Siempre Scout Siempre Scout
Manual de Lobatos
4a dentellada

Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice

CUARTA DENTELLADA

Los Bander-log - La Promesa del Lobato
La Danza del Hambre de Kaa


Los Bander-log

HACE MUCHO TIEMPO, cuando fui a la India por primera vez, mi mi hermano mayor, que ya había estado ahí, me enseñó la forma correcta de dirigirse a un caballero indio: -"Choop u bunder ke butch jao"- que me dijo significaba -"buenos días, señor".

Cuando usé esta frase con los caballeros indios me encontré con que no les gustaba, y entonces me informé con más detenimiento sobre su significado, y encontré que no quería decir "buenos días"; y que lo que yo les decía era: -"Cállese, hijo de mono y lárguese".

Vosotros podréis llamar a un muchacho monito, en vuestro país, y esto nada significa; pero llamar a un hombre mono, en la India, es el mayor insulto que se le pueda dirigir.

A alguno de vosotros os habrá cabido la suerte de leer las historietas de Rudyard Kipling, contenidas en "El Libro de las Tierras Vírgenes". Una de ellas nos relata la aventura de Mowgli con los monos "bander-log". Mowgli, el niño criado por los lobos, se ha convertido en miembro de la manada, y es por tanto gran amigo de los animales de la selva.

Una vez le dijo a Baloo, el oso, y a Bagheera. la pantera, que a él le gustaban los Bander-log porque eran muy activos y alegres. Pero Baloo le explicó que estaba equivocado y que no debía tener tratos con los Bander-log. Ellos no tienen una Ley como los Lobos: solamente hablan de lo que han oído referir a otros; se consideran muy chistosos e inteligentes; mas no saben nada y son bobos; anuncian mucho lo que van a hacer y nunca hacen nada; hablan mucho en vez de trabajar, son malos y sucios.

Nadie en la selva tiene que ver con ellos. Son cobardes y se suben a los árboles a tirar cocos y palos a los animales heridos. Nunca se acuerdan de nada; siempre están pensando en formar sus leyes, pero se olvidan constantemente de sus propósitos.

Yo creo que muchas veces se encuentra uno con niños que debieran estar entre los Bander-log, porque hablan mucho y hacen poco; son sucios y desarreglados; son cobardes, no obedecen ninguna ley, y no tienen disciplina como la tienen los Lobos.

Cómo los monos se llevaron a Mowgli

Un día, los Bander-log se apoderaron de Mowgli; lo hablan estado observando por entre los árboles mientras construía una casa pequeña con ramas y enredaderas para albergarse: pensaron lo bien que les saldría apresarlo para que les enseñara a construir sus casas. Mientras dormía se arrastraron y lo cogieron dos de los más fuertes de entre ellos, lo tomaron por los brazos y lo subieron a las copas de los árboles y corrieron kilómetros y kilómetros con él saltando de árbol en árbol, y se lo llevaron lejos de sus amigos arrastrándolo por las ramas; de cuando en cuando él alcanzaba a ver pedazos de tierra, muy bajo, por entre las hojas. A veces saltaban con él por espacios abiertos, de un árbol a otro, y se detenían en una rama movediza.

Con un grito y un brinco se lanzaban al aire, saltando de un lado a otro: hacia arriba, hacia abajo, colgándose con las manos de las ramas bajas del siguiente árbol.

Así, con saltos y gritos, caminó la tribu entera de Bander-log, de árbol en árbol, un largo trecho, llevando a Mowgli prisionero.

Mowgli da la Llamada de la Selva

Conforme caminaba, Mowgli iba dando la Llamada de la Selva pidiendo auxilio a los animales amigos. Arriba, en el cielo, Chil, el Milano, se dio cuenta de lo que pasaba, y observando a donde lo llevaban los monos, dio aviso de ello a Baloo y a Bagheera.

Estos se abrieron paso entre la floresta lo mejor que pudieron, en la dirección en que los monos se lo habían llevado, pero Baloo ya estaba viejo y no podía ir de prisa, como lo habían hecho los Bander-log.

En el camino se encontraron con Kaa, la gran Serpiente Pitón de nueve metros de largo. Esta, de buenos instintos pero muy despaciosa, deseaba ardientemente comer, y con facilidad fue persuadida de ayudar en la caza de los Bander-log. Bagheera, además, le contó que los monos habían hablado despectivamente de ella llamándola "Lombriz amarilla de tierra, sin pies".

La vieja Kaa no era muy excitable; sin embargo, esta falta de respeto la hizo arder en cólera, y por tanto cuando Baloo le dijo: -¿Vienes en nuestra ayuda para ir a coger a los monos? -Contestó: -Iré, especialmente porque me han llamado lombriz amarilla. Conque lombriz ¡eh!

Ahora, ya estando lista Kaa para unirse a Baloo y a Bagheera encamináronse los tres hacia una ciudad en ruinas donde los monos vivían y gustaban representar la comedia de que eran hombres. Bagheera, afanosa, se adelantó a los otros dos, y cuando vio a los monos reunidos alrededor de Mowgli, se lanzó sobre ellos y los atacó irreflexivamente; mas había miles de ellos y se le vinieron encima en seguida, dominándola hasta obligarla a refugiarse en un pozo profundo lleno de agua, mientras que llegó Baloo y los atacó también.

Hubo un encuentro glorioso; mas para asegurarse de que Mowgli no les sería arrebatado, los monos lo subieron al techo de una pequeña casa de verano dejándolo caer por un agujero en un lugar del cual no habla escape, pues se encontraba lleno de culebras venenosas. Mas él, rápidamente, silbó la señal que usan las culebras en la selva, y de este modo las convirtió en sus amigas, con lo cual ya no le hicieron daño.

Kaa hace el Salvamento

A Bagheera y a Baloo les estaba costando la lucha gran trabajo y ya llevaban la peor parte en la batalla, cuando la vieja Kaa apareció en escena y haciendo acopio de todas sus fuerzas, se lanzó sobre la banda de monos, dando golpes con su dura cabeza a derecha e izquierda, e infundiéndoles terror con sus silbidos. Los monos todos saben que su carne es la que más apetecen las serpientes; así pues, poseídos de terror inmenso, se echaron a correr. Los tres animales amigos se dirigieron inmediatamente a sacar a Mowgli de su prisión: pero fue Kaa la que logró rescatarlo haciendo con su cabeza un agujero en la pared. por donde pudo escapar Mowgli. Kaa inmediatamente comenzó a hacer una serie de contorsiones, dando vueltas curiosas en campo abierto, a la vez que silbaba. Los monos, que se habían ido reuniendo en las copas de los árboles, se figuraron que iba a bailar la Danza del Hambre. Conforme se enroscaba y daba vueltas sobre sí misma, los monos no podían resistir la tentación de observarla, a tal grado, que perdieron el dominio sobre sí mismos y entonces ella les pidió que se acercasen, lo que fueron haciendo gradualmente, hasta que los tuvo tan cerca que pudo tomar los que deseaba haciéndolos pedazos entre sus poderosos anillos, para después comérselos y satisfacer su hambre. Así terminó la aventura de Mowgli con los Bander-log.

La Promesa del Lobato
"Saber de memoria, entender y practicar en la vida la Promesa..."

No creo que haya ningún niño que desee pertenecer a los Bander-log, es decir, que desee ser un niño tonto, que se pasa la vida sin hacer ningún trabajo de provecho, sin divertirse en juegos útiles, o sin tener leyes que obedecer. Los Lobatos no son así: tienen deberes que ejecutar dentro de la Manada, y en ellos se divierten cuanto pueden, mucho más que los Bander-log, pues se dedican a juegos debidamente reglamentados y su trabajo es de utilidad.

Como los Scouts, un muchacho, antes de convenirse en Lobato, tiene que hacer una Promesa. Hela aquí:

"Prometo hacer siempre lo mejor
por cumplir mis deberes para con Dios y la Patria.
Observar la Ley de la Manada;
y hacerle una Buena Acción a alguien cada día".

Cuando alguien promete hacer algo, quiere decir que sería terriblemente deshonroso para él descuidarse u olvidarse de hacerlo; en otras palabras: cuando un Lobato promete hacer algo, se puede estar perfectamente cierto de que lo hará.

Respecto a Dios. Cumplir con su deber para con Dios significa nunca olvidarse de El y tenerlo presente en cada uno de sus actos; si vosotros estáis haciendo algo malo, al acordaros de Dios, lo dejaréis de hacer inmediatamente. Se os enseña a bendecir la mesa antes de comer, y a dar gracias después. Bien, yo creo, que hay que dar gracias también después de cada cosa de la que uno ha disfrutado, ya sea la comida, un buen trago o un día feliz. Ya que Dios os ha proporcionado aquellos placeres, a Él deberéis darle las gracias, tal como lo haríais con cualquier persona que os hubiere proporcionado algo que os gustase.

Respecto a la Patria. Ya os he dicho, cómo los Lobatos en la Manada obedecen todos al Viejo Lobo. Así en cada nación, el pueblo forma una enorme Manada, la que tiene su Jefe de Estado. Mientras todos reconozcamos en él la majestad, nuestro trabajo tendrá buen éxito, como lo tiene la caza en la Manada o un equipo de fútbol cuando todos obedecen al capitán.

Si cada quien llevara el juego a su modo, no habría reglas, pero tampoco habría éxito. Por eso, si todos jugamos el juego ayudándonos unos a otros, tal como el Presidente lo quiere, nuestro país siempre triunfará.

Del mismo modo, como Lobatos deberéis obedecer a los Jefes de Manada y a vuestro Seisenero.

Respecto a la Ley. Todo juego tiene sus reglas. Así pues, si deseáis jugar con corrección, se deben obedecer las reglas.

En la próxima Dentellada aprenderéis las Leyes del Juego de los Lobatos.

La Buena Acción. Ahora veamos lo referente a hacer un servicio a alguien cada día.

Los Lobatos tienen un sistema patentado de ser felices. ¿Cómo suponéis que logren tal cosa?

¿Corriendo de un lado para otro y practicando juegos de Lobatos? ¿Saliendo de campamento? ¿Explorando el país? ¿Aprendiendo todo lo relativo a los animales y a las aves? Sí; los Lobatos hacen todo esto y con ello son felices; pero tienen un camino mejor que es muy sencillo: ser felices haciendo felices a otros. Es decir, todos los días hacen un favor a alguien. sin importarles quién sea la persona (siempre y cuando no sean ellos mismos), amigo o extraño, hombre, mujer o niño. Aun cuando, como los caballeros de antaño, prefieran servir a una mujer o a un niño.

El servicio no necesita ser grande. Generalmente vosotros tendréis oportunidad de hacer un acto bueno en vuestra propia casa, tal como ayudar en alguno de los quehaceres; o, si os encontráis fuera de ella, ayudando a cruzar la calle a un chiquitín, o algo semejante.

Estad siempre listos para ayudar a llevar un bulto a una persona, a ceder el asiento en el autobús atestado, indicar el camino a alguien; abrir las puertas para que pasen las damas; ayudar a las mujeres ancianas, a los ciegos, y a los niños a cruzar la calle; darle de beber a un perro o a un caballo sediento; proteger a las aves del robo o destrucción de sus nidos por otros muchachos. Esto y cientos de cosas como éstas. son ejemplos de Buenas Acciones que todo Lobato puede hacer y debe hacer si ha de cumplir con su Promesa de hacer un servicio.

Jamás aceptéis una recompensa por hacer una buena acción; si habéis llevado un bulto pesado o llamado un automóvil para una dama anciana, y por ello se os ofrece algún dinero, debéis saludar y decir: -Gracias, soy Lobato y es mi deber hacer una buena acción.- Si aceptárais dinero no habríais hecho una Buena Acción, sino tan sólo desempeñado un trabajo que os habría sido retribuido.

Hay muchachos que, cuando han hecho algún servicio, lo publican por todas partes. lo cuentan a otros muchachos, a sus padres y a sus amigos como si hubieran hecho algo nunca visto. No sucede así con los Lobatos o con los Scouts, quienes guardan en silencio las buenas acciones que hacen.

Un día, un caballero anciano, amigo mio, fue atacado en un callejón por un ratero, quien después de haberlo golpeado en el estómago, le arrebató su reloj de oro y huyo con él. Un Scout se encontraba cerca, y solo, se lanzó en persecución del ladrón. No pudo darle alcance, pero lo llevaba tan cerca, que pensando el hombre que podía ser cogido con el reloj en su poder, lo soltó y siguió corriendo. El Scout recogió el reloj y en la imposibilidad de coger al ladrón, regresó a donde estaba el anciano caballero, le devolvió su reloj, llamó un coche de alquiler, lo ayudó a subir en él y se retiró sin decir quién era, ni a qué Tropa pertenecía. El caballero aquel me pidió que le buscara al muchacho para poder recompensarlo, pero jamás puede encontrarlo. El Scout había cumplido con su deber sin ostentación, sin decir a nadie nada. Había hecho eso porque era su deber, no porque esperara obtener por aquello ninguna alabanza ni recompensa. Así hacen los Scouts y así hacen también los Lobatos.

Los Lobatos tiene los ojos bien abiertos. ¿Habéis notado en el dibujo del Lobato que está saludando, qué cosa tiene en la pañoleta? Pues hay dos nudos en él. El de abajo lo ata el Lobato para que le recuerde que tiene que hacer su Buena Acción durante el día. Tan luego como la ejecuta desata el nudo.

La Sonrisa del Lobato

Hay otra cosa que si vosotros tenéis los ojos abiertos, como buenos Lobatos, habréis ya notado, y es que en toda pintura de un Lobato, éste está siempre sonriendo. Pues bien, si observáis a un lobo real, o a un perro que ha estado jugueteando, observaréis que tiene una sonrisa en su boca. De igual manera el Lobato deberá siempre sonreír, aun cuando no se sienta con ganas de sonreír, y muchas veces tenga más ganas de llorar. (Recordad que los Lobatos nunca lloran).

De hecho. los Lobatos siempre sonríen aunque se hallen en un trance difícil, aunque tengan una pena, o alguna dificultad, o estén en peligro. Siempre sonríen y se aguantan.

Tal es lo que hicieron nuestros soldados y marinos durante la guerra, y estoy seguro que lo mismo podéis hacer vosotros los Lobatos.

No hace mucho que un niño, muy pequeño, llamado Francis Palmer, perteneciente a la Manada de Lobatos del Grupo número 18 de Brístol, fue alcanzado por un automóvil, que le rompió en dos la pierna izquierda y le hizo una grave herida en la cara.

El niño sufría mucho, pero sorprendió grandemente a los doctores y enfermeras que no llorara ni se quejara. Uno de los médicos le preguntó qué era lo que le hacía ser tan valiente, y su contestación fue: "Soy Lobato, y no debo llorar".

Un Lobato Japonés

Durante la tarde del primero de septiembre de 1923, después de un terrible temblor en el Japón, se reunió una multitud en la Tierra Reclamada, al pie del Morro de Yokohama. Esa gran multitud habla escapado de la muerte al caerse las casas. Algunos no presentaban ninguna herida, pero la mayor parte tenían cortadas, y varios estaban seriamente heridos. El Capellán británico atendía a los más graves, trataba de levantar el ánimo del pueblo. De repente, entre la hierba vio tirado a un niñito; trataba de reconocerlo, cuando éste levantó una manecita y con voz muy débil le dijo: "Aquí estoy señor Strong, todos los demás están en el cielo". Todos los demás eran su padre, su madre, su institutriz y un amigo, aun cuando más tarde se supo que su madre había escapado sin ser herida. El nombre de este pequeño era Frank Purington, Lobato de nueve años de edad, uno de los muchachos más listos de la Colonia, que tenía su brazo derecho y su pie izquierdo hechos papilla. Vinieron por fin a levantarlo para trasladarlo a un bote, y al tratar de levantarlo dio un ligero quejido, peo inmediatamente se sobrepuso. -"No, yo no debo llorar. Soy un Lobato. Pero por favor tengan cuidado con mi brazo y mi pierna, que me duelen mucho". Lo llevaron con toda suavidad a un bote y más tarde a bordo del Dongola, y cuando por fin lo pusieron en su cama dijo a los que tal hacían cómo debían colocarlo para que sus heridas no le molestaran. A la mañana siguiente, cuando el doctor se acercó a verlo, le dijo: -"No se preocupe por mi, doctor. Atienda a los otros; mi fin ha llegado ya". Poco después murió.

Volvamos a la selva, recordando la Historía de Kaa y los Bander-log.

  Juego: LA DANZA DEL HAMBRE DE KAA, LA SERPIENTE PITÓN. Un Lobato es la cabeza de Kaa, y el resto de la Manada forma detrás de él la cola, tomando cada uno al Lobato que tiene enfrente, poniéndole las manos sobre los hombros, y siguiendo al que hace cabeza a donde quiera que vaya, moviéndose todos tan lentamente como les sea posible, y llevando cada quien el paso con el de enfrente. El que va a la cabeza, lentamente se deslizará haciendo en su recorrido la figura de un ocho, y en seguida enroscará su cola en forma de círculo que se va reduciendo poco a poco hasta que da la vuelta para deshacerlo en forma de espiral.

Durante el tiempo que tarda la danza todos los Lobatos silban a la vez que caminan, sobre las puntas de los pies, sin hacer el menor ruido, de tal manera que el conjunto imite el ruido de una serpiente al arrastrarse sobre el pasto, lanzando de cuando en cuando un silbido más agudo, como lo hacen las serpientes para llamar a sus amigos.

Cuando Kaa ha terminado de enroscarse y desenroscarse, como queda dicho, el guía da la voz de: "Bander-log’’, e inmediatamente la serpiente se desbarata y cada Lobato corre por su lado, imitando a los monos.

Uno correrá en cierta dirección, como si fuese a atender un negocio urgente, deteniéndose repentinamente y sentándose con la cara hacia el cielo. Otro bailará en cuatro pies dando vueltas y más vueltas sin objeto real ninguno. Otro tratará de agarrarse la cola. Otros treparan por las ramas imaginarias sentándose en ellas a rascarse. Uno se pondrá a correr dibujando la figura de un ocho. Otro correrá en cuatro pies hacia un enemigo ilusorio, sentándose de repente a contemplar las estrellas. Otro correrá detrás de su propia cola, caminará unos cuantos pasos y luego volverá de nuevo a correr tras de su cola. Otro estará haciendo cabriolas, cogerá una paja imaginaria, la examinará, y luego volverá a sus cabriolas, de nuevo. Otro más, pondrá la cabeza entre sus talones y se sentará a rascarse. Otro caminará rápidamente como si fuera en pos de un negocio importante; se detendrá, y olvidando a dónde iba, se rascará la cabeza y volverá a caminar rápidamente en una nueva dirección, repitiendo esto una y otra vez.

Todos harán las boberías que se les vengan a la cabeza, exactamente como lo hacen los monos; pero no se fijarán en lo que están haciendo los demás. Estarán constantemente ocupados y harán diferentes cosas por turno. Durante todo este tiempo seguirán dando continuamente la llamada de los monos. El cuadro será un estado de confusión en que todos hagan cosas bobas sin finalidad ninguna y al mismo tiempo lanzarán constantemente el grito de los monos: "¡Gurrukk, gurrukk, jau, jau, gurruk!"

De repente, el guía gritará "Kaa", los monos se hielan de espanto, pues saben perfectamente lo que hará con ellos este terrible enemigo. El Lobato que hace de cabeza de Kaa se pone de pie con los brazos extendidos hacia el frente, la cabeza agachada y lentamente balancea su cuerpo de un lado para otro. Silba una vez y los monos dan un paso involuntario hacia adelante y entonces la serpiente señala a uno de ellos.

La aterrorizada víctima se arrastra pasando por en medio de sus piernas dando a entender que se lo han engullido y en seguida se coloca detrás del Guía, con las manos sobre sus hombros como en la primera parte de la Danza. Hasta una docena de monos son engullidos en esta forma, Uno después de otro, para formar de nuevo el cuerpo de Kaa; los otros lentamente se van colocando a la cola para completar el cuerpo de la serpiente. Cuando todos están ya reunidos, la serpiente se mueve pesadamente formando un círculo y por fin se echa al suelo y se duerme para hacer la digestión de la buena comida que ha dado. Esto último se lleva al cabo tirándose al suelo uno después de otro, principiando por el Guía, descansando cada Lobato su cabeza sobre el compañero de enfrente. A la llamada de ¡Manada, Manada, Manada!, todos se ponen de un salto sobre sus pies, gritando la respuesta "¡Manada!", y forman en seguida el Círculo de Parada.

Anterior
Anterior

Indice
Indice

Homepage de Siempre Scout
Home

Arriba
Arriba
Siguiente
Siguiente

Página actualizada el