hocico de un lobo, o de cualquier otro animal que lo ataque.

Un lobo viejo que ha sido herido en esta forma, no vuelve a exponerse. Sabe que debe estarse quieto, sin moverse, casi sin respirar. quizá una hora, hasta que el puerco espín, suponiendo que la costa está libre, comience a desenrollarse en forma lenta, muy lenta, y precavida.

Así el señor Lobo lo observa y espera hasta que el animal se ha desenrollado completamente, y entonces lo ataca de repente. hiriéndolo en los flancos, sin protección, antes de que pueda doblarse para protegerse.

Cuando os encontréis con una gran dificultad ante vosotros, pensad en el lobo y en el puerco espín y no tengáis prisa en arreglarla. Usad de paciencia, como el indio de la costa occidental de África, que al tratar de coger a un mono, decía: "No tiene objeto correr y tratar de cogerlo: no, señor, suavemente, suavemente es como se agarra al mono".

En la historieta de "Colmillo Blanco", el joven lobo es cazado por unos indios, y llega a estar bastante domesticado a fuerza de vivir con ellos. Pero cuando el hambre viene, y las tribus carecen de alimento que dar a la multitud de perros que abundan en el campamento, estos pobres animales tiene que introducirse en el bosque para obtener por sí mismos algo que comer. El resultado es que siendo perros civilizados, acostumbrados a que se les dé la comida, no conocen la manera apropiada de conseguirla, y la mayor parte de ellos mueren de hambre, y son comidos por los lobos.


La caza del puerco espín por un lobo constituye una buena lección de paciencia para el Lobato.

Mas "Colmillo Blanco", habiendo comenzado su vida como lobato, pudo cazar por sí mismo, y así conservó la existencia y la salud; pero un día le llegó el olor de carne asada al fuego, y por ello se dio cuenta del hambre que había pasado, y regresó con sus dueños.

Lo que pasa con los lobos, es muy semejante a lo que pasa con los muchachos al entrar en la vida. Si ellos no han aprendido mientras son niños a cuidar de sí mismos, a salir avante por sí solos, no tendrán éxito; aquellos que, como los Lobatos y los Scouts, han sido enseñados a ejercitarse en todos los pequeños menesteres para vencer dificultades, tendrán éxito completo.

Por tanto, procurad obtener la mayor suma de conocimientos mientras seáis Lobatos. Tratad de pasar todas vuestras pruebas y ganar las Especialidades que se otorgan a los que son listos en el juego. Seguramente que os será de utilidad más tarde, cuando queráis ser verdaderos Scouts.

He observado familias de lobos en su vida ordinaria. Los dos padres marchan al frente y los pequeños detrás, siguiendo sus huellas. Es perfectamente cierto que los lobos viejos enseñan a sus lobatos de manera cuidadosa los menesteres que más tarde les hacen convenirse en espléndidos cazadores, que ni aún el hombre logra imitar. Son los más inteligentes y listos de todos los animales de la selva; en atención a esto, los Scouts que demuestran ser los mejores, reciben, muy apropiadamente. el nombre de lobos.


Los pequeños lobos siguen las huellas de sus padres.

El Lobato es obediente

Hay multitud de cosas que los lobos enseñan a sus lobatos, y que los Lobatos humanos pueden también aprender perfectamente.

Si observáis a los lobatos cuando juegan a coger mariposas, los veréis tropezar unos con otros durante el juego.

Alguno se va más adelante en busca de aventuras.

La loba madre, en tanto, ha permanecido con la cabeza entre las patas delanteras, cerca de ellos. De pronto levanta la cabeza para ver al que se ha alejado. Este se detiene, la ve, y un instante más tarde regresa corriendo, nada ha escuchado, ni el menor ruido; pero aquel joven lobato sabe bien lo que su madre desea de él y lo pone en práctica inmediatamente. Esto es lo que se ha llamado obediencia.

Tal es lo que el Lobato humano puede hacer también: ver lo que de él se desea y ejecutarlo sin esperar a que se le diga u ordene.

Así es como los Lobos, cuando crecen, resultan buenos cazadores. La Manada trabaja en conjunto, obedece las órdenes del Lobo Jefe. Cada uno de ellos, cuando sale de caza tras de un venado u otra pieza, desearía cogerla para sí y comérsela él solo; pero el Lobo Jefe no permite tal cosa. En la Manada todos tienen diferentes deberes que desempeñar; lo mismo que cada uno de los jugadores de un equipo de fútbol. Aquellos que primero encuentran al venado tienen que correr rápidamente a colocarse delante de él, evitándole llegar al lugar de refugio, al cual trata de dirigirse. Los que vienen detrás, corren sin precipitación para que si los que van delante se cansan, puedan ellos sustituirlos y herir o matar al venado.

Si el venado es combativo y tiene cuernos o está defendido por una roca a su espalda, forman un círculo a su alrededor, y con toda calma se sientan a esperar la oportunidad.

Uno o dos pretenden atacarlo, y cuando él corre tras ellos, algunos de los otros se le echan encima y lo atrapan por detrás.

Cuando cazan animales ladinos, algunos de la Manada los siguen despacio, sin hacerlos correr demasiado aprisa, porque podría suceder que alguno se les escapara. Pero yendo despacio, envían a uno o dos de sus mejores cazadores para que le salgan al encuentro. Se esconden y esperan a que llegue. El animal perseguido, pensando que sus únicos adversarios son los que le siguen, se olvida de mirar hacia adelante cuidadosamente, y de pronto es atacado por sus nuevos enemigos, los que casi siempre lo derrotan.

Ya veis que todos los lobos de una manada tienen su papel que desempeñar; todos obedecen los deseos de su Lobo Jefe, exactamente como los jugadores de un equipo de fútbol obedecen los deseos de su capitán. Este no tiene que gritarles sus órdenes.

Cuando vosotros jugáis fútbol no esperáis a que el capitán os diga cuándo tenéis que correr o pasar la bola a algún otro; todo esto lo hacéis vosotros sin que os lo ordenen; porque sabéis lo que el Jefe pide de vosotros. Vosotros "jugáis vuestro juego", no solamente por divertiros, sino para ayudar a los vuestros a ganar.

Esto es, después de todo, el principal deber de un Scout - "jugar su juego".

La Ley de la Manada

1. El Lobato escucha y obedece al Viejo Lobo.

En la selva, el Viejo Lobo es inteligente y sabe lo que es mejor para tener éxito en la caza, por tanto, todos los Lobatos lo obedecen siempre con prontitud; aun cuando el Viejo Lobo no esté presente, los Lobatos obedecen sus órdenes, pues es el deber de cada Lobato en la Manada jugar el juego honradamente.

Y así es en nuestras Manadas. El Lobato obedece las órdenes de su padre, de su madre o su maestro; véanlo o no lo vean se puede tener confianza de que él siempre hará cuanto pueda por satisfacer los deseos de sus mayores.

2. El Lobato se vence a sí mismo.

Cuando el lobo pequeño anda tratando de cazar una liebre para comer, o para su manada, puede encontrarse cansado y desea suspender la caza; pero si él es un buen lobo no piensa en sí mismo y continúa la caza hasta el final; hará cuanto pueda insistiendo una y otra vez. Al final se dará cuenta de que la liebre está tan cansada como él mismo y obtendrá su comida.

Lo mismo sucede en nuestras Manadas. El Lobato puede tener una tarea señalada, por ejemplo saltar o aprender a nadar; la cual tal vez le parezca difícil o cansada y si pudiera hacer su voluntad le gustaría no hacerla. Más como el Lobato no se escucha a sí mismo, continuará haciendo lo que se le ha mandado y ensayando una y otra vez; hará "cuanto pueda" y al final obtendrá éxito.

Cuando regreséis a casa, tratad de recordar las cosas que habéis aprendido. pues, como Lobato deberéis practicarlas constantemente, sobre todo las siguientes:

El Círculo de la Roca y el Círculo del Consejo
El Gran Clamor
El Saludo del Lobato
Las dos Leyes del Lobato, la Divisa y las Máximas
La Insignia
La Bandera

  Juego: LA DANZA BALOO. Ahora formaremos el Círculo del Consejo y ensayaremos la Danza Baloo de "El Oso". En "El Libro de las Tierras Vírgenes" es éste el animal que enseñó a Mowgli la Ley de la Selva. Era un viejo bonachón, algo así como un policía grandote. Por lo tanto cuando se da la orden "Bajo", todo Lobato voltea a la derecha y sigue al que va delante, marchando despacio, erecto y con aire de orgullo, con el pecho salido, sus hombros hacia atrás, su barba en alto, viendo a derecha e izquierda en forma arrogante; y conforme camina va recitando en alta voz las dos Leyes del Lobato para que todo el mundo las conozca: "El Lobato obedece al Viejo Lobo. El Lobato no se escucha a sí mismo".

A la señal del Jefe de Manada o a la orden de hacer alto, los Lobatos se detienen instantáneamente, giran sobre sus talones de manera de quedar de frente al centro del círculo y se paran en posición de "Alerta", esperando nuevas órdenes. (Si se desea hacer esta danza con música se puede tocar la pieza llamada "Picnic de Teddy Bear, o Coro de los Policías, de la obra "Piratas" de Penzance").

Bagheera

Bagheera era la pantera negra que podía trepar a los árboles o arrastrarse en silencio sin ser vista, aprovechando las sombras de la noche. Era una cazadora trabajadora y mañosa, valiente y resistente.

Aun cuando podía ser fiera y teMible si lo deseaba, tenía buen corazón y enseñó a Mowgli cómo cazar y obtener su alimento.

  Juego: LA DANZA BAGHEERA. Para la Danza Bagheera, cada Lobato se arrastra volviendo la cabeza a derecha e izquierda para buscar su caza. De repente simulan ver una pieza, cada Lobato se agazapa volviendo la cabeza hacia el centro del círculo, imaginándose que ahí hay un venado que está comiendo.

Para no ser vistos, silenciosamente se ponen en cuatro pies y voltean hacia el centro, en seguida se arrastran hacia atrás, unos cuantos pasos, retirándose del venado para no asustarlo. Luego cada Lobato comienza a arrastrarse, despacio, hacia el centro. Conforme se van acercando procuran estar más cerca del piso e ir más despacio, cuando están todos muy cerca, se tienden sobre el suelo y esperan a que se les dé la orden, diciendo: "Ahora" y entonces brincan hacia adelante en pos del venado imaginario, y dando un grito lo agarran y lo despedazan. Luego egresan hacia afuera y corren saltando hacia sus lugares en el Círculo del Consejo, llevando consigo y comiéndose pedazos imaginarios de carne de venado.

Durante la danza todos los Lobatos deberán estar pendientes de Akela y hacer instantáneamente lo mismo que él hace.

Día de la Madre

Una de las primeras Manadas que obtuvo resultados satisfactorios fue la número 1 de Westminster. la cual adoptó a mi hijo Pedro que sólo tenía unos cuantos meses de edad, como su Jefe. Una vez concurrió mi hijo a la Manada. marchando al frente de sus filas...; ¡en los brazos de su nodriza!.

Creo que una de las personas que presenció aquella escena con más interés fue mi anciana madre que contaba 90 años. Cuando los Lobatos la saludaron con tres "¡hurras!", estando sentada a la ventana, se afectó sobremanera y me comunicó cuánto deseaba demostrar a los Lobatos su agradecimiento. Sentía que si ellos dependían de su nieto, eran. por tanto, también sus nietos.

Hablando de mi madre, deseo recordar a los Lobatos una vieja costumbre inglesa que deberían conservar como parte de sus deberes hacia sus padres -los Viejos Lobos de la primera Ley de la Manada-. Héla aquí: En cierto día del año cada quien honra a su madre.

Para cumplir con ella, lo que debéis hacer es dar o enviar a vuestra madre un pequeño obsequio. una muestra de respetuoso afecto.

Si ha fallecido, podéis colocar unas cuantas flores sobre su tumba, o si estáis lejos del lugar donde se halla enterrada. podéis mandar alguna limosna al Cura de la Parroquia para que él ponga las flores por vosotros, o hacer algunas cosas que vosotros sepáis le gustaría que hiciérais.

De todas maneras, debéis pensar en ella y honrarla, pues ella os trajo al mundo; ella os crió y os educó. Tratad de hacer cosas que la hagan sentirse orgullosa de su hijo. y nunca hagáis nada que le cause dolor o vergüenza. Ella ha hecho mucho por vosotros, haced vosotros algo por ella.

Centinela Alerta

Recordad la historia de aquel joven soldado francés que estaba de guardia en un bosque. en una noche oscura, y que de repente se vio rodeado por el enemigo. Tenía una bayoneta puesta sobre el pecho y una voz le dijo al oído: "Una palabra y es usted cadáver". Si él se mantenía quieto y no hacía nada, salvaba su vida, pero él, tomando aliento, dio con todas sus fuerzas la voz de alarma.

Mientras agonizaba tendido en el suelo, oyó ruido del regimiento que corría a tomar las armas; sabía que con el sacrificio de su vida había salvado a sus camaradas. y por eso moría feliz.

De la misma manera todo explorador, soldado o Scout, tiene que estar listo como el joven francés para morir por los suyos.

Con frecuencia, también tendréis que llevar al cabo trabajos tediosos y sin interés, para beneficio propio.

Al final de un día de jornada, con los pies cansados y el cuerpo adolorido, tendréis que hacer guardia alrededor del campamento mientras vuestros amigos duermen.

Por más muertos de cansancio que estéis, tendréis que permanecer alertas para no dejaros sorprender por los enemigos, las fieras y otros peligros, pues vosotros sabéis que vuestros camaradas duermen confiados en que vosotros estáis alertas.

No hay que pensar en despertar al centinela del turno siguiente un minuto antes de tiempo, porque un buen Scout nunca evade su deber, mas bien trata de aumentar su porción de trabajo, en beneficio de los demás.

Lo mismo es para este Scout arriesgar su vida por sus camaradas, que lavar los trastos después de la cena. Un Scout está listo y deseoso de hacer las cosas que otros evitarían murmurando: "no son de mi deber’.

De igual modo, un Lobato en casa está listo para desempeñar su trabajo en favor de la Manada, lavando el piso de la cueva, poniendo un mechero en la luz de gas o cualquier otra cosa que requiera ejecución.

  Juego: CENTINELA ALERTA. He aquí un juego en el que un muchacho hace el trabajo de Centinela Alerta mientras los otros se dedican a trabajos más activos y entretenidos. Lo hace porque es su deber.

Dos Seisenas tienen parte en este juego. Los Lobatos de un lado se ponen unas tiras de género rojo alrededor del brazo y los otros de género azul. A uno de los Lobatos rojos se le señala un lugar desde donde puede vérsele por todas partes; deberá pasearse de un lado a otro en un espacio de 10 metros.

Sobre su pecho cuelgan unos cartones amarrados al cuello como los panes de un emparedado, siendo estos cartones cuadrados de treinta centímetros por lado y con un dibujo igual de cada lado. Cada vez que el Centinela ha completado 10 vueltas, cambia el dibujo por otro. Tiene seis cartones cada uno con diferente dibujo, el cual puede ser como uno de éstos:

Los Lobatos azules tienen que arrastrarse sin ser vistos y escribir notas con cada dibujo conforme vayan apareciendo por turno.

Después un Lobato azul hace de Centinela Alerta con sus dibujos, y los Lobatos rojos hacen de espías y escriben sus informes. Los centinelas no hacen otra cosa que caminar de un lado a otro cambiando sus cartones pero los del resto de la Seisena pueden capturarse unos a otros arrancando las cintas de sus brazos.

En el momento en que un muchacho pierde sus cintas se considera muerto y fuera de juego. No hay limitación alguna respecto al lugar en donde los muchachos pueden colocarse. Pero Akela designa cuántos Lobato deben quedar como capturadores y cuántos como espías del centinela enemigo para leer sus señales.

Al final del juego el juez recoge los informes y cuenta cuántos de ésto están correctos. Cada uno de los seis dibujos asentados correctamente en el informe de un Lobato, cuenta por un punto para su bando. Los Lobato por honor, no podrán comparar sus informes con otros. Algunos de vosotros pensarán que Centinela Alerta está muy aburrido; pero es una buen práctica la de aprender a hacer la parte del trabajo que a él le corresponde, sin divertirse. El dirá solamente: "Es parte de mi trabajo del día".

Los verdaderos lobos "Juegan el Juego"

Hasta las fieras como los lobos tienen un sentido del deber de jugar el juego por el bien de los demás.

Por ejemplo, un lobo se interna en un terreno boscoso y lo examina con cuidado, caminando hacia adelante y hacia atrás, en silencio, y venciendo las dificultades que se le presentan, ahuyentando a los conejos, a los venados y a los pájaros sin tratar de corretearlos y cogerlos.

Al otro extremo del bosque, y cerca del lugar de salida, los otros lobos están escondidos esperando descansadamente hasta que la caza queda a su alcance, y la pueden coger. Si un lobo puede demostrar que no es egoísta y que desarrolla su trabajo en beneficio de los demás, vosotros, lobos humanos, podéis hacer lo mismo entre vuestros compañeros: jugar el juego para beneficio de ellos, aun cuando esto os cueste a vosotros.

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