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Manual de Lobatos
7a dentellada

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SÉPTIMA DENTELLADA

Observación - Adiestramiento de los sentidos - Rastreo
Un periódico de arena - Lectura de una pista - Animales domésticos

Observación

"Esta es la Ley de la Selva. Tan vieja y verdadera como el firmamento. El lobo que la observa prospera; el que la viola deberá morir...

El chacal podrá seguir al tigre, pero tú, Lobato, cuando te crezcan las patillas, recuerda que el lobo es cazador y avanza y consigue su propia comida”. -Rudyard Kipling.

ESTO SIGMFICA QUE el chacal es una bestia traicionera que no caza, no consigue su propia comida, que ronda por donde el tigre anda cazando y toma lo que éste deja cuando ha terminado de comer. El chacal es exactamente como el hombre inútil que nunca se busca su propio sustento, sino que lo anda mendigando y vive del trabajo de los demás.

El Lobo es diferente. Caza para comer, como el hombre que se sustenta y se abre paso en la vida sin querer que los demás lo hagan por él. Así vosotros, mis queridos Lobatos, estáis aprendiendo a hacer lo mismo.

Cuando el Lobo caza animales para comer. olfatea para saber dónde encontrarlos.

Un hombre, que no tiene el mismo buen olfato, caza los animales rastreándolos: para un Scout el rastreo es el medio usual, no solamente para cazar, sino también para conseguir informaciones.

El rastreo es una cosa muy buena: mas para ser un buen rastreador se necesita mucha práctica y buen entrenamiento. En la India toma siete años el adiestrar un buen rastreador.

Así, pues, me temo que vosotros tendréis que esperar hasta que seáis Scouts para aprender un verdadero rastreo; pero hay muchas cosas que podéis hacer siendo Lobatos y que os ayudarán en gran nianera después.

Adiestramiento de los sentidos

Antes que un Scout pueda considerarse como un buen rastreador. deberá ser capaz de notar hasta los pormenores más insignificantes que lo ayuden a obtener su objetivo. Deberá no solamente ver todo, sino también usar su inteligencia de tal manera, que deduzca el significado de los objetos que observa.

Como Lobatos, vosotros deberéis aprender a serviros de vuestros ojos y oídos; de vuestro olfato y vuestras manos y vuestro cerebro. He aquí una lista completa; con ella tendréis bastante en qué trabajar. Ahora voy a enseñaros cómo hacer el trabajo, no solamente cuando estéis en la Manada, sino durante todo el día, hasta que adquiráis el hábito de notar todo.

Usad vuestros ojos

Cuando yo tenía la edad de un Lobato, me fijaba en el número de la placa de cada policía con quien me encontraba, y recordaba después dónde lo había visto. Más tarde conseguía que un amigo mío saliera de paseo conmigo a los puntos donde los policías que había visto se encontraban de servicio (el policía que está de punto deberá permanecer siempre en aquel lugar para ordenar el tránsito o algo por el estilo, mientras el policía que está de ronda deberá vigilar el área que le está encomendada).

En cuanto avistábamos un policía, a una distancia considerable, me ponía la mano en los ojos a modo de visera y fijaba mi vista en aquella dirección, diciendo pausadamente los números y letras de la división a que pertenecía. Cuando pasábamos cerca de él, mi compañero se quedaba maravillado de lo magnífico de mi vista y de lo correctamente que se lo había deletreado.


Un rastreador árabe

Estatuas y monumentos

No es mala costumbre el llegar a conocer todas las estatuas que hay en la ciudad en que vivís. Yo llevaba conmigo una libreta de apuntes donde dibujaba las diferentes estatuas que veía. Muy pocas son las personas que se fijan si hay o no estas estatuas. Es porque ellas no usan sus ojos como los usa un buen Scout o un buen Lobato.

Si un Scout de Mánchester fuese interrogado sobre el lugar donde existe una estatua de San Jorge y el Dragón, contestaría probablemente que en lo alto de la estatua de Reina Victoria, en Picadilly, hay una pequeña estatua del Santo.

Houdini, el gran ilusionista, hacía muchas de sus estratagemas valiéndose de su poder de observación y de su memoria. Aprendió a hacer esto desde niño observando los escaparates de las tiendas por algunos segundos. y después, volviéndoles la espalda, describía a sus compañeros los diferentes objetos que se exhibían en el aparador. Es ésta una magnífica práctica para Lobatos. Ensayadla.

Nidos de aves

"Observar y reconocer tres aves no domésticas..."

Es preciso que os fijéis en las cosas pequeñas, y que tengáis los ojos bien abiertos si queréis observar las costumbres de las aves y sus nidos.

La buena y mala manera de suspender un nido artificial. El nido inferior está correctamente colocado.

Los nidos artificiales se fijan
sólidamente a los árboles
o a un másil.

Por supuesto, los Scouts y los Lobatos buscan los nidos de las aves, no para robar a éstos sus huevos, sino para observar cómo fabrican sus nidos, los huevos de las diferentes especies de aves, cómo alimentan y cómo cuidan a sus polluelos. Vosotros podéis hacer esto rastreando y observando.

Solamente los malvados gustan de robar nidos y huevos. Los Scouts y los Lobatos hacen cuanto pueden para proteger los nidos. Se puede dar con los nidos espiando entre los árboles, pero el mejor modo es observando a las aves cuando van y vienen. De hecho, con la mayor parte de las aves salvajes, es éste el único modo de hallar sus nidos. En algunos casos es muy difícil dar con ellos.

Por ejemplo, al avefría y a un pájaro más común, la alondra, los veréis levantarse del piso y volar cantando hacia el cielo; pero si vais al lugar de donde se levantaron, no encontraréis allí su nido. Estos pájaros corren sobre el suelo algunos metros antes de levantar el vuelo, y cuando regresan, tampoco aterrizan en su nido, sino a cierta distancia de él. La alondra, a semejanza de otras aves, construye su nido en el suelo.

Hay aves que edifican sus nidos en los agujeros de los árboles, o también en los sitios más variados, como en el cuello de una bomba, o en un cántaro. El pájaro carpintero construye su nido en el agujero de un árbol.


Los Lobatos, como los lobos, conocen la manera correcta de rastrear

Rastreo

La primavera es la época más interesante del año para estudiar la naturaleza en las aves y en las flores. Las golondrinas y otras aves llegan en esa época de tierras lejanas, del otro lado del océano, a pasar el verano en nuestras tierras. Para el muchacho ordinario, que no sabe hacer uso de sus ojos y de su oído, no hay ni la mitad del atractivo que encuentra el Lobato cuando anda en el bosque o entre los setos.

Los que tienen buen oído descubrirán pájaros como el cenzontle, y el Chiff-Chaff, ese diminuto e inquieto pajarillo que tiene un chillido muy agudo y que requiere, para seguirlo en su alegre volar de rama, muy buena vista.

Descubrir un nido de tordos producirá gran satisfacción; en él se hallará a la mamá con sus ojos brillantes echada sobre sus huevos. Fácilmente se logra amansarla si uno es bueno con ella, y le demuestra que no se trata de hacerle ningún daño.

Es conveniente que tengáis un cuaderno y anotéis en él las aves que habéis encontrado, la fecha en que las visteis y oísteis por vez primera. Al siguiente año, podéis comparar vuestras notas con las del año anterior, o con las de algún compañero.

Apuntad el día en que por primera vez escuchasteis un cuclillo, o aquel en que visteis la primera golondrina del año, o la primera alondra.

Además, podéis dibujar las siluetas de las aves, de sus huevos; así será más interesante aún, vuestro libro de notas.

También es bueno hacer una lista de los nidos que hayáis descubierto. Los cachorros de los lobos, en Terranova, aprenden a cuidarse solos en la selva, observando a las aves y a otros animales día con día, para conocer sus hábitos, tal como lo hace un Lobato.

El propósito del niño, al observar las aves, es saber más acerca de ellas, y comunicar agradable interés a sus propios trabajos, mientras que los lobos lo hacen para poderlos cazar mejor y comérselos.

Cuando los lobos jóvenes descubren una parvada de avefrías comiendo en el suelo, se arrastran para acercarse a ellas, pensando que sus cuernos grises se confundirán con la yerba y que se asemejarán a troncos viejos. Esta caza está llena de emoción, aun cuando no caen en poder de los lobos sino unas cuantas aves y no de las mejores. Cuando los patos van a los charcos o estanques, lo lobos aprenden a coger estas aves tontas, despertando su curiosidad.


Los lobos rondando

Se esconden entre la yerba, cerca del agua, mientras, uno va y juega rodándose sobre la playa hasta que los patos lo ven y comienzan a alargar el cuello, asombrados de aquella cosa extraña que no habían visto antes.

Tímidos y salvajes, por naturaleza, los patos tienen que echar una mirada a todas aquellas cosas nuevas que se les presentan.

Ahora, graznando todos al mismo tiempo, la parvada de patos nada sobre el agua virando juntos o apartándose hasta que por fin nadan en dirección de la playa, todos con el cuello muy tieso para ver mejor lo que sucede.

Se acercan cada vez más hasta que. de repente, un movimiento de la yerba los hace a todos huir zambulléndose y graznando con un clamor loco.

Pero siempre se quedan algunos con los lobos, en pago de su curiosidad.

Los lobos usan la barba para palpar su camino

Un verdadero Scout no solamente se fía de su vista; tiene que usarla tanto de noche como de día, pero no puede, por supuesto. ver lo mismo en la oscuridad que en la luz; por tanto, usa otros de sus sentidos: su oído, su olfato o su tacto.

En una ocasión tuve que guiar una gran partida de soldados durante la noche, en medio de un bosque oscuro, para atacar al enemigo. Yo había estado allí el día anterior, por lo cual pude encontrar las huellas de mis pies y seguirlas con el tacto según avanzábamos,

Todo Scout tiene que trabajar en la oscuridad, por lo que yo aconsejo a los Lobatos que aprendan a hacerlo.

Una buena práctica es levantarse muy de mañana, cuando todavía está oscuro, tomar su baño de tina o de esponja, lavarse los dientes, hacer su ejercicio, ponerse su ropa y peinarse. sin encender las luces. Pronto os acostumbraréis a hacerlo con facilidad.

También puede hacer práctica de caminar con los ojos vendados. Así se aprecia lo útiles que son los otros sentidos.

Pueden los Lobatos escuchar y oir; esto les ayudará a conocer la dirección. Oir la campana de la iglesia vecina, o un silbato que parte de la estación de ferrocarriles, o el grito de un ave en el campo; todas estas cosas los ayudarán a conocer la dirección cuando no pueden verla.

También pueden guiarse por el olfato: saber cuándo pasan frente a un establo, cuándo frente a una tienda de comestibles, cuándo frente a un patio de hacienda; todos estos indicios les servirán para guiarse.

El lobo tiene muy buen olfato

Había un viejo guía árabe en Egipto que estaba totalmente ciego, y sin embargo, conocía muy bien el camino, aun en el desierto, por el olor de la arena. De cuando en cuando tomaba un puño de arena y la olía para saber si iba por buen camino, y conocía el olor de los campamentos en cuanto llegaba a ellos.

En una ocasión, sus compañeros pensaron jugarle una broma: se proveyeron de un costal de arena en el último campamento, y cuando llegaron al próximo, le dieron un puñado de ella diciéndole que lo acaban de recoger.
El ciego la olió, puso cara de asombro: la olió de nuevo, y entonces dijo que estaba sumamente apenado: que seguramente había cometido un error y los había conducido al campamento de donde habían salido.

Estuvo hecho una lástima hasta que le dijeron, riendo, la broma que le habían jugado.

Cuando estábamos en guerra con los zulúes, hace muchos años, me despertó durante la noche, en el campamento, un olor especial que había en el aire. Era el olor de un nativo.

En seguida desperté a mis compañeros, pero ellos no podian olerlo porque estaban fumando y los fumadores, generalmente, no tienen el olfato tan bueno como los que no fuman. De hecho, el fumador no solamente arruina el olfato, sino que el fumar le es un estorbo para correr pues le impide respirar bien, y con frecuencia le arruina la vista y la digestión: así, pues, un verdadero Scout no fuma.

Pues bien, yo seguía sintiendo que el enemigo estaba muy cerca de nosotros y, por tanto, permanecíamos despiertos. Muy pronto pudimos oir cómo se arrastraban por el suelo para sorprendemos y cogernos dormidos; pero los sorprendidos por una descarga nuestra fueron ellos, descarga que los hizo poner pies en polvorosa.

Ya veis lo útil que puede ser para vosotros el sentido del olfato. He aquí otro caso que aconteció en Francia. Un hombre, llevando un paquete. se presentó en casa de un rico banquero. Como el banquero estaba ausente, su madre recibió el bulto. El portador declaró que el contenido era de gran valor y pidió se le otorgara recibo escrito.

Mientras la dama se inclinaba sobre la mesa para escribir, el hombre le dio una puñalada por la espalda. Su hermana corrió en su ayuda. y el hombre le dio a ella también otra puñalada y escapó.

Las damas, que solamente estaban heridas, asentaron que el hombre había visitado el banco con anterioridad, con el nombre de Jamet. Jamet fue buscado por todas partes por la policía, sin éxito.

Sin embargo, el jefe del Departamento de Detectives recogió el paquete que había sido dejado por el hombre que solamente contenía una guía vieja de ferrocarril, Mas también encontró una cosa importante: la guía dejaba escapar un olor muy peculiar a curtiduría. Hizo la policía investigaciones en las curtidurías de Gentil en los suburbios de París, y se descubrió que un hombre de alta posición en una de ellas había estado hacía poco en la casa de un banquero parisiense. Fue conducido ante las damas, las que lo reconocieron inmediatamente, y no tuvo más remedio que confesar. Ved cuánto vale notar ciertos pormenores y signos, juntarlos, y conocer su significado.

Un lobo tiene buenos oídos

En la guerra Sudafricana, estando yo en un campamento al pie de una montaña, lejos, arriba en los riscos, oí el grito de alarma de un mandril.

Había centenares de hombres en el campamento: pero creo que muchos de ellos no oyeron el grito, y si lo oyeron no le dieron importancia. Pero para un Scout significaba mucho: ¿por qué de repente se había de alarmar un mono allá arriba en las rocas, y había de lanzar una llamada de alarma a sus amigos?

Saqué mis gemelos e inspeccioné con ellos cuidadosamente la montaiia. Pronto descubrí las cabezas de dos o tres hombres entre las rocas. Como tenían buen cuidado de conservar sus cuerpos escondidos, advertí que se trataba de espías boeros que nos observaban. Así, pues, secretamente envié dos grupos de hombres que subieran por el lado opuesto de la montaña y llegaran por detrás para capturarlos.

Así lo hicieron, resultando justas mis sospechas: eran Scouts del enemigo que espiaban nuestros movimientos y que con los suyos habían alarmado a los monos.

Un periódico de arena

Salgamos a dar un paseo por el campo y veréis qué nos dice. ¡Hola! ¿Qué es esto? El Señorito Gorrión ha andado en el suelo. ¿Cómo lo sabéis? Pues bien, los pájaros pequeños que viven en los árboles, generalmente brincan con las dos puntas juntas. Las aves más grandes o aquellas que viven al ras del suelo, tales como faisanes, gallinas y pavos reales, caminan generalmente moviendo primero una pata y luego la otra.

¿Qué es esto?

Las gallinas caminan
moviendo primero una
pata, luego la otra.

El Señorito Gorrión se ha detenido para emprender batalla con un pedazo de pan que se ha robado. En seguida se ha ido dando brincos llevándoselo en el pico. pues era bastante grande el pedazo de pan a juzgar por la huella que dejó, y como nada de él ha quedado sobre la arena y no se lo puede haber comido todo, seguramente se lo ha llevado consigo.

¡Sí, ved! Allí hay migajas de pan sobre el piso y algunas huellas que llegan hasta ese lugar.

Pero ¿qué es lo que vemos cruzando la huella del gorrión? Nada menos que la del Hermano Conejo que ha venido a dar un paseo.

Y más lejos, donde se encuentra el pedazo de pan, se acaban de pronto las huellas del gorrión; éste ha volado.

¿Sería que lo espantó el Hermano Conejo? No; sus huellas se hallan sobre las que dejó el Hermano Conejo, lo que demuestra que él pasó por allí algún tiempo después de haberlo hecho el Hermano Conejo.

Además de que, si el pan hubiera sido dejado allí antes de que hubiera venido el Hermano Conejo, le habría dado un mordisco. ¿No pensáis vosotros lo mismo?

Mas, ¿por qué el Señorito Gorrión suspendería el paseo, abandonaría su pan y volaría?

Ah! Ya lo veo; hay algunas otras huellas. ¿Quién es el que camina con tanto cuidado que las huellas de sus patas traseras casi coinciden con sus delanteras, y que en vez de dejar las cuatro huellas de sus patas en la arena, sólo deja dos? ¡Ah! ¡Es la Señora Gata! Ella ha venido también de caza, pues sus huellas se juntan cada vez más conforme se acerca al Señorito Gorrión, y los movimientos nerviosos de su cola han barrido aquí y allí la arena.

Las aves que viven en el
agua andan sobre sus
grandes patas planas, con
los pulgares hacia
adentro, como la vieja
Mamá Pata Plana o como
el Pato Amarillo

¿Pero cuál es el significado de este cambio tan rápido? Ahora brinca apoyando sus largas patas traseras, cae, da media vuelta a la derecha para dar un nuevo salto y caminar de prisa hacia la izquierda. Todo esto Porque el viejo perro Pifas va tras de ella. Allá se ven las huellas que ha dejado en su carrera, impresas profundamente en la arena. al arrojar ésta hacia atrás en sus violentos saltos conforme corre detrás de la gata.

¡Y lo enojado que se ha puesto el señor Giles, su dueño! Allí se puede ver dónde detuvo su paseo para llamar a Pifas. ¡Oh! Sí; aquí le arrojó su bastón a Pifas y el pobre perro lo regresó humildemente a su amo (Como vosotros veis, las huellas del señor Giles no van hacia donde cayó el bastón y en cambio las del perro sí van allí y regresan hasta donde se detienen las del señor Giles: además, el bastón ya no está sobre la arena).

El señor Giles ha regresado a su casa marcando huellas profundas con su bastón en la arena, con Pifas corriendo tras él; la Señora Gata se ha retirado con la cola en alto; el Señorito Gorrión está chirriando a un lado de la chimenea y el Hermano Conejo está sano y salvo en su seca madriguera.

Así terminan las noticias del día.


El Viejo Pifas, el perro, corretea a la Señora Gata.


El Señor Giles está muy enojado con Pifas.


El pobre Pifas regresa humlllándose a su amo, trayendo el bastón entre los dientes.

Lectura de una pista

Zadig era un magnífico Scout persa. Un día, uno de los mejores caballos del rey se escapó y no lo podían encontrar. Zadig andaba paseando por el bosque cuando algunos de los sirvientes reales se le acercaron a preguntarle sobre el caballo desaparecido, y él contestó:

-¿Me preguntáis por un caballo de raza. tordillo, de metro y medio de altura, con una cola de un metro de largo, que lleva freno con copas de oro, herraduras de plata y que, además, es cojo de la pata izquierda delantera?

-Sí, ¿dónde está?

-No sé. yo no lo he visto.

Le arrestaron inmediatamente creyendo que se lo había robado. Por la tarde encontraron al caballo y lo llevaron a la cuadra real entonces volvieron a interrogar a Zadig, quien explicó de esta manera.

-En una vereda del bosque vi unas huellas de herradura de caballo que mostraban que éste iba al trote cuando pasó por allí; la pata izquierda delantera daba pasos más cortos que la otra, de lo cual deduje que era cojo; las huellas eran pequeñas, lo que indica que el caballo es de raza y costoso. Había polvo en los arbustos de ambos lados de la vereda, sacudido de cuando en cuando por la cola del caballo a uno y otro lado: la vereda tenía dos metros de ancho, por lo tanto, la cola del caballo debía tener un metro de largo.

"En un lugar había un árbol encorvado sobre la vereda que tenía justamente metro y medio de altura. Al pasar debajo de él el caballo lo había tocado con su lomo dejando en él dos o tres de sus cerdas; por ellas puede ver que era tordillo y de metro y medio de altura."

"Al caminar, había dado con una de sus pezuñas contra una piedra, dejando una astilla de plata en el lugar. y de igual manera se había detenido más adelante a comer un poco de pasto junto a una piedra, contra la que se había frotado, dejando algunos granos de oro, lo que demostraba que llevaba freno con tazas de oro".

De esta manera leen los Scouts sus informes; pero esto significa que llevan los ojos abiertos y no permiten que ningún signo, por pequeño que sea, se les escape. Sin embargo, pasará mucho tiempo antes de que vosotros podáis hacer lo mismo.

Animales domésticos

Os ayudará para el estudio y conocimiento de los animales y de las aves el tener alguno domesticado, aunque sea muy pequeño, para comenzar, tal como una rata blanca o un conejillo de Indias. Pero antes, por supuesto. cosultadlo con vuestras mamás. Uno de los artículos de la Ley Scout dice: "El Scout ve en la Naturaleza la obra de Dios: protege a los animales y a las plantas"; por tanto hay que prepararos para que cuando seáis buenos con los animales que vosotros encontréis. Si tenéis un animal doméstico, podéis hacer mucho por él; por ejemplo, darle de comer con puntualidad (a vosotros os gusta que os den de comer a la hora. ¿no es verdad?): lo conservaréis limpio: también conservaréis limpio el lugar que le tengáis destinado, y así sucesivamente.


Así como a vosotros, a este perro le gusta comer tembién con puntualidad.

Juegos y Prácticas

He aquí algunos juegos y prácticas para aguzar los sentidos.

  EN EL ESTANQUE. Los Lobatos forman un círculo alrededor del Viejo Lobo inmediatamente después de una línea pintada con tiza. Cuando el Viejo Lobo da la orden: "al estanque". todos brincan hacia dentro. A la orden: "afuera", todos saltan para fuera. Si cuando se hallan dentro, la orden de "adentro" se da, ninguno debe moverse de su sitio, así como tampoco debe moverse si cuando están fuera se da la orden de "afuera". Ordenes tales como "en el estanque" y "en la orilla", no deberán ser atendidas, pues son solamente trampas para coger a los descuidados. El Lobato que tenga el menor número de errores es el que gana.
  FULANO DICE. Los Lobatos forman un círculo y el Viejo Lobo da varias órdenes; pero ninguna deberá ser obedecida si no principia con la frase Fulano Dice. Los Lobatos pierden una vida por cada error que cometen.
  TOCAR FIERRO. Durante cualquier juego el Viejo Lobo dice: "tocar fierro, tocar madera, tocar alguna cosa amarilla", etc., y, en seguida, todos los Lobatos corren a hacer lo que se les ha ordenado. El último en hacerlo pierde un punto.
  ¿QUÉ ES? (GUSTO). Todos los Lobatos que participan en este juego tiene los ojos vendados; a cada uno se la da a gustar cierto número de sabores bien conocidos. El Lobato que reconoce el mayor número de éstos, gana. He aquí un número de cosas con sabores penetrantes: queso pimienta. cebolla, etc.
  ¿QUÉ ES? (OLFATO). Se coloca cierto número de bolsas de papel en fila, distantes unas de otras sesenta centímetros; cada una de ellas contiene un artículo diferente de olor penetrante, tales como café, tabaco, cebollas, queso, hojas de rosas y cáscaras de naranja. Se dan cinco segundos a cada Lobato para que las huela. Cuando las ha olido todas escribe en un papel lo que cada una contiene en el orden en que se las han presentado o dice en secreto al Viejo Lobo.
  ¿QUÉ ES? (TACTO). Todos los Lobatos que participan en este juego tienen los ojos vendados y se les da a tocar un cierto número de sacos de papel que contengan objetos tales como arroz, trozos de azúcar y té, etc.
El Lobato que nombra correctamente el mayor número de objetos, gana.
  ¿QUÉ ES? (OÍDO). Los Lobatos que tengan parte en este juego deberán estar con los ojos vendados. El Viejo Lobo hace cierto número de ruidos tales como poner aire a una llanta de bicicleta, cerrar una puerta, arrastrar una silla sobre el suelo. El Lobato que adivina el mayor número, gana.
  ACECHAR. Un Lobato se sienta, con los ojos vendados, en el centro de un círculo. A una señal convenida del Viejo Lobo, un Lobato de los del círculo se acerca cautelosamente y toca al que está en el centro. Si tiene buen éxito, substituye al que está allí. Si el Lobato que está en el centro lo oye y lo señala antes de ser tocado tiene éste que regresar a su lugar en el círculo.
  DIBUJAR UNA CARA. Los jugadores se formarán en un círculo. El Viejo Lobo dibuja una cara en el aire: Primero señala el contorno (un círculo en el sentido de las manecillas de un reloj; después el ojo derecho; luego el izquierdo; en seguida. la nariz, hacia el índice de la mano izquierda. Los Lobatos tratan de hacer lo mismo en el orden dicho y de igual manera.
  TRAMPAS DE OBSERVACIONES. Llevad a la Manada a dar un paseo por la ciudad o por el campo, fijando de antemano determinado número de puntos para ciertos objetos que podrán ver en el camino. Por ejemplo:
Un caballo cojo......................
una urraca............................
una parvada de siete aves.......
una piedra en forma de huevo...
un roble................................
un vestido rojo.......................
una estatua...........................
8 puntos;
3 puntos;
3 puntos;
3 puntos;
1 punto;
1 punto;
1 punto;

y así sucesivamente.

Cada muchacho, al ver un objeto de los que han sido marcados, lo anuncia al Viejo Lobo en secreto y éste le marca los puntos junto a su nombre.

Al final del paseo se suman los puntos y se ve quién ha ganado.

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