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Manual de Lobatos
12a dentellada

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DÉCIMA SEGUNDA DENTELLADA

Tejido y trenzado - Ahorro - Modelos - Colecciones
Libro de Recuerdos - Banda de Lobatos - Himno Nacional

Tejido y trenzado
"...a hacer un artículo tejido, trenzado o tallado..."

UNA DE LAS COSAS que debe saber un Lobato es tejer. No es difícil aprenderlo y resulta de gran utilidad poder hacer varias cosas para uno mismo y para los demás. Es particularmente útil para el caso en que vosotros, más tarde, tengáis que ir como exploradores o colonizadores a algún lugar salvaje.

Los hombres de Schackleton, que lo acompañaron en las expediciones árticas, eran capaces de tejerse sus propios calcetines y bufandas, y yo he conocido muchos cazadores, turistas y soldados, especialmente escoceses, que también sabían tejerse sus propios calcetines.

Trenzar, es asimismo, un conocimiento sumamente útil. Cuando yo Viajé por Kashmir observé que las faldas de la montaña eran tan escarpadas y resbalosas, que resultaba imposible escalarlas llevando botas inglesas ordinarias, y tuve que hacer lo que los nativos hacen, o sea, usar Chaplis, zapatos tejidos con zacates.

Son estos zapatos muy cómodos y, además, se adhieren al pie de tal manera, que permiten a uno subir y bajar por la falda de una montaña con tal seguridad, que ya me sentía capaz de caminar por la pared o el techo de un cuarto en calidad de mosca.

Como ya imaginaréis, los zapatos hechos de pasto no duran mucho tiempo y por tanto hay que tejer un par nuevo cada dos o tres días.

En consecuencia, yo tenía que construírmelos por mí mismo, para lo cual trenzaba una cuerda larga de zacate que me enredaba en el cuello y tejía con ella mis zapatos mientras caminaba durante el día.

De igual modo aprendí que era sumamente conveniente construir canastas. En los lugares salvajes no es posible conseguir bolsas de mano cuando a uno se le ocurre, y sin embargo, es de suma importancia tener algo en qué acarrear la carne, después de haber matado la caza, o en qué llevar el pescado, la fruta, o las verduras silvestres.

Hay alrededor de uno, una porción de ramas y juncos.

Lo importante es saber cómo tejer con ellos canastas. Esto es sencillo de aprender y muy entretenido de hacer.

Ahorrar dinero
"Entender lo que significa el ahorro en todas las cosas y estarlo practicando; tener ahorrado un mínimo del equivalente a un dólar, ganado con tu propio trabajo"

Los Boggarts, los Bandas y los Tontos, en cuanto se juntan con unos centavos se van a la primera sala de cinematógrafo que encuentran y los gastan viendo películas.

Las personas inteligentes los ponen en una Caja de Ahorros, hasta que cuentan con suficiente dinero para permitirse el lujo de esos placeres.

Un plan mejor aún, es comprar con el dinero bonos, porque después de cierto tiempo producen intereses y los intereses se pueden gastar sin necesidad de tocar lo principal que es vuestro Capital, además de que así el dinero estará más seguro que en una caja, ya que se encuentra en poder de un banco que tiene suficiente dinero para pagaros intereses.

Hay que tener cuidado con los centavos, pues ellos se convierten fácilmente en pesos.

Un hombre llamado Astor, cuando era niño, aprendió a hacer pitos y flautas, los que vendía por unos cuantos peniques. Puso sus centavos en un Banco, y a la vuelta de algunos años se encontró con que éstos se habían convertido en libras, y al final fue uno de los hombres más ricos del mundo.

En el libro "Veredas del Norte" de W.J. Long, se cuenta la historia de unos lobos jóvenes que durante el otoño conseguían más alimentos de los que podían comer, tales como avefrías, patos y gansos.

Los gansos se posaban de noche en alguna barra de arena, muy lejos de las rocas y arbustos o de cualquier otra cosa que pudiera servir de escondite a algún enemigo, y allí se dormían en la playa abierta formando pequeños grupos.

Conforme la noche oscurecía, cuatro sombras se desprendían del banco más cercano, donde la oscuridad era más espesa, y caminaban hacia la barra de arena, tan despacio y con tanta paciencia, como discurrían las horas.

Arrastrándose más y más despacio y más y más pegados al suelo, se acercaban cada vez más a la parvada, hasta que al fin, de repente, corrían, y en seguida se oía un terrorífico rumor de alas que golpeaban en el agua y el grito apagado de los gansos espantados.

Un minuto más tarde, las cuatro sombras regresaban al trote por el bosque, llevando cada una sobre sus hombros el cuerpo de un magnffico ganso, mientras sus fauces, cerradas herméticamente, lo sostenían por el cuello.

Algunas veces los lobos, cuando desean tener una cacería interesante, se lanzan sobre un grupo de focas mientras éstas se asolean en la playa. Los lobos se arrastran colocándose entre el mar y las focas, de tal manera, que cuando suena la voz de alarma, las focas se encuentran con que tienen cortada la retirada y no pueden ya regresar a lugar seguro.

Un lobo rara vez se apodera de su enemigo; por lo general le da zarpazos y tarascadas, hasta que lo mata. Pero en el caso de las focas tiene que retener su presa firmemente para evitar que se lance al mar y se escape, y como las focas se revuelven y tiran mordiscos salvajes, el lobo pasa momentos de gran actividad.

Con toda esta porción de alimento compuesto de gansos, patos, pescado y focas, los lobos forman buena reserva de provisiones.

Como los lobos no son tontos y saben que el invierno se aproxima y que en esa época la tierra estará cubierta con una gran capa espesa de nieve; que los ríos estarán congelados y que será muy difícil en esas condiciones conseguir alimentos, cosechan mientras luce el sol. Matan toda la caza que pueden conseguir, enseñan a sus lobeznos a andar cazando día y noche, a matar todos los enemigos que pueden, y a arrastrar las piezas que han cazado llevándolas a lugares seguros entre las rocas.

Allí amontonan nieve sobre la carne después de colocarla entre las grietas de las rocas, evitando de esta manera que sea olfateada por otros animales, los que vendrían a escarbar y a comérsela, y al mismo tiempo la conservan fría y refrigerada hasta que llega el tiempo en que tienen que utilizarla.

Así deben obrar los muchachos Lobatos; cuando pueden ganar dinero, deben reunir lo más que les sea posible, y colocarlo en el Banco en una Cuenta de Ahorros; no gastarlo. Deberán recordar, como lo hacen los Lobos, que pueden venir tiempos malos en los que hay que utilizar las reservas, y si lo han guardado en esta forma, estarán listos para hacer frente a los tiempos difíciles.

Antes de que vosotros obtengáis vuestra Segunda Estrella, deberéis demostrar que habéis ahorrado por propio esfuerzo cuando menos la suma que se os fije. Algunos, con mejor suerte, podrán ahorrar más de eso. No basta que un Lobato recurra a su madre para que le regale el dinero pedido por la Prueba y así demostrar a su Jefe que ha cumplido; es necesario que vosotros hagáis este ahorro de dinero consiguiéndolo con vuestro propio trabajo, o por lo menos que ese dinero lo hayáis tomado del semanario que os dan vuestros padres, en vez de comprar con él dulces u otras chucherías. Lo mejor será que ejecutéis algún trabajo para alguien a fin de ahorrar esa suma de allí. Entonces podréis pasar vuestra Prueba y continuar ahorrando poco a poco.

Modelos
"Hacer un modelo satisfactorio o un artículo hecho totalmente por el Lobato en madera, metal, cartón, pasta, barro, plastilina, o algún otro material parecido... Los modelos hechos en Médano o con otros materiales parcialmente construidos, no son admisibles."

No esperéis haceros ricos de un golpe. Para hacer grandes cosas se necesita comenzar por hacer cosas pequeñas.

Para tener pesos se necesita tener centavos, así como para ser hombre grande se necesita haber sido niño.

Para construir un barco grande se necesita construir un modelo.

La mayor parte de vosotros deseáis construir algo grande algún día, un aeroplano, una casa, un bote o una máquina. Pero el primer paso que hay que dar es ser capaz de construir un modelo.

Cuando el gran puente de lay fue construido, se hizo primero un modelo de él, a pequeña escala, y antes de construir el gran barco Mauretania se construyó un modelo que parecía un barco de juguete.

Así, un Lobato que piensa hacer grandes cosas, construirá primero un modelo. Si vosotros deseáis construir una caja grande, construiréis primero una pequeña.

Si deseáis construir una casa comenzad por construir una de cartón; también podéis construir con barro un pequeño modelo de algún caballo famoso de carrera, o una máquina de hojalata, etc., etc.

Además, es de utilidad hacer un dibujo de estas cosas antes de construirlas. Toda persona puede hacer dibujos sencillos, y si practica, puede llegar a hacerlo bastante bien.

Todo Scout debe saber dibujar un mapa. Sería un tonto si no pudiera hacerlo.

Colecciones
"...una colección por lo menos de ocho dibujos a colores, hechos por el Lobato, con lápiz y pinturas,’ el Lobato puede usar los siguientes motivos: Banderas Nacionales, animales, flores, etc.., cada uno con su nombre claramente escrito."

Estoy seguro que todo Lobato tiene una colección de alguna clase, y si no la tiene está en vías de hacerla; ya sea ésta de tarjetas postales, de conchas, timbres postales. estampas de cajetillas de cigarros, etc.

Estas colecciones son bonitas; pero son mucho mejores si están compuestas por una serie de dibujos hechos por uno mismo.

Por ejemplo, una persona a quien le gustan las flores puede hacer dibujos de diferentes clases de éstas, usando lápices de colores, para darles el colorido.

Las flores dibujadas no se marchitan como las verdaderas, y con el tiempo vosotros tendréis una magnífica colección de todas las diferentes flores que os hayáis encontrado.

Algunas personas creen que las flores son difíciles de dibujar; si vosotros lo juzgáis así, podéis hacer una colección de las banderas de las diferentes naciones, Cualquier Lobato las puede dibujar en un pedazo de papel, con lápices de colores.

Os diré más sobre este asunto cuando hablemos del trabajo para obtener Especialidad de Coleccionista.

Libro de recuerdos del Lobato

Los Lobatos deberán formar un libro de recuerdos. Vosotros lo haréis de lo que más os interese; podrá contener dibujos, fotografías y recortes de periódicos. Todo esto arreglado artísticamente y pegado con esmero; un libro así es, sin duda, con el tiempo, de gran interés para su dueño. Lo sé por experiencia por haber formando durante mi vida varios de estos libros, los cuales no sólo son de interés, sino que también me han ayudado a recordar hechos que pasaron hace muchos años.

Mi primer libro principia con un retrato de mi padre y de mi madre y en seguida un dibujo que hice cuando sólo tenía 13 años de edad. No vale gran cosa como dibujo, pero es curioso ver lo que podía hacer cuando era un Lobato tan joven.

Es de gran entretenimiento formar el libro de recuerdos, e ir pegando en él diferentes cosas; y conservarlo arreglado, limpio y en orden, es verdadero arte. He aquí la forma en que yo doy principio a esta clase de trabajos.

Lo mejor es conseguir un álbum de unos 30 centímetros de largo por 20 de ancho, pues más pequeño se llena demasiado aprisa; además de que con frecuencia desearéis coleccionar una fotografía de tamaño grande.

En la primera página escribiréis vuestro nombre y la fecha en que dais principio al trabajo. Lo mejor es comenzar con el año o en la fecha de vuestro natalicio; así podréis tener un libro cada año, como yo lo tengo, o dos libros, uno para cada uno de los aspectos principales de vuestra vida.

Por ejemplo, si estáis en la escuela, coleccionaréis en un libro de dibujos de vuestra escuela, de vuestros amigos, de los profesores, de deportes y conciertos; más tarde, cuando hayáis crecido, os causará verdadero placer volver a ver estas cosas. Un segundo libro puede servir para coleccionar los asuntos de la casa y de las vacaciones.

Pero, por supuesto, hacer un libro de recuerdos es solamente una afición extra, y no deberá, por tanto, interrumpir ni el trabajo ni los juegos especiales propios de vosotros los Lobatos; de allí que no deberéis estar perpetuamente jugando con goma pegajosa, recortando periódicos y llenando el cuarto de basura.

Lo mejor es (por lo menos así me lo ha enseñado la experiencia), tener un sobre grande en que ir poniendo todas aquellas cosas que vosotros juzguéis dignas de guardarse; fotografías de la excursión, una historieta interesante que haya aparecido en un periódico, fotografías de todas clases; todo esto lo iréis coleccionando cuidadosamente para tenerlo listo y poderlo escoger en algún rato en que no tengáis nada que hacer, o en algún día lluvioso en que no podais salir.

Por supuesto, que si vosotros sabéis tomar fotografías tendréis oportunidad de formar una magnífica colección; mas suele ser costoso. Lo más bonito, lo mejor, son dibujos hechos por vosotros mismos en vuestro libro.

Si sois buenos para el dibujo, podéis presentar la prueba para obtener la Especialidad de Artista.

Cuando llegue la ocasión de pegar vuestros recuerdos en el libro, necesitaréis con qué pegarlos. El engrudo de harina o de almidón es fácil de hacer; se hace de la siguiente manera: se pone cucharada y media de harina (o granos de almidón) en un trasto. Se agrega un poco de agua fría y se bate la harina hasta formar una pasta delgada. En seguida se agrega agua hirviendo y se sigue batiendo continuamente hasta que se convierte en una pasta pegajosa de color azulado. Es bueno agregar algunos clavos de especia para que no se agríe.

Además del engrudo, se requiere una brocha o un pincel, un par de tijeras, un cesto de papeles (ya que los recortes y desperdicios esparcidos por el cuarto le dan aspecto de desaseo), un lápiz para escribir los nombres y fechas debajo de los dibujos y un periódico viejo.

El periódico es algo excelente que yo recomiendo como útil en extremo. Colocad las fotografías hacia abajo sobre el periódico y después emhadurnadlas con engrudo hasta cubrirlas bien, incluyendo las orillas y los rincones, para ponerlas después en posición apropiada en el álbum. El lugar del periódico donde habéis untado la fotografía con engrudo, queda muy pegajoso, pero doblándolo se obtiene otro lugar limpio para seguir untándolas.

Banda de música de Lobatos

Los lobatos de la manada, cuando andan en la selva, hacen un ruido que ellos llaman música; pero que nadie más que ellos puede llamar de ese modo; sin embargo, con eso se divierten y son felices.

¿Por qué, pues, no ha de establecer una banda la Manada de Lobatos? Por banda no quiero decir uno de esos negocios caros con trompetas de latón y tambores decorados, sino con instrumentos que dan el mismo resultado y no cuestan nada.

Lo primero que hay que tener en una banda es un tambor mayor. Esto quiere decir que hay que conseguir un bote de lata de los que sirven para galletas o para gasolina y un par de bolillos. Esto último bien pueden ser un par de canillas de las piernas de algún animal, conseguidas en la carnicería, o dos palos gruesos con un pedazo de trapo enredado en la punta.

¿Los timbales? Estos pueden conseguirse en la cocina (siempre que mamá sea tan bondadosa que lo permita), tomando de ella dos sartenes.

¿El triángulo? Por supuesto que es indispensable que vosotros tengáis un triángulo, y lo tendréis bueno y grande con un par de tenazas colgando de un cordón y golpeadas con una llave grande.

Trompetas, flautas y pífanos y todos los demás instrumentos de viento, los imitarán con la boca los músicos respectivos de la Manada.

Podéis silbar o tararear una tonada, pero suena muchísimo mejor si lo hacéis por medio de un peine cubierto con papel de China.

El director es realmente una persona importante en el cuadro, y si es un buen actor, desempeñará con gran brillo su papel.

Una banda de esta naturaleza no parece ridícula, si cuando toquéis tenéis cuidado de hacerlo a tiempo y en buen orden.

Seguramente que podréis interpretar verdadera música y no tan sólo hacer ruido, si cantáis sumamente suave a veces y otras con todos vuestros pulmones; además, se oirá perfectamente bien y obtendréis éxito.

Una de las mejores bandas de tambores y pífanos que yo he escuchado estaba compuesta por niños que llevaban como tambores botes de gasolina y que silbaban imitando a los pífanos, mientras marchaban por la calle; la impresión que producían era espléndida.

La banda casera puede consistir de primeros y segundos peines, tenazas, un par de jarras de aluminio, sartenes, botes de galletas y charolas. Para dar el efecto de tambor suave, se usa una charola golpeada por un plátano.

Himno Nacional
"Saber cantar el coro y dos estrofas del Himno Nacional."

Vosotros desearéis cantar el Himno Nacional cuando éste se cante en público, por tanto, deberéis aprender el coro y las estrofas.

Cuando escuchéis el Himno Nacional. poneos de pie en posición de firmes, y al cantarlo pensad en las palabras que vais diciendo y en lo que tales palabras significan.

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