Siempre Scout Siempre Scout
Manual de Lobatos
Especialidad de Nadador

Vereda recorrida: Home - Biblioteca - Indice

CAPÍTULO DÉCIMO SEGUNDO

ESPECIALIDAD DE NADADOR

Nota a los Jefes de Manada. Para la protección de vosotros mismos y también para la protección de vuestros muchachos deberéis siempre tener una pareja de salvamento, compuesta por dos buenos nadadores, que esté constantemente de servicio mientras dure el baño -con su traje de baño puesto y cubiertos con abrigos, dentro de un bote o en la playa, pero siempre listos a acudir en cualquier momento en rescate de cualquiera que se encuentre en dificultad.

Jamás se ha de permitir a los muchachos bañarse, si no os habéis cerciorado antes de que el lugar es per!ectamente seguro.

Muchas vidas han sido salvadas por medio de estas precauciones, que constituyen regla en los Scouts.

No está por demás hacer algunas observaciones explicando la razón que se ha tenido para escoger algunas pruebas como útiles.

Natación. Se ha escogido como distancia 25 metros porque si un muchacho puede nadar con propiedad 10 metros, con algunos días de práctica podrá nadar 25 o más. En cambio si el muchacho solamente puede atravesar con dificultad 10 metros en el agua, no puede nadar.

Rotar. Esto es fácil y útil. Contribuye a guardar el equilibrio en el agua. El practicar esta prueba ayudará al Lobato considerablemente para la prueba de natación; pero como flotar es algo sin chiste con frecuencia los muchachos lo dejan a un lado y tratan de nadar antes de aprender a guardar el equilibrio en el agua.

Nadar sobre la espalda. No hay dificultad para hacer esto una vez que el Lobato ha aprendido a flotar; le añade interés y variedad y es de gran importancia desde el punto de vista de salvamento, para cuando se convierta en Scout.

Sumergirse al estilo pato. Esta operación es tan difícil como echarse un clavado desde la orilla. Cuando un Lobato ha aprendido a echarse clavados es porque ya le ha perdido el miedo al agua, ese miedo absurdo a estar debajo del agua que algunos muchachos conservan por largos anos.

Clavado desde la orilla del trampolín. Esta operación no requiere gran habilidad sino solamente un poco de valor lo que muchas veces falta a multitud de Lobatos y de Scouts cuando se encuentran en el agua. Si un Lobato carece de la suficiente fibra para echarse un clavado desde la orilla, no merece tener la Especialidad de Nadador. Hay mu cha disciplina moral en esta prueba. Pequeños Lobatos cobardes habrán dado un gran paso y conquistándose a sí mismos en gran manera cuando se haya logrado que se echen desde la orilla un clavado.

Sugerencias para los Lobatos

Lo primero que hay que aprender es a tener confianza -y no tener miedo al agua. No os imaginéis que os vais a ahogar porque os encontráis debajo del agua -se necesita mucho para que una persona se ahogue. Cuando aprendáis a tiraros clavados encontraréis que es más difícil sumergirse y conservarse debajo del agua que flotar como una pelota de goma. Si vosotros tragáis una poca de agua no os preocupeís, que al fin y al cabo no es un veneno. No tratéis de asiros a las personas que os están enseñando a nadar, cual si fuerais una pequeña rata que se está ahogando. Haced de cuenta que sois pescados. Una vez que os sintáis a gusto en el agua habréis ganado ya la batalla.

Flotar

Lo que hay que aprender enseguida es a conservar el equilibrio en el agua, por lo tanto aprended a flotar. Para hacer esto acostaos cómodamente en el agua, -tal como si os encontrarais en vuestra cama, con la cabeza hacia atrás, hasta que las orejas queden debajo del agua, con los dedos de los pies que apenas sobresalgan del agua. No os pongáis tiesos como si fuerais un pedazo de tabla. Guardad el equilibrio cómodamente y conservad vuestra cabeza hacia atrás -pues es mucho más difícil flotar cuando se conservan de fuera las orejas. Enseñaos a flotar, pues es indispensable para pasar vuestra prueba que flotéis por un minuto en el mar o por medio minuto en agua dulce.

Natación

No principiéis a tratar de nadar hasta que no hayáis aprendido a flotar. Una vez que sepáis cómo guardar el equilibrio ya no se os hará difícil nadar siempre que tratéis de recordar estos cuantos consejos que os voy a dar:

1. No os agitéis y trabajéis duro nadando a gran prisa como si tratarais de ganar una carrera; así no os servirá de nada. Dad brazadas largas, suaves y calmadas avanzando afuera, tal como si tratarais de empujar el agua hacia atrás con las manos abiertas; este movimiento hará que vuestros brazos vayan de nuevo hacia el frente y así sucesivamente. Algunos muchachos encontrarán más fácil el nadar al principio, como lo hacen los perros. Yo aprendí de esa manera, la cual es muy usada entre los muchachos australianos.
2. No pateéis con las piernas de cualquier modo. Recordad que alguna vez habéis visto nadar a las ranas y haced exactamente lo mismo con vuestras piernas que ellas hacen con las suyas. Conservad vuestras piernas siempre debajo del agua. Vuestros pies no deben chapalear el agua sobre la superficie.
3. No retengáis la respiración hasta veros como si fuerais a reventar. Nadie podrá nadar haciendo eso y no buféis y sopléis como caballos viejos, sino respirad despacio y uniformemente, conservando vuestros pulmones llenos; pues esto os ayudará a flotar como un globo, un buen nadador puede cantar, hablar y silbar mientras nada.
4. No uséis flotadores, éstos estorban para aprender a conservar el equilibrio por propio esfuerzo y os harán equilibraros de mala manerra, con ellos hay más probabilidad de voltearse y de sumergirse repentinamente; es mejor aprender sin ellos.
5. No ensayéis durante largo tiempo. al principio dos buenas brazadas para luego ponerse de pie y volver a ensayar de nuevo es muchísimo mejor que diez dadas de prisa, que generalmente terminan con una sumergida y gran barullo. Practicad vuestras brazadas suavemente y despacio, conservando un pie en contacto con el fondo hasta que tengáis suficiente confianza para levantarlo y dar unas cuantas brazadas que os hagan adelantar.
Si observáis estas reglas cuidadosamente y si hay alguien que os ayude a nadar sosteniéndoos y que os infunda confianza, no pasará mucho tiempo sin que aprendáis a nadar. Pero recordad que se necesita constancia y hacer Siempre lo Mejor.

Sumergirse estilo pato

Esta operación es bien sencilla y aun cuando parece difícil no lo es como echarse el clavado desde un trampolín, como los Scouts tienen que hacerlo. Se llama sumergirse estilo pato porque vosotros tenéis que hacer exactamente como los patos cuando se sumergen. Así, pues, cuando tengáis oportunidad, fijaos en los patos y sabréis lo que hay que hacer. Para el caso en que no tengáis oportunidad de ver cómo hacen los patos os haré aquí algunas sugerencias.

1. Primero que nada no seáis cobardes. Creedme: se siente uno muy a gusto debajo del agua, ésta se ve color verde pálido y llena de burbujas. Pensad que os va a gustar y tratad de sentiros patos o pescados.
2. Poneos de pie de manera que el agua os dé hasta las axilas. Haced una respiración profunda, agachad la cabeza hasta que os toquéis el pecho con la barba, sumergid la cabeza en el agua y al mismo tiempo echad vuestras piernas hacia atrás de tal modo que salgan del agua detrás de vosotros. Haced un esfuerzo para tocar con vuestras manos el piso y tocadlo si podéis; enseguida vuestras manos hacia arriba, dad una patada con los pies y de nuevo saldréis a la superficie. Recordad que la cabeza trata siempre de flotar y los pies de tocar el fondo y que por tanto no hay nada que temer. Conservad vuestros ojos abiertos, lo cual os ayudará mucho.

Clavado desde la orilla

Si encontráis que os es difícil sumergiros -lo que no os sucederá si seguís las instrucciones que os he dado y hacéis Siempre lo Mejor, tratad de echaros de clavado desde la orilla. Lo cual puede ser hecho por cualquiera pues no entraña habilidad, sino sencillamente valor -y ningún Lobato va a confesar que no tiene valor-. Para ello todo lo que hay que hacer es dar un salto desde la orilla doblando las rodillas para abrazarlas con los brazos. Ensayad qué tan lejos podéis dar el salto y qué tan grande podéis hacer el chapaleo. Si corréis a lo largo de un trampolín (o por lo menos de la orilla) podréis ir muy lejos. Pero por supuesto que para la prueba basta con echarse desde un bote o desde la playa. El Lobato que pasa esta prueba demuestra que no es ningún cobarde, sino por el contrario un buen deportista y por tanto merece la Especialidad de Nadador.

Unas cuantas palabras de consejo acerca de vuestro baño.

- Recordad obedecer siempre a vuestro Jefe de Manada implícitamente respecto a cuándo y dónde debéis bañaros.
- No nadéís en el mar en una profundidad mayor que vuestra estatura, si no estáis con vuestro Jefe de Manada o con un Scout que sepa nadar bien.
- No os quedéis en el agua hasta que os enfriéis, os amoratéis y os pongáis a temblar; en esas condiciones será muy fácil que os dé un calambre.
- No os bañéis después de comer, antes de que hayan pasado una o dos horas, pues de lo contrario podrán daros calambres en el estómago o en las piernas y esto hace que uno se encoja y no pueda nadar. Multitud de muchachos se ahogan cada año por no hacer caso de este consejo.
- Nunca tratéis de sumergiros o lanzar a otros Lobatos cuando estén aprendiendo a nadar o a flotar, pues todo esto les hará perder la confianza. Pensad en lo que vosotros odiaríais que os hicieran tal cosa, pensad en que os bañáis para aprender a nadar y para mejorar vuestros conocimientos y no os dejéis llevar de la tentación de andar jugando todo el tiempo con los Lobatos más pequeños, que no tratan de obtener su Especialidad de Nadador.

Anterior
Anterior

Indice
Indice

Homepage de Siempre Scout
Home

Arriba
Arriba
Siguiente
Siguiente

Página actualizada el