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Siempre Scout
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Cuerpo
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El acampar, por supuesto, es la parte divertida de la vida del Scout. Vivir bajo el cielo de Dios, entre las montañas y los árboles, y los pájaros y las bestias, y el mar y los ríos, o sea vivir en contacto con la Naturaleza, teniendo tu propia casa de lona, sus accesorios, cocinarse y explorar, todo esto es saludable y da salud y felicidad que nunca lograrás entre ladrillos y el humo de la ciudad.
El excursionar también, salir al campo, explorar nuevos lugares cada día, es una gloriosa aventura cuando aprendes a hacerlo adecuadamente. Esto lo aprendes siendo Scout.
Te endurece y fortalece de modo que ni el viento, ni la lluvia, el frío o el calor te molestarán. Los tomarás como vengan, teniendo la sensación de seguridad que te permite enfrentarte a las dificultades con una sonrisa, sabiendo que al final, triunfarás. Detrás de cada nube, hay brillo de sol.
Recuerda que cuando acampes o excursiones se espera mucho de los Boy Scouts. Tienes que mantener en alto el buen nombre del Movimiento.
Los citadinos, son los muchachos de la ciudad que tienen su día de descanso en el campo y pueden en su descuido e ignorancia destruir cosechas, dejar rejas abiertas de modo que los borregos o el ganado se pierdan y causar dificultades a los granjeros para volverlos al redil.
Agitando banderas, corriendo o gritando alarman a los rebaños y hatos y provocan una estampida, quitan tramos de cerca o trozos de madera para hacer fuego; encienden el pasto seco por maldad o descuido causando incendios y cuando se van del terreno donde acampan dejan basura.
Así no se comportan los Scouts, quiero que todas las tropas bisoñas recuerden esto y que mantengan el buen nombre de los Scouts entre los granjeros, entendiendo sus necesidades y dejando el terreno tan limpio como lo encontraron.
Esto, después de todo, es lo que todo campista hace. Se esmera en no dejar rastro en el lugar donde acampó, por el hábito de no dejar huellas que un enemigo pueda seguir; es siempre cuidadoso con la fauna cercana y cuida especialmente que su fogata no provoque que el fuego prenda los arbustos cercanos por temor a un incendio.
Es evidente que el público sabe que los Scouts hacen esto; he leído en un periódico la sugerencia de que el público en general cuando va al campo debiera comportarse como hacen los Scouts en cuanto a la limpieza de su campo.
El autor sugiere también que los Scout pueden hacer su buena acción para con el campo enterrando las bolsas de papel y la basura que dejan los paseantes en los parques.
He sabido de Scouts que ayudan a los guardianes de los parques citadinos a limpiar después de alguna fiesta, si hicieran lo mismo en los distritos del medio rural, ayudarían a los residentes y ganarían un punto bueno más a favor de los Scouts.
¿Para qué aprender campismo y el arte de los bosques cuando el mundo está tan civilizado que nunca habrá ocasión de practicar este arte primitivo?
Esa pregunta me la han hecho.
¿Está el mundo tan civilizado? Conozco docenas de países, donde hay miles de millares de millas de terreno inexplorado y también igual número de millas donde la vida animal abunda llena de oportunidades para jóvenes que tienen el espíritu al aire libre y saben cuidarse a sí mismos.
En una ocasión me dijeron en un periódico que el Movimiento Scouts es militarista porque sugerí que todo Scout que tenga oportunidad debe aprender a disparar.
Cuando dije esto pensaba mayormente en Scouts que, al crecer y salir a conocer algo del mundo, se encontraran de pronto frente a un animal salvaje de los que abundan.
Oigan esta noticia de la India, nos comenta que durante un año, 20,273 personas murieron al ser atacadas por serpientes (mientras 58,416 serpientes fueron muertas).
Se mataron 1,518 tigres, pero antes 1,162 personas habían muerto por sus ataques. Los leopardos mataron a 469 personas y 5,000 leopardos fueron muertos. Los lobos mataron a 394 personas y 1,941 lobos fueron muertos. 2,485 osos fueron muertos y ellos mataron a 118 personas.
Así que verán que vale la pena saber matar antes que ser muerto si van a la selva. Qué tonto sería si te encuentras de pronto ante un león y no sabes disparar. Los datos anteriores son sólo de la India, pero hay peligros similares en África y otros países del mundo.
Si echamos una mirada al mercado de pieles, sabremos lo que sucede en cuanto a cacería en los Estados Unidos y Canadá.
En un año, entre muchas otras clases de pieles, se vendieron las siguientes: 12,000 pieles de foca, 1200,000 de ardilla, 2,000 de oso, 550,000 de mapache, 4,600 de reno, 1275,000 de nutrias, 300 leones americanos, 31,000 de gato salvaje, 90,000 de zorro rojo, 70,000 lobos, (¡y 28,000 de gatos caseros!) y miles más de diferentes clases, incluyendo 140,000 pieles de perro provenientes de China.
Así que todavía hay lugar para los tramperos y cazadores.
En la lista que aludo, se vendieron 157,000 pieles de conejo provenientes de Holanda y Bélgica, que produjeron ganancias por un cuarto de millón de libras esterlinas de pieles de conejo.
He aquí una oportunidad para los criadores de conejos.
Hay una montaña maravillosa en Río de Janeiro, Brasil, formada por roca granítica en una posición tal que domina la bahía y toda la ciudad. Parecía un lugar imposible de ascender y los pocos que se habían aventurado a hacerlo, no habían llegado muy alto, hasta que un día un marino Británico cuyo barco estaba de visita en el puerto, hizo el intento sin llamar la atención y erigió la bandera inglesa en su cima
Las autoridades locales, naturalmente se molestaron al ver una bandera extranjera allí y mandaron bajarla. Pero lo primero que tenían que hacer era subir por ella y fracasaron.
Lo intentaron una y otra vez, sin éxito, hasta verse obligados a pedirle al Almirante Británico que le pidiera al marino que fuera tan amable de repetir su hazaña y bajara la bandera, a lo que él accedió. Este muchacho había establecido un récord que nadie podía batir.
Me temo que records similares fueron establecidos por muchachos traviesos en otro lugar. En el colegio de Eton hubo expectación, causada porque fue colocada una sombrilla en la torre del reloj por un espíritu travieso; y en Dundle, uno de los muchachos escaló la enorme torre de la iglesia y dejó su sombrero en la veleta.
El director no tuvo dificultad para encontrar al protagonista y le dio media docena de azotes por su travesura, y luego un billete de diez chelines por su audacia.
Se necesita un poco de audacia, serenidad y un algo de práctica, además de fuerza y equilibrio para lograr una hazaña como esa. Al mismo tiempo, para los que logran, hay un sentimiento de triunfo glorioso cuando ha coronado su esfuerzo.
Un amigo mío, oficial de alto rango, es muy aficionado a escalar chimeneas altas y torres de iglesias, como pasatiempo en su tiempo libre, y es muy bueno haciéndolo. Una vez ascendió a una chimenea en Darlington que necesitaba una reparación en la parte superior, y disfrutó tanto de la altura que se sentó durante varias horas a fumar y a admirar el paisaje. Los trabajadores de abajo, pensaron que había terminado su trabajo y se había ido a su casa desde horas antes, encendieron la chimenea y el calor hizo ascender humo que lo tomó de sorpresa y casi lo ahogó, giró súbitamente y estuvo a punto de caer del andamio al remate de la chimenea, hasta que con mucho esfuerzo pudo subir al andamio de nuevo.
Entonces quitó unos ladrillos de los que había colocado y los dejó caer por el tubo para avisar a la gente que todavía estaba allí. Ellos entendieron y apagaron el fuego y así pudo bajar.
Podría pensarse que esto le quitó el gusto por escalar, pero a la siguiente semana se enteró de que un pararrayos colocado en el pináculo de un edificio necesitaba componerse, así que subió e hizo la reparación. Su entusiasmo seguía incólume.
El equilibrio es lo más importante en la ascensión de rocas y montañas y puede practicarse de varias maneras de antemano, para estar seguro de poder hacerlo.
El juego de saltar de piedra a piedra que juegan los Lobatos es muy útil para enseñar a poner los pies exactamente donde los quieres sin perder el equilibrio y caer al agua. No necesitas tener agua, poniendo mosaicos o pedazos de cartón, libros o algo semejante en el piso a buena distancia, pero no en línea recta, puedes avanzar fácilmente pasando de un punto a otro sin perder el equilibrio.
Danzando a solas, paso a paso es también un buen ejercicio para lograr equilibrio.
Otra manera de practicar equilibrio es caminar sobre un riel o una barra de ancho similar. Se puede poner en el suelo primero y levantarse unas cuantas pulgadas cada día hasta que puedas caminar sobre ella a altura de varios pies sobre el suelo.
Al principio te parecerá difícil, pero después de un tiempo, podrás hacerlo con mucha facilidad y entonces sabrás que has aprendido a mantener el equilibrio, especialmente cuando has llegado a la etapa de poder hacer algunas bromas, como hizo una compañía de Guías hace poco, en una demostración cuando caminaban y daban vueltas sobre un tablón haciéndonos creer que caerían.
Una prueba muy común para un escalador joven es caminar sobre una cornisa, es más o menos a lo que te enfrentarás en una montaña, sólo que en lugar de estar a 4 pies de altura estarás a 400.
Práctica de esta clase es necesaria antes de convertirte en escalador, y hay muchos buenos escaladores, aún entre muchachos y muchachas.
Una vez vi a un muchacho cazar una ardilla en un árbol ,¡y atraparla!. No era un muchacho inglés, sino un nativo del Sureste de África Central. Aparentemente la ardilla era para él, lo que una barra de chocolate es para ti. Vio la ardilla en un árbol separado de otros. Preparó su hacha, se la colocó en el cinturón subió al árbol en lo que yo creí ser un acoso inútil.
La ardilla subió a las ramas delgadas de la copa, donde el muchacho no podría alcanzarla. Sin embargo, el muchacho subió tanto cuanto el árbol podía resistir su peso y agitó la rama donde estaba la ardilla.
Esto la hizo brincar a otra rama y fue brincando de rama en rama, hasta que vio un refugio donde esconderse.
Su refugio era un largo rollo de corteza en la horqueta de una rama.
Había sido puesta por los nativos con el mismo fin con que nosotros ponemos cajas para nidos de pájaros, sólo que en este caso se trataba de atraer abejas para que hicieran su panal.
El señor ardilla se metió y se escondió ahí. El muchacho llegó a ese lugar rápidamente y quitándose su única pieza de vestimenta tapó la boca de la colmena para impedir que la ardilla se saliera; bajó con su envoltorio al suelo y así consiguió su chocolate.
Él admitió que era una suerte que la colmena no hubiera estado ahí, pero aunque no fuera así, hubiera conseguido su presa, porque a final se hubiera cansado de huir quedando asida a una rama e inmóvil, donde podía matarla arrojándole su hacha. Esto significaba trepar mucho de parte del cuerpo, pero él era un experto y dijo que sabía trepar desde que tenía memoria y siempre había cazado ardillas; era tan divertido. ¿Me pregunto cuántas ardillas podríamos atrapar tú y yo si empezáramos a perseguirlas trepando?.
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Cuerpo
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Hace algún tiempo, la medalla de bronce de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad a los Animales, fue conferida a un Boy Scout de Sheffield por subir a un árbol para rescatar a un gato.
¿Piensas que me caeré?
El gato aparentemente había subido y tenía miedo de bajar. El árbol tenía 70 pies de altura y era difícil de escalar. Pero el Scout no se desanima ante las dificultades y aunque se tardó tres cuartos de hora, lo hizo con éxito finalmente.
Me alegra muchísimo que alguien de nuestra Hermandad, se distinga así, es un magnífico ejemplo. Quiero ver a más Scouts escalando. Es un gran deporte y mientras más lo domines, encontrarás que te hace crecer y te fortalece de una manera que ningún otro lo hará.
Les he dicho muchas veces qué hombres tan espléndidos son los Zulúes, pero es curioso el que a pesar de tener fuertes músculos en las piernas y muslos y el pecho desarrollado, los músculos de los brazos y la espalda no están tan bien desarrollados y sus manos son pequeñas. Esto es a causa de que caminan y corren grandes distancias. Hacen poco trabajo con sus brazos y manos. Verás la diferencia con nuestros marineros y artilleros. Ellos tienen grandes brazos, y sus puños y muñecas son grandes también gracias al continuo ejercicio de tirar de cuerdas y levantar grandes pesos.
Aquí es donde entra el escalar, no todos podemos ser marinos, pero sí izarnos hacia arriba y hacia abajo al escalar.
Han oído hablar del hombre en los Estados Unidos que es llamado La Mosca Humana. Él intenta ascender al frente de cualquier edificio, sin importar su altura. Dice que su éxito depende de la fuerza de sus dedos. Los ha ejercitado a tal extremo que puede colgar todo el peso de su cuerpo simplemente asiéndose de cualquier piedra o tubo de desagüe.
Entonces, el escalar no es sólo una diversión y un gran medio para desarrollar músculos, sino puede ser muy útil para servir a otras gentes o gatos. Y ahí es donde comienza su utilidad.
Es un gran juego para hacerte fuerte y activo, además para tener buen carácter.
El football evidentemente es el más atractivo de los juegos del mundo, ya que enormes multitudes se reúnen para verlo.
Pero el verlo no tiene nada de divertido comparado con jugarlo tú mismo. Odio ver a alguien hacer lo que creo que debe hacer por mí mismo y espero que así piensen del football todos los Scouts, que es un juego para jugarse, no para mirar.
Cuando niño, practiqué la mayoría de los juegos, cricket, tennis, remo, natación y carrera, pero el football fue el que me gustó más.
Creo que lo disfrutaba porque a pesar de que recibes algunos golpes fuertes, y te cansas jugando, lo haces por el honor y la gloria de tu equipo, más que por la de ti mismo.
Eso es lo que pienso que los Scouts disfrutan en el Escultismo. Se están ganando fama para su patrulla (o sea para su equipo) más que para ellos y cuando practican un juego y trabajan o luchan con esa meta, no sólo van a tener éxito, sino van a disfrutarlo mucho más que si buscaran la gloria para ellos mismos.
¡La alegría del Fútbol!
En la Primera Guerra, una vez estuve en uno de los puestos de observación mirando a nuestros cañones bombardear las trincheras enemigas.
En la madrugada desde un reducto, los alemanes arrojaron grandes bombas a nuestras posiciones, así que el Comandante Inglés, decidió que iba a castigar ese reducto.
Se dieron órdenes a algunas baterías de dirigir su fuego a determinada hora contra el reducto alemán, y sus oficiales de observación se adelantaron hasta un puesto de vigía que dominaba la posición enemiga. Desde ahí veían dónde caía cada tiro, y podían corregir la puntería comunicándose por teléfono con la batería.
Me senté con ellos mirando con mucho interés el estallido de los obuses que volaban sobre nuestras cabezas como interminables trenes express y aterrizaban en el lugar con un rápido flamazo, una explosión de humo y lodo y un rugido iracundo. Era un espectáculo fascinante.
De pronto me atrajo la mirada un movimiento en nuestras trincheras. Algunos de nuestros hombres corrían hacia adelante saliendo del bosque.
Ajá, pensé, vamos al ataque.
Pero no, los hombres corrieron de regreso y volvieron a correr hacia un lado. ¡Entonces para mi asombro vi que jugaban football!.
Sabían que bajo ese ataque, el enemigo no se atrevería a asomar la nariz fuera de las trincheras, así que aprovecharon la oportunidad para hacer un poco de ejercicio para calentarse.
No sé quién tuvo la visión de traer un balón a los trincheras; yo creo que había un Scout practicando su lema de Siempre Listo para cualquier posibilidad, aún para jugar football en las trincheras.
Recuerdo un caso similar, hace muchos años en Kandahar. Fuimos ahí con equipaje limitado, vino una helada y un pequeño lago cercano a la ciudad se congeló y el hielo pronto fue suficientemente grueso para soportar una persona, se cubrió de soldados y oficiales Británicos que se pusieron a patinar. El misterio era: de dónde sacaron los patines.
Pienso que muy pocos hombres que van a servicio a las cálidas llanuras de la India, llevan patines de hielo, y si los tuvieran, viajando con tan poco equipaje para acampar en Afganistán, no los llevarían. Pero sí los llevaron.
Un muchacho que disfruta de la vida, de sus juegos y distracciones gruñe cuando llega la noche y piensa que es una pérdida de tiempo tener que ir a dormir ocho o diez horas de cada veinticuatro.
Parece raro cuando tenemos cincuenta años que hayamos gastado de dieciséis a dieciocho horas durmiendo, ¿pero las gastamos?.
Si trabajas y juegas intensamente durante el día, estás gastando muchas fuerzas y la máquina que te mantiene (o sea tu corazón) necesita de sangre fresca para mantenerse trabajando con fuerza apropiada. Así que tienes que detener el trabajo y quedarte quieto mientras eso sucede.
Pero nueve de cada diez personas olvidan que para tener sangre fresca los pulmones necesitan aire puro, ¡y bastante!.
Si te acuestas en un cuartito encerrado, posiblemente con la cabeza debajo de las sábanas, tus pobres pulmones sólo tienen aire de segunda mano para mezclarse a tu sangre. Consecuentemente tenemos una mezcla débil y tu celebro y tu cuerpo están mal alimentados y al día siguiente tu energía no es muy grande. Te cansas de jugar y el trabajo te aburre. No estás enfermo, pero no disfrutas de la vida.
Si una noche tras otra llega sangre pobre a tu corazón y tus arterias, gradualmente te debilitas hasta convertirte en una criatura lenta y pobre. Hay sin embargo, un remedio fácil y rápido.
En lugar de debilitarte, podrías fortificarte, haciendo uso de tu tiempo de dormir para tener buena salud y fuerza cada noche. Se hace simplemente abriendo tu ventana arriba y abajo, y dejándola abierta. Deja entrar el aire fresco mientras estás cómodamente dormido entre los cobertores. Se dice que es una señal de salud en un perro, el tener la nariz fría. Yo creo que lo mismo pasa con un muchacho, si cuando se despierta en la mañana se encuentra con los dedos de los pies calientes y nariz fría. Él va en camino a ser saludable.
Yo lo hago mejor. Abro mi ventana en la noche pero sólo para salir porque mi cama está afuera en el balcón. No le pido al aire fresco que entre, salgo a dormir en él. No dormí dentro de una casa durante ocho años y nunca me sentí mejor, lo que es más, nunca estuve resfriado.
Recuerdo el primer campamento Scout que tuvimos, había un muchacho que era mandadero de una herrería, él me dijo tiempo después que si no hubiera aprendido nada más en ese campamento, cuando menos habría aprendido a dormir al aire libre. Cuando regresó a su casa se lo contó a sus padres. Al principio le respondieron: No gracias, no es para nosotros. Nos moriríamos del resfriado.
Después de algún tiempo sin embargo, los persuadió de dormir con las ventanas abiertas y no las han vuelto a cerrar desde entonces, así que aquí tienes un lema:
"Dedos de los pies calientes y nariz fría,
buena salud y ninguna dificultad".
El clavado recto
Cuando hice de payaso en las pantomimas de mi regimiento, aprendí a saltar a través de una ventana o de la carátula de un reloj pintado en un telón. A veces me clavaba en línea recta y otras dando vueltas. Ambas les gustaban al auditorio y eran fáciles de hacer una vez acostumbrados. Pero como todo lo demás necesitan mucha práctica constante al principio.
El clavado recto era casi como echarse un clavado para nadar, sólo que un poco más de lado que sobre el estómago. Y por supuesto tenían que recibirte del otro lado con una sábana, o en los brazos de compañeros listos detrás de telón.
La voltereta era mucho más difícil, tienes que doblarte arqueándote para poner la cabeza junto a los talones para atravesar la carátula del reloj.
Saltando a través del reloj
Lo primero que se practica es el clavado y la vuelta a través de un aro de madera sostenido a un pie sobre encima del suelo.
Empieza a aprender el clavado y vuelta, cuando ya eres bastante bueno para la vuelta. Entonces te sostienen una tira de madera horizontalmente como a un pie de altura de la colchoneta. Caminas hacia ella, pones las manos hacia adelante sobre la madera y te dejas caer en ella encogiendo la cabeza y ruedas. El peso de tu cuerpo debe descansar en las manos, no en la espalda ni en la cabeza.
Esto será fácil con un poco de practica, cuando mejoras y lo haces rápido levantas la altura de la tira.
Después de un tiempo, párate en un banquillo para dar una mayor caída y finalmente en una silla.
Luego puedes atreverte pasando por un aro mantenido alto, y cuando lo hagas cómodamente pon papel en el aro y pasas a través de él.
Otro salto que puedes intentar
Un buen truco es dar un clavado largo pasando sobre otros muchachos hincados en la fila, con la cabeza agachada. Por supuesto que brincas solamente uno primero y luego vas añadiendo más y más.
Cuando yo estaba en la escuela inventé un salto al que llamé La Foca. Corría hacia una mesa, me deslizaba sobre el estómago daba un salto y terminaba en un pie sobre el suelo.
Era muy vistoso y bastante fácil una vez que sabías cómo.
Todas las cosas que les he estado diciendo son sólo el principio y toda la rutina de payaso. Puedes hacerlas sólo o en combinación con otros actores.
Algunos muchachos son más ágiles que otros, si tu tienes este don, te ayuda mucho en las rutinas.
Yo acostumbraba a hacer el truco de ponerme en cuclillas en el suelo y colocar una pierna sobre la parte de atrás de mi cuello. Se veía estupendo. Lo hacía en una actuación una noche ¡y me quedé atorado! así que le dije en voz baja a la muchacha que actuaba conmigo:
tira de la pierna por amor de Dios, tira de la pierna. 1
Ella me mal interpretó y pensó que tenía que bromear y dijo:
Bueno qué hace un tipo así sentado. ¿A qué le juegas, al mono con dolor de muelas, o a qué?
No me ayudó en nada ni me animó, hasta que se dio cuenta del problema y finalmente pude salir.
También solía encogerme hasta formar un bulto pequeño y por eso me llamaban porta mantas. Es muy útil cuando trata uno de esconderse en una caja o en una bolsa, o si tienes que ser hecho un paquete o sacado de escena por tu compañero.
Hay algunos trucos fáciles con sillas, que son muy vistosos y bastante fáciles con un poco de práctica.
Las sillas usadas en los circos son fuertes y están bien construidas siendo por lo tanto más fáciles de usar.
Un truco que yo hacía era pararme entre dos sillas colocadas respaldo a respaldo, y saltar con ambos pies al primer travesaño, luego al asiento, y luego al travesaño del respaldo, finalmente al tope; cuando menos esta era la idea pero nunca llegué al tope. Eso necesitaba mucha práctica.
Bueno, ahí es donde se fallaba en muchos trucos. No tendrás éxito si no te pegas a ellos y sigues practicándolos hasta vencer tus dificultades.
¡Hola! ¡Aquí estamos nuevamente!
Otro truco con las sillas que no es difícil es la caída.
Siéntate en la silla con los brazos extendidos al frente. Balancea la silla hacia atrás y hacia adelante hasta caer ya sea para atrás o adelante. Para caer hacia adelante extiendes los pies hacia el frente y la cabeza hacia atrás, así caes sobre tus pies, das una rápida voltereta y terminas parado.
Para caer hacia atrás llevas tus pies hacia atrás a ambos lados de la silla e inclina la cabeza hacia delante. Caes sobre los pies y haces un salto rápido hacia atrás.
Para hacer realmente espectacular la caída, debe hacerse desde una silla colocada sobre una mesa pequeña. Cuando ya eres bueno haciéndolo, la silla puede colocarse sobre una segunda silla, encima de la mesa. Esto es un acto aparentemente tremendo, pero realmente bastante sencillo, porque se hace de la misma manera, cayendo sobre tus pies pero dando una vuelta tan rápida, de tal manera que parece que caíste encogido.
Voy para atrás
Para este truco necesitas sillas especiales y una mesa de tamaño adecuado para que se sostengan unas a otras. La superficie de la mesa es de 22 x 22 pulgadas y aproximadamente de 32 pulgadas de alto. El asiento de la silla inferior de 16 x 16 pulgadas y 18 pulgadas de alto. El asiento de la silla superior 14x 14 pulgadas y18 pulgadas de alto.
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